Bueno, yo creo que en esta vida hay ratas de ratas.
Están las ratas que no necesitan pero igual roban.
Están las ratas que necesitan y aunque pueden conseguir trabajo, les es más fácil robar.
Están las ratas ratas esas que roban por que les cuadra.
Están las ratas que no les basta con robar, también tienen que hacer daño.
Están las ratas que necesitan, roban y les cuadró tanto que ni se esfuerzan.
Quizás algunos en algún momento de nuestra corta, muy corta vida nos dio el interés de adueñarnos de algo que no era nuestro. En mi caso, cuando estaba muy niña fui a la casa de una amiga por que me quería enseñar un juego de monopoly nuevo que tenía. Vi tantos billetes tan bonitos y nuevos que doblé uno y cuando lo tenía en la bolsa me arrepentí y lo devolví. Después de eso nunca más volví a hacer nada de eso, no me gustó la sensación.
Yo pienso que no se justifica el robo, igual aunque uno esté pasando por una gran necesidad igual hay otras maneras, pero robar nada que ver.