En el último episodio del podcast "Coaching para Gerentes", nos sumergimos en una montaña rusa empresarial, donde la vida y muerte de una empresa se discuten con la seriedad de un drama shakespeariano, pero con el giro de un stand-up cómico.
A través de las 36 lecciones, el gerente se transforma de un simple mortal en un visionario capaz de prever el apocalipsis empresarial o, al menos, sacarle provecho.
Desde entender las fluctuaciones del mercado hasta adoptar una ética que haría sonrojar a un monje, el podcast es un crisol de sabiduría. Se nos recuerda que, como en la vida, en los negocios también hay ciclos; algunos nacen, crecen, se reproducen (o no) y mueren. Pero aquí, la muerte no es el fin, sino un espectacular trampolín hacia la reinventación o, para los menos afortunados, una lección carísima (esperemos que al menos sea deducible de impuestos).
Y mientras algunos gerentes pueden temer el ocaso de su empresa como si fuera un episodio final de su serie favorita, este episodio nos equipa con un arsenal de conocimientos para enfrentar esos momentos con el aplomo de un superhéroe (o al menos, con menos pánico).
Invito a reflexionar sobre la vida y muerte de las empresas:
¿Estamos preparados para el gran final de nuestra empresa, o simplemente esperamos que sobreviva más que nuestros competidores?
La vida empresarial es efímera, pero las lecciones aprendidas son eternas.
¿Qué opinas?
¿Es mejor reinventarse o morir con dignidad empresarial?
A través de las 36 lecciones, el gerente se transforma de un simple mortal en un visionario capaz de prever el apocalipsis empresarial o, al menos, sacarle provecho.
Desde entender las fluctuaciones del mercado hasta adoptar una ética que haría sonrojar a un monje, el podcast es un crisol de sabiduría. Se nos recuerda que, como en la vida, en los negocios también hay ciclos; algunos nacen, crecen, se reproducen (o no) y mueren. Pero aquí, la muerte no es el fin, sino un espectacular trampolín hacia la reinventación o, para los menos afortunados, una lección carísima (esperemos que al menos sea deducible de impuestos).
Y mientras algunos gerentes pueden temer el ocaso de su empresa como si fuera un episodio final de su serie favorita, este episodio nos equipa con un arsenal de conocimientos para enfrentar esos momentos con el aplomo de un superhéroe (o al menos, con menos pánico).
Invito a reflexionar sobre la vida y muerte de las empresas:
¿Estamos preparados para el gran final de nuestra empresa, o simplemente esperamos que sobreviva más que nuestros competidores?
La vida empresarial es efímera, pero las lecciones aprendidas son eternas.
¿Qué opinas?
¿Es mejor reinventarse o morir con dignidad empresarial?