Lo prometido es deuda, vengan y me cobran porque tampoco fui. Iba camino a intentar otra vez solo para que la tal administradora sepa que regañó al compa equivocado y que si se atreve a regañarme la mando para la mier porque yo sí no soy tan tranquilo como el compa, pero en medio camino me desvié, para qué iba a gastar tiempo si ya el compa se calmó y simplemente se fue para otra sala, por si la tal administradora de aquí no sabe que hay docenas de salas que sí saben tratar a los clientes, en lugar de ir a ver la famosa amargada uno sólo cruza la calle y encuentra otra sala con mil veces mejor la atención.