Uno no puede esperar hallar la verdad y al mismo tiempo estar pre-dispuesto a no aceptarla, por puro gusto personal, por prejuicio o por estar en desacuerdo con ella. Esto es lo que los hombres han hecho al rechazar como verídica la resurrección de Jesucristo, aún antes de comenzar siquiera una diligente investigación histórico-bibliográfica seria. Estas presuposiciones no tienen fundamentos, sino más bien son prejuicios filosóficos para auto-justificarse llamando “escepticismo” a su incredulidad y dureza de corazón. Bertrand Rusell (quien es uno de los precursores de la metafísica moderna) es un ejemplo de un “ateo inteligente”, al no tomarse siquiera la molestia de mirar el Nuevo Testamento al escribir su ensayo: “Por qué no soy cristiano”....pero entonces... ¿quien es más borreeego?
Y ya que... a muchos les gusta jugar con la idea de llamar “suicidio intelectual” o “fe ciega” a la fe cristiana, podemos afirmar que: nuestra fe está respaldada en evidencia histórica y arqueológica, por lo tanto es razonable y elocuente; es cierto; pudiéramos decir que tal vez “nuestra fe va mas allá de la razón, pero no va en contra de la
razón”.
Según la carta de Pablo a los Hebreos (11:1) “la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (no la emoción de lo que sí se ve); a diferencia lo que puede llamarse fábula, mitología (o mito), cuento, novela, leyenda o alguna extraña filosofía donde finalmente se apela más a las emociones que a la razón (ó a los hechos históricos reales); y es que en realidad no es tan importante la cantidad de fe que uno pudiera llegar a tener, sino en donde (o más bien en Quien) esta depositada; esto es lo que le da el verdadero valor.
¿ Pues no que muy “Open Mind” ?
En una ocasión un brillante pero confuso psiquiatra me confeso con franqueza que nunca había estado dispuesto a “considerar” honestamente las fuertes aseveraciones de Jesucristo en su propia vida por temor a llegar a convencerse y por consecuencia sentirse comprometido a tener que cambiar su aparentemente cómoda y tradicional (pero a la vez vacía y necia) manera de “vivir”.
¿ Nos haría favor de ponerse de pie el verdadero “Sr. Excusa” ?
* Las excusas “intelectuales”: es que no se trata de un “no puedo”, si no mas bien de un “no quiero”, puesto que la mayoría de la gente rechaza a Cristo por una o más razones:
Ignorancia.
Con frecuencia auto-impuesta pues consideran los temas de Cristo y a la Biblia como una “aburrida” pérdida de su “valiosísimo” tiempo. (Lucas 17:33)
Orgullo.
(Mateo 9:12, Marcos 2:17, Lucas 5:31). Profesando ser sabios, se hicieron necios... (Romanos 1:22). A un estudiante le pregunte: ¿Por qué no puedes tú creer?, él me respondió: el nuevo testamento no es digno de confianza, le pregunté entonces: Si yo te comprobara que el nuevo testamento es una de las piezas de literatura antigua más dignas de confianza, entonces tu ¿si estarías dispuesto a creer?... él inmediatamente replicó un rotundo NO; bueno entonces, tu no tienes un problema en tu mente, sino mas bien en tu voluntad, le respondí: porque a pesar que yo te pudiera demostrar la evidencia bibliográfica que respalda la confiabilidad histórica del Nuevo Testamento, tu como quiera no vas a querer creer aunque insisto (si podrías hacerlo).
Problema moral.
(Juan 3:19). Una estudiante quería creer y hacer creer a otros que el cristianismo “no era histórico y que no estaba avalado por los hechos”. En su clase intentó convencer a todos sus compañeros de lo mismo; pero después de algunas preguntas que yo le hice, (comenta McDowell) ella admitió haber engañado a todos y dijo haber inventado estas “dudas intelectuales” con el fin de excusar su vida moral...
¡ups! la verdad no peca... (pero como incomoda)
...vamos; si la biblia es otro “libro” más ¿o no?
Un hombre “inteligente” que realmente ande en busca de la verdad ciertamente leería y consideraría un libro que tiene las cualidades
ÚNICAS con las que cuenta la Biblia; estas singulares características están basadas en los hechos y están apoyadas por la historia.
La veracidad de la Escritura está confirmada por descubrimientos arqueológicos específicos y documentados; y existen testimonios de escépticos que han visto radicalmente cambiadas sus actitudes hacia la Biblia como resultado de la investigación arqueológica.
