Esto es correcto. La posición por defecto es no creer.
Ok vea. No es necesario que usted misma se confunda, chiquita. De momento, mientras usted quizás no tenga oportunidad de haber leído algún libro de los tantos que hay sobre historia de la religión y sin despreciar ninguna creencia, nosotros podremos decirle con confianza a usted que con base en lo que usted ha dicho con sus propias palabras hasta ahora, sus pre-conceptos de qué somos nosotros no parecen estar fundamentados todavía. Pero eso se puede solucionar.
Por lo menos, chiquita, si usted siente aunque sea algo de curiosidad y quiere ostrarse más abierta a la posibilidad de considerar el punto de vista de consenso, en lugar del propio, me refiero al punto de vista más aceptado y acordado por estudiosos (no necesariamente ateos) sobre lo que es ateísmo, usted podría leer tal vez los primeros párrafos del siguiente artículo:
Ateísmo - Wikipedia, la enciclopedia libre
No tiene que leer todo, pero está bien claro la distinción entre doctrina y dogma y aunque el solo hecho de que no se aun dogma no le da mayor legitimad a este punto de vista, si usted tiene oportunidad de ver los mapas que aparecen en ese artículo, un poco más abajo y a la derecha, usted se dará cuenta de que las estadísticas demográficas nos muestran que hay algunos países en donde hay más ateos que creyentes.
Nuevamente, no hay razón para confusiones. La distinción no tiene mucho que ver con distinguir el pensamiento de opuestos. Es evidente que hablamos de opuestos cuando se trata de creer y no creer pero al fin y al cabo todos poseemos la facultad de pensar, y nos va a disculpar si usted tuvo alguna confusión ya que yo también hubiera dicho que el vocablo pensar no es el más adecuado para sugerir tal distinción. Mi posición es que más bien todo se reduce a una clara distinción entre razón y fe, un planteamiento de filosofía y teológico también, dos términos mutuamente excluyentes ya que no es necesario tener fe para aceptar lo que ya se conoce con razón, y por el otro lado la fe sería necesaria para aceptar todo lo que no se puede comprobar con la razón.
Lo que pasa mi chiquita es que no siempre es cierto que el creyente se sentó a estudiarlo y llegó a una conclusión. Lo que pasa es que sucede que las personas entre todo lo que aprenden desde pequeños por lo general siempre está incluido un aspecto religioso con más o menos énfasis depende de la familia y que por lo general termina siendo el mismo pensamiento que el de sus padres que es el compatible con el de su propia cultura. En estas condiciones cuando todo el mundo comparte las mismas creencias la posición por defecto se transforma en darlas por sentado y no cuationarlo mucho, simplemente aceptarlo. Es lo más cómodo y hasta práctico. No digo que sea igual en todos los casos unos lo pensaron más y otros ni se molestaron. Si uno tiene un poco más de perspectiva estudiando a otras culturas se da cuenta de que en buena parte del otro lado del mundo, específicamente en el sudeste asiático, la cultura y las creencias de esas gentes son bien particulares y en cuanto a espiritualidad muy diferentes al concepto judeo-cristiano de un solo Dios. De hecho, en el contexto social y cultural de ellos la idea de que hay un solo Dios es algo completamente foráneo y desconocido, así como nosotros por lo general tenemos un desconocimiento de lo que creen ellos, las religiones orientales se tratan de un concepto más introspectivo y elemental de lo que es religión, de adentro hacia afuera y no al revés como ocurre acá. Ahora, volviendo a nuestro propio contexto los estudios sociales y encuestas nos demuestran que la mayoría de las personas tienen dificultad para poder aportar una definición de Dios y todo parece sugerirnos que cada creyente puede tener un criterio muy particular propio de su Dios personal, aunque todos estén afiliados a la misma Iglesia. Estas indecisiones y las inseguridades personales en cuanto a espiritualidad tienden a ser compatible con el adoctrinamiento religioso, ojalá semanal en donde una autoridad religiosa le pueda dar consejos y guía general a uno sobre lo que puede hacer y evitar en su vida. Así las personas ya no sienten que van divagando como en el aire sin encontrarle sentido a las cosas. Ahora bien es importante reconocer el hecho de que si bien es cierto hay mucha necesidad espiritual en el ser humano para darle sentido a su existencia, para algunos de nosotros una religión no es la respuesta después de poner las cosas en perspectiva. Y nosotros tenemos nuestras propias razones. Tal vez le suene chocante o a lo mejor no le importe lo que uno diga pero uno al haber tomado la decisión conscientemente, porque con el miedo que le meten a uno es difícil que sea de otra forma, uno sabe que uno no sería ateo si no hubiera llegado a la conclusión de que eso es lo correcto.