Sin embargo, si difiero con Allan en la parte de desprogramación/programación. Somos producto de nuesta educación; inconsciente o concientemente nos programan o nos programamos nosotros mismos a X reacción. Recuerdo que mis primeros post aqui eran aparte de cargados de veneno, escritos con el hígado. El efecto boomerang de la discriminación familiar y social de ser ateo en un colegio conmandado por un fanático religioso, con una familia no tan fanática pero si dogmática, pudo ser una de las causas de que haya restregado tanto el hígado en aquellos posts. Somos lo que queremos ser, está en nuestras mentes derribar las rígidas y metafísicas estructuras de pensamiento que nos construimos, producto de la herencia y el entorno social; que lo único que sirven es para discriminar al otro, monstrificarlo/eliminarlo. Se requiere una revolución, si, pero una sin sangre, una revolución mental que acabe con todas estas burbujas metafísicas que nos construimos. Estas incluyen desde el sobre-respeto paranoico para nuestra sistema de pensamientos, hasta las estructuras jerarquizantes y segregacionales en las que vivimos, como clase o nacionalidad.