Comparemos pues la Biblia con los otros ”grandes libros” de influencia universal, (de oriente y occidente) presentamos los siguientes ejemplos:
1.-El
Prof. Monticio-Williams (ex profesor de Sánscrito) quien pasó 42 años estudiando los grandes libros del oriente y al compararlos con la Biblia concluyo diciendo: “Hay un gran abismo entre ella y los “Libros Sagrados” del oriente; un abismo tan profundo de diferencia que no puede ser atravesado por ninguna ciencia o pensamiento filosófico o religioso”.
2.-Desafié a un vendedor de Los Grandes Libros del Mundo Occidental a seleccionar tan solo 10 de sus grandes libros y autores que pertenecieran a:
*Una misma clase social.
*Una misma generación
*Un mismo lugar geográfico (país o continente).
*Una misma época.
*El mismo estado de ánimo.
*De la misma lengua (idioma).
Y al preguntarle si los autores estarían todos de acuerdo en sus escritos él
contesto: No, o qué resultaría de combinar sus escritos en un solo libro, y él contestó: una mezcolanza.
En Egipto, Babilonia, Asiría, Fenicia, Grecia y Roma buscaremos en vano algo comparable; aun más pues ni la India o la China pueden presentar algo similar a la tradición nacional de literatura judía.(puesto que son solo depósitos literarios de una tradición distorsionada sobre sus “dinastías” ) y en conclusión:
Ni “El Corán” de el Islam,
Ni “El Bhagavad Gita” del Hinduismo,
Ni “El Mahaparinibbana Sutta” del Budismo,
Ni “El Popol Vuh” de las culturas prehispánicas en América; es mas, ni “La Torah” del Judaísmo, esta completa sin el Nuevo Testamento; seria pues necio, descabellado e ignorante entonces, intentar siquiera compararla con “La ILiada o La Odisea”, “La Divina Comedia”, “El Caballo de Troya”, “Operación Jesucristo”, etc...
He aquí como ejemplo de la confiabilidad histórica del Nuevo Testamento
Unger nos dice que: “la confiabilidad de Lucas... (autor de el evangelio con su nombre y el libro de los “Hechos” y quien por cierto era doctor)... como historiador es incuestionable porque involucró la labor de un cuidadoso historiador, que se mostró substancialmente en el uso de fuentes confiables de documentación”...
Sir William Ramsay (considerado uno de los más grandes arqueólogos que han existido) comenta que: “Lucas es un historiador de primera categoría por que fue muy detallista en su narración demostrando una veracidad maravillosa... en resumen: este autor debería estar colocado (o considerado) entre los más grandes historiadores del primer siglo”...
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He aquí la singularidad de la Biblia antes mencionada:
*Escrita en un periodo de 1,600 años aprox.
*Escrita a lo largo de 60 generaciones.
*Escrita por más de 40 autores de todas clases sociales (médicos, pescadores, militares, reyes, pastores, etc...)
*Escrita en 3 idiomas:
-Hebreo: Antiguo Testamento. Lengua de Judá y Canaan.
-Arameo:“lingua franca” del cercano oriente hasta el tiempo de Alejandro “el grande” (siglo 6 a.C., hasta el 4 a.C.)
-Griego: era el idioma oficial del Nuevo Testamento, internacional en los tiempos de Cristo.
*Escrita en 3 continentes:
-Asia, África y Europa: (Por lo tanto en diferentes países)
*Escrita en diferentes lugares (geográficos y climáticos) y circunstancias como: El desierto, cárcel, de viaje, en un palacio, en una isla y otros en campaña militar y en el campo.
*Escrita en diferentes estados de ánimo: unos desde el abismo más profundo de clamor y desesperación; mientras que otros desde la sublime fortaleza de gozo y alegría.
*La Biblia ha sido única en su circulación, ha sido leída por más gente y publicada en más idiomas que cualquier otro libro. Se han producido más copias de ella que de cualquier otro libro en la historia; y por sobre todo no hay absolutamente ningún otro libro que alcance o comience siquiera a comparársele en su circulación, por ejemplo:
-El primer libro formal que se publicó fue la versión Vulgata Latina en la prensa de Gutenberg.
-El telegrama más largo que registra la historia fue la Versión Revisada del Nuevo Testamento, enviado desde Nueva York a Chicago.
