Nadie esta creyéndose infalible. Pero solo por el hecho de no ser infalible quiere decir que uno merece quemarse por toda la eternidad.
Su idea de justicia esta muy errada señor. Yo, por ejemplo, me considero una persona bien intencionada no soy perfecto ni mucho menos. Pero ¿consideró yo que merezco ser torturado por toda la eternidad? No, por supuesto que no.
La idea teológica del infierno es un lugar donde la presencia de Dios está ausente. Yo sé que mucha de la imagen está descrita por el "fuego y el chillar de dientes". Pero eso habla de aquellos cristianos que, conociendo la palabra, la rechazan y se rebelan contra Dios.
La idea de un cielo, donde compartamos con el autor de la creación, es una idea completamente nueva, aparte de la tradición judeo-cristiana. Para los griegos y los romanos, el destino después de la muerte era literalmente el Infierno. Bueno o malo, el destino final era el Hades. Los difuntos eran sepultados con dos monedas de cobre en los ojos, para que le pagaran al conductor del bote que cruzaba el río Styx, que separaba este mundo del Infierno.
Dante pone a la entrada del Infierno aquellos que, si bien hicieron el bien, no recibieron la Palabra ni la salvación gracias a la nueva alianza que representó la muerte y resurrección de Jesucristo. No sufren tormentos, pero su disposición es levemente melancólica. Después de todo, nadie ama o desea lo que no conoce. Mucha gente no conoció al verdadero Dios y actuó bien.
¿Soy yo una mejor persona que un violador de niños? Claro que si.
¿Los gobernantes están ahí por providencia divina?
No.
Hay gobernantes buenos y hay muchos muy malos.
Hitler, Stalin, Pol Pot, Francisco Franco, Mao Tze Tung, Pinochet, Fidel Castro, Idi Amin Dada y la lista sigue y sigue.
¿Cree ud honestamente que dios los puso ahí?
Si, menos los 2000 millones de chinos e indios que tuvieron la mala suerte de nacer en la parte equivocada del planeta.
Brutalmente injusto y arbitrario. No es justicia su idea religiosa.
Yo no soy quien para juzgar ni saber si tiene un alma buena. Jamás me he arrojado ese derecho. Ningún cristiano consecuente debiera serlo. Hay que ser humildes. No vaya a ocurrirnos lo del Fariseo que entra al templo a orar de rodillas dándole gracias a Dios de no ser como el repudiable publicano que está rezando en una esquina, calladito, tocándose el pecho pidiendo perdón por sus pecados. AL final, los que se ensalzan serán humillados y los humillados ensalzados.
Respecto a los gobernantes, reafirmo lo que dije antes. La lista de líderes que usted menciona, no fueron extraterrestres que surgieron de la nada al frente de sus países. Todos fueron seres humanos, hombres como usted y yo. Fueron producto de su época y reflejaban las tendencias intelectuales de la época. Un repudio a las ideas cristianas y el apego a planes utópicos de lograr el paraíso en la tierra. Y como era de esperar, estos experimentos fracasaron y causaron la muerte de millones y creando más miserias e injusticias. Y sin capacidad de elegir el camino correcto, porque solo había una vía: la razón de la fuerza y la violencia bruta, contra los enemigos de clase, o del pueblo.