UNA APUESTA PENDIENTE
Nos fuimos a ver un partido de futbol de la secundaria de nuestra hija, estando ahí nos topamos con un excompañero de trabajo de mi esposa de hace años, Jorge un tipo en sus cuarentas, alto 1,80 moreno, grueso pero firme, de los que hacen deporte, ellos se tenían mucha “confianza”, bromas y muchos chistes de doble sentido.
Estuvimos todo el partido apoyando a los chicos, vacilando, noté esas miradas cómplices entre ellos.
Vivian, así llama mi esposa me había contado de una apuesta que habían hecho en aquel tiempo por un resultado del trabajo, que ella nunca honró porque le dio pena en su momento cumplir, que era levantarse la blusa y enseñarle los pechos, si Jorge perdía le tenía que enseñar el pene.
Resulta que Jorge era el encargado del centro deportivo, al finalizar el partido nos fuimos a un bar que está a escasos 50 metros para darles tiempo a los chicos que se bañen y alisten, nos ofrecimos ir ayudarle a Jorge a recoger todos los implementos de la cancha.
Ahí en el bar nos tomamos 3 cervezas cada uno cabe resaltar que a Vivian el alcohol la desinhibe bastante, en la conversación del bar salió el tema de la apuesta no pagada, nos reímos e hicimos chota, en fin pasamos un roto agradable.
Ya nos fuimos a la cancha a recoger todo, Vivian andaba una blusa deportiva naranja de tirantes que le resaltaba sus pechos y un legins blanco que le marcaba el culo riquísimo, adelante se le metía un poco entre sus labios, por lo que Jorge no le sacaba los ojos de encima.
Vivian es bajita 1,65 de altura culoncita de caderas ricas, pechos normales no muy grandes, blanca, pelo lacio, una mujer madura ya de 50 años pero se conserva bien y se cuida.
Guardando las cosas en una bodega Jorge sacó unas cervezas que tenía en una refrigeradora pequeña, nos tomamos tres más, en la conversación empezaron a recordar viejos tiempos, sale a relucir de nuevo el tema de la apuesta no pagada, entonces le digo a Vivian que debería cumplír y pagar lo apostado, en ese momento me vuelve a ver con cara de asombro pero al mismo tiempo de pícara sonriendo me pregunta si estoy seguro, Jorge por su lado se quedó mudo, pasaron unos segundos de silencio incómodo, creí que había ido muy lejos, pero ya que, ya lo había externado por lo que le preguntó a Jorge si quiere o no, que le pagara la apuesta, por lo que respondió diciendo que era cosa de jóvenes, si Vivian no lo había hecho era por alguna razón, en ese preciso instante ella se levantó el top dejando a vista de todos sus pechos con sus pezones rosaditos bien erectos, Jorge quedó pasmado, se le notaba como se ponía erecto, por debajo de su pantaloneta, gran bulto por cierto, Vivian se sostenía los pechos, los juntaba, los balanceaba de un lado a otro, los movía de arriba y abajo, ella me volvía a ver dándome señas como pidiendo perdón o permiso, por lo que comenté, que por el atraso en el pago de la apuesta debería Jorge poder tocar, ella se le acercó y le dijo- ya oíste aprovecha- Jorge, sin pensarlo mucho pero tímidamente le agarró uno de sus pechos tocando entre sus dedos su pezon que estaban visiblemente duros y erectos, mientras pasaba su mano, Vivian me volvió a ver, me puso la mano en su otro pecho, ya ahí supe que eso no iba a quedar en solo ver y tocar, se le notaba la excitación a Vivian, cuanto más la acariciábamos más se excitaba, Jorge no se aguantó se inclinó y empezó a pasar su lengua alrededor de su pezon, Vivian le agarró por encima de la pantaloneta a Jorge aquel bulto enorme que se le veía, ella le dijo que barbaridad Jorge no sabía que la tenía tan rica, al mismo tiempo me metió la mano en el buzo me agarró el pene que lo tenía durísimo, lo mismo hizo con Jorge, él le pasaba las manos por el culo y le acariciaba su vagina, Vivian se mordía los labios para evitar gemir pero no podía, en eso ella se puso de rodillas me bajo el buzo dejando mi verga al descubierto, me la empezó a sobar, a Jorge le hizo lo mismo, cuando la vio afuera la veía con esa cara como cuando a un niño están por darle una paleta
era gruesa morena grande unos 5 cm más que la mía, se la empezó a chupar, le pasaba la lengua por la cabeza haciendo circulos, luego se pasó a la mía y veía su pequeña mano acariciando a Jorge le agarraba los huevos con suavidad mientras me chupaba, luego se pasó para donde Jorge la empezó a chupar con más intensidad , se la metía hasta donde podía, así estuvimos, rato hasta que no aguanté y me regué en sus pechos, ella me seguía masturbando mientras se la chupaba a Jorge él le decía que ya casi ya casi ella lo chupaba más intensamente hasta que se le vino, pero ello no se la sacó de la boca lo seguía mamando Jorge, luego se la sacó, con las dos vergas en la mano se las pasaba por los pezones dejándolos todos llenos de fluidos se levantó, tiró a Jorge a una bolsa de uniformes que había en el suelo se quitó el leguins dejando al descubierto su depilada vagina y ese culo rico firme que tenía me volvió a ver me dijo que me pusiera al frente mientras ella agachándose lentamente agarró el pene todavia erecto de Jorge, se lo pasaba por la vagina, rosaba su ano, seguía rosando su vagina como masturbandose con la verga de Jorge, en eso la colocó en su panochita, empezó a bajar mientras ella gemía viendo a Jorge y a mí haciendo esa cara de dolor y placer al mismo tiempo, hasta que se la metió toda, empezó a subir y bajar lentamente cada vez que lo hacía le temblaban los pechos me agarró por el pene me jaló empezó a chuparme con muchas ganas e intensamente, mientras seguía cabalgando a Jorge decía que ya se venía y seguía y seguía, se vino de tal manera que mojó todo a Jorge, la bolsa de los uniformes, luego me dijo que quería que se la metiera por el culo ufffff estaba tan excitada que no quería que paráramos, me coloque detrás ella me sostuvo el pene se lo pasaba por el ano de arriba a abajo,- Jorge a punto de regarse -entonces me puso mi pene en su ano y me dijo que se la metiera suavecito estaba tan mojada que entro fácilmente sentía su culito caliente y con el movimiento sentía donde pasaba la de Jorge, Vivian empezó a moverse, gemía Jorge le tenía los pechos apretados, yo le agarraba las nalgas Vivian gimiendo con cada movimiento, me volvió a ver me decía que si le gustaba verla así con dos vergas dentro, sudando y llena de semen a su esposa, los dos le decíamos que era una puta rica, maldosa nos decía que ya se venía que no paráramos que le diéramos más duro, se volvió a venir a chorros nos empapó a los dos, me quité y verla ahí toda chorreada, sudada encima de Jorge con su cuerpo tembloroso, me excito muchísimo.
Nos quedamos en el suelo unos minutos Jorge nos dio un paño a cada uno, nos limpiamos, tomamos otra cerveza porque estábamos todos sudados, Vivían dijo que quedó más que saldada la apuesta y que lo que acababa de pasar iba ser nuestro secreto.