*La Biblia es única en su traducción, en su influencia sobre la literatura circundante y única en sus enseñanzas como historia, ley, poesía, proverbios, epístolas, evangelios, profecía, personalidades, etc...
*Única en su supervivencia, a través del tiempo, la persecución y la crítica; y como un ejemplo, Sydney Collett comenta: Voltairé, el destacado pensador-filosofo e incrédulo francés que murió en 1778, declaro que en 100 años después de su muerte la Biblia y el cristianismo serían borrados y pasarían a la historia, e irónicamente solamente 50 años después de su muerte, la sociedad Bíblica de Génova uso la misma prensa y la casa de él para producir montones de Bíblias. ¡He ahí la jactancia de Voltairé!
Inútilmente los incrédulos han estado atacando y refutando al “Libro de libros”, sin embargo en la actualidad permanece tan sólido como una roca. Su circulación aumenta y es más amado y querido y leído hoy que nunca antes. Si este “Libro” no hubiese sido “El Libro de Dios”, hace tiempo que los hombres lo hubieran destruido; los emperadores, reyes, principales y gobernadores han probado su mano contra él; ellos mueren y el libro todavía vive (Hechos 5:34-39); y cada vez mas la ciencia y la arqueología avalan la confiabilidad de la escritura.
“Después de tanto conocimiento hemos caído en el error otra vez” pero finalmente terminaremos declarando como dice la revista Selecciones de
Reader´s Digest : y la Biblia…! tenia razón otra vez !
Otra opinion estupida:
Ja, ja, ja;... ¿qué?... ¿Cristo? ... ! eso es puro cuento !
A algunos “escritores” les gusta divertirse con la idea de propagar la teoría de un “mito-Cristo” (la cual afirma que ni siquiera existió “tal” ), pero no lo hacen sobre una base de la evidencia histórica, puesto que no son los historiadores los que promueven esta teoría.
“Ningún erudito serio se ha atrevido a postular la no-historicidad de Jesús”...
Siendo objetivos y aunque se rechazara la Biblia como “histórica”, esto no significa rechazar toda la evidencia documental existente; como ya hemos visto por medio de los registros histórico-bibliográficos que también existen (aparte de los 27 diferentes documentos cristianos) otras fuentes no bíblicas de antigua documentación (a favor y en contra de Jesús y del cristianismo) de origen samaritano, judío, romano y “gentil” que los eruditos han encontrado y que nos pueden confirmar la existencia y muerte de Jesús como verdadera e histórica; por citar algunos por ejemplo están:
- Cornelio Tácito: (año 53)
- Suetonio: (año 120)
- Luciano: (segundo siglo)
- Talo Joséfo
año52aprox.) - Talmudes Judíos: (entre 100 a 500 d.C)
- Mara Bar-Serapio: (escribió después del año 73)
- Plinio Segundo “El Menor”: (año 112)
- Tertuliano: (160-220)
- Flavio Joséfo: (año 37)
- Justino Mártir: (100-165)
...entre otros y es que...aún la historia secular afirma que Jesús vivió en la tierra, que fue adorado como Dios, fundando una iglesia que ha durado más de 1,900 años, y que fue tal su impacto sobre este planeta que cambió el curso del mundo dividiendo en 2 la historia universal: a.C. y d.C. ; ahora bien, entonces la pregunta sería:
¿Cómo es posible que un sencillo carpintero judío, un hombre “común” de solo 33 años y tan solo 3 (aprox.) de vida publica que no recorrió mas de 3000 km. a la redonda haya podido cambiar el curso de la historia del mundo siendo el único parte-aguas de la misma?...
El historiador
Phillip Schaff lo resume de la siguiente manera:
“Este Jesús de Nazareth sin dinero ni armas, conquistó a más millones que Alejandro, Cicerón, Julio César, Buda, Mahoma, y Napoleón juntos; sin ciencia y sin erudición derramó más luz sobre las cosas divinas y humanas que todos los filósofos y eruditos combinados (incluidos los griegos); sin la elocuencia de las escuelas habló tales palabras de vida como nunca antes o después fueron dichas y produjo efectos más allá del alcance de cualquier orador o poeta; sin escribir ni una sola línea puso en movimiento más plumas a favor y en contra de Él e inspiró para más temas de sermones, oraciones, discusiones y obras de arte que él ejercito completo de grandes hombres de todos los tiempos antiguos y modernos”.