Colombia no perdió hoy porque Brasil sea mejor o haya sido penta campeón. Colombia tenía la suerte echada desde el principio, porque a pesar de ser uno de los mejores equipos revelación, ya se corría el runrun de que la FIFA tenía un as debajo de la manga con un árbitro que sería definitivamente decisivo en los resultados. Otra vez la mano negra de la FIFA que se sale con la suya. Colombia perdió hoy por una marcada desigualdad de condiciones. Brasil jugó en casa; el 95% de la tribuna eran brasileros, pues se le dió preferencia a los locales a la hora de comprar las boletas; la FIFA hizo todo lo posible para que el anfitrión continúara en competencia, efectivamente, trayendo a colación al mentado juez, cuyo mal arbitraje es ampliamente conocido, pues todos los torneos en los que ha participado se convierten en una carnicería indiscriminada, donde hasta los que juegan limpio incurren en faltas orillados por la situación que se genera en el campo de juego (lo decían los medios de antemano, la FIFA siempre pone a este mentado árbitro, especialista en hacerse de la vista gorda cuando quiere amañar un partido y dar ventaja a un equipo en específico). Colombia es un equipo que a pesar de no haber podido concretar muchos excelentes intentos, demostró que en este momento tiene tiene un juego mucho más fluido que la actual selección de Brasil. Fue realmente patético ver al técnico de la selección de Brasil en los minutos de reposición haciendo señas con su reloj y rogando para que el encuentro se acabara, con su verdeamarelha arrinconada por los colombianos que son más pequeños en estatura, pero más grandes en juego, evidentemente asustado por un inminente empate con Colombia y a la banca de jugadores de Brasil levantándose y rogando a los hinchas de una tribuna brasileña que se veía francamente desanimada con el mal desempeño de su selección y que aceptó el triunfo con muy poco convencimiento. Solo al final se vio la alegría de Brasil, porque ¿A quién le dan pan que llore? ¿Quién no quiere estar en la semifinal? Hoy día Brasil es un equipo que no convence y si está en la semifinal se debe a su influencia como equipo local. Tengo amigos brasileros que hablan pestes de su propio equipo, los hinchas están inconformes y dicen que están poniendo en verguenza a Brasil, que a este Brasil se le ve muy lejos de los tiempos de oro que lo precedieron. Sólo espero que nuestra selección tica, no tenga que jugar con tanta desventaja como la mala fortuna le dictó a Colombia, a Chile y muchos otros y que la mano de la FIFA no siga despejando el camino en favor de los equipos de siempre, a los que quieren eternizar como las vacas sagradas del fútbol. No es rara esta estratégia de poner un arbitro a pitar faltas ficticias o a hacerse de la vista gorda ante las del equipo de preferencia de la FIFA, ya hemos experimentado esa frustración en carne propia aquí en Costa Rica. Estamos nominados como el equipo con más faltas del mundial, hasta una tarjeta roja nos metieron, nos hacen controles anti-doping, porque nustro país y nuestro equipo no le cae en el saco a la FIFA. Hay que hacerle fuerza a nuestra selección, pase lo que pase para mi ya son ganadores. No dudo que nuestro equipo pueda ganar contra Holanda, nuestros jugadores están haciendo un gran juego, pero si por casualidad nos toca la de perder, yo prefiero perder como lo hizo, Colombia, Chile, Ecuador, México, Argelia y muchas otras selecciones, que ganar con un triunfo cuestionado como lo está haciendo Brasil en este mundial. Que habiendo equipos tan buenos futbolísticamente hablando, no se vale que la Copa quede en manos dudosas.