Iba para las playas de Limón y en eso el carro se le queda pegado, y nada que le arrancaba. Por suerte iba pasando Sor Juana Inés de la Cruz venía de un patrocinio sobre sus obras literarias, aparte de ser una poeta es una buena mecánica. Entonces le arregló el carro y le ofreció venderle un par de libros. Después de comprarle los libros prosiguió hacia las playas de Limon cuando iba a llegar, unos tráficos lo detuvieron por falta de marchamo y le quitaron el carro. Al final se tuvo que volver a la casa caminando....