:idea: No se como se ponen las imágenes de la izquierda (avateres??), con costos estoy aprendiendo el manejo de internet. Tengo tiempo de ser un leecher?? creo que así se dice, por motivos de ignorancia tecnológica. Sin embargo me atreví a relatarles lo sentido en EL CONCIERTO.
* NOTA PREVIA E INTRODUCTORIA: El primer contacto con el metal que tuve fue a principios de los 80`s cuando me compré el cassete de The Number ************SPAM/BANNEAR************ The Beast que un amigo había traido de México: fue amor a primera vista.
El martes 26 de febrero, llegué a las 06:30 hrs, al estadio saprissa, desde que arribé a Tibas me sentí como en casa, ola tras ola de muchachos, jóvenes, adultos y ancianos enfundados en sus camisetas negras. Todos nos hermanamos compartiendo la ansiedad derivada de la espera del magnánimo evento, la fila que debía hacer era relativamente corta, quizás unos 50 mts, la espera de más de 9 horas sólo para ingresar al coliseo era lo de menos. Luego llegaron mis amigos, algunos metaleros que tenía mucho tiempo de no ver, otros siempre fieles y constantes, y uno que otro colado ignorante pero ansioso de mamar de la teta de la Doncella de Acero, problemas con los de seguridad: ninguno, con los compañeros de la fila: menos, la paz y la armonía vestida de indumentaria necrofílicas o de tatuajes agresivos demostraron una vez más que el hábito no hace al monje.
Pasado el medio día se oyó el primer rugido estridente de las cuerdas de acero reventando las pastillas de una Fender, el clamor de los que afuera la escuchamos fue brutal, se inició las pruebas de sonido, luego los tambores bajos y graves marcando el compás de nuestros corazones.
Las endorfinas circularon por nuestras venas, nuevamente, cuando la fila inició su lento avance. Uno a uno fuimos revisados y gustosos botamos, cedimos, regalamos, cuanto nos prohibieron ingresar, aún si nos hubieran sacado un ojo o perforado un oído, deseosos seguiríamos con el fin de escuchar a los gigantes, la leyenda viviente.
En nuestros lugares, se refrescaron nuestros pies, descansó nuestra espalda y caímos en cuenta de la magnitud del espectáculo, un escenario enorme, bellísimo, cientos de mega parlantes, luces, proyectores de humo….. durante las horas de espera, departimos con nuestros vecinos, conocimos gente, nos hicimos amigos, fraternos, hermanos de sangre, de Metal, de Power, sólo se hablaba de eso, de la historia repetida una y otra vez, de la espera, del viaje…. Ah! Creo que también estaba un DJ programando música, pero fue lo de menos.
Un latido fuerte en mi pecho, un estado de inercia ventilatoria, catatonía mental…… se apagaron las luces. Recobré el sentido algunos segundos luego…. Cuando salío al escenario.. Laureen Harris la hija de don Papá, del fundador del mito, la hija de Steve Harris. Con respeto y algo de adulación mal merecida, aplaudimos sus intentos de calentar el ambiente… Al fin de cinco temas la hija se fue. Un silencio sepulcral, el estadio se volvió tumba, ansiosos preinfartados vimos como el staff retiraba los intrumentos blasfemos, NO merecían ser tocados por los padres del Metal.
Se apagaron las luces…… Silencio luego gritos de emoción, lágrimas de angustía, fueron dos minutos, dos minutos de espera, con el alma en vilo, de pie en nuestros asientos, escuchamos el discurso de W. Churchill, requisito conocido por todos, introducción obligada, el climax se acercaba……El tiempo se detuvo en el instante justo en que los vimos, IRON MAIDEN salió a escena, perdí el sentido de la realidad mi cuerpo gritó, mi alma brincó, mi corazón coreó el primer tema ACES HIGH, luego todo fue extasis, un orgasmo de tres horas… tocaron, cantaron, bailaron, hicieron un concierto.. SI en realidad fue un concierto, todos los receptores nos unimos en un solo cuerpo y voz, interactuamos con ellos, les agradecimos haber venido a nuestro pueblo a ofrendar sus canciones, les agradecimos con gritos, coros, olas, palmas, manos, pies, les agradecimos y aún hoy no lo creemos.
Fui testigo del concierto de mi vida…. Participé en una experiencia superior, fui uno con mi gente...vi a MAIDEN, oí a MAIDEN, viví el ritual que muchos en otros países mayores que el nuestro han vivido.