Volviendo a una discusión más seria..
Maleante tenía razón en el hecho de afirmar que el título del artículo (Ateísmo y Obesidad) estaría desacertado. Más bien, el estudio se refiere a los hábitos alimenticios de la población, separando entre aquella parte que se considera religiosa (atiende regularmente servicios religiosos y considera la religión una parte importante de su vida) y aquella que no se considera religiosa.
Pero al final del segundo párrafo del artículo se dice lo siguiente
While many
Western atheists are non-religious, not all non-religious people are atheists.
Es decir, "si bien muchos ateos occidentales son no-religiosos, no todas las personas no-religiosas son ateos". Lo cual suena lógico: mucha gente deja de asistir a oficios religiosos, pero puede seguir creyendo en un ser supremo.
El estudio fue hecho por la empresa Gallup, con una encuesta a cerca de 550,000 personas, lo cual permite sacar conclusiones significativas. Lo que encuentran es dos cosas:
Primero, el estudio separó a las personas en tres grupos, de acuerdo a sus actitudes frente a la religión: Muy religiosas, moderadamente religiosas y no religiosas. El primer grupo (muy religioso) muestra en promedio un mayor nivel de salud física y prácticas más saludables que el tercer grupo (no religiosos). Además, dichas diferencias son estadísiticamente significativas en la mayoría de los casos.
Segundo, haciendo análisis más fino y tomando en cuenta factores como ingreso, lugar donde vive, raza, y otros factores más, la variable religiosa sigue siendo significativa para explicar las diferencias en bienestar y costumbres de salud.
Esto no quiere decir, como el mismo estudio Gallup menciona, que exista una relación causal entre creencias religiosas (o falta de ellas) y obesidad: pero algo que apunta el estudio y es muy cierto, y apunta en la dirección del significado de la palabra "Religión".
Más que "creencia" en sí, "Religión" corresponde a el conjunto de prácticas que personas que comparten ciertas creencias realizan en forma comunitaria en forma frecuente. Lo más evidnete por supuesto es atender oficios religiosos, o Misa. "Creyente" es un calificativo que denota una convicción individual acerca de la naturaleza del mundo y el universo, y el orígen del mismo.
Así, un creyente puede no participar en oficios religiosos. Como también un no creyente (o ateo) pueda asistir de vez en cuando a un oficio religioso, sea para complacer a sus familiares (o para que lo dejen en paz); o porque tiene respeto por las creencias de sus antepasados.
Pero en este sentido, el estudio de Gallup apunta a algo muy interesante: las prácticas religiosas, al promover la interacción social y el establecimiento de lazos de amistad, promueven un ambiente donde es más propicio mantener hábitos más saludables; la gente estaría más consciente de su apariencia, pero además, tendría más apoyo y comprensión, e incluso consuelo, de parte de sus amigos.
El problema de la obesidad es muy grave, y mucha gente, debe conocer, incluso en carne propia, ese flagelo. Mucha gente come para curar ansiedad, o por nervios, o simplemente por soledad. Es muy triste de verdad, ver personas destruyéndose con esos malos hábitos.
EL abandono de los hábitos religiosos ha traído como consecuencia personas más alienadas de la sociedad en general. Y esto ha hecho que sea campo más fértil para la mayor incidencia de malos hábitos como la obesidad. Y el ateísmo, siendo en genral una mayor alienación, puede quizás empeorar dicha cosa.
Eso no significa por supuesto que no habrá ateos delgados. Como también hay religiosos con sobrepeso. Pero el ana´lisis debe ser en grandes agregados, en lugar de evidnecia anecdótica. Y el estudio de Gallup muestra resultados intersantes
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