No solamente es esta una verdad absolutamente Indiscutible, sino que además por no comprenderse el asunto y en un afán de alcanzar ese rating irrelevante, algunos cometen imprudencias. Para todos los que ahora son hashtag Gerardo y los que de ningún modo aceptamos esa connotación, hablemos claro sobre este tema: La idea es no censurar al muchacho por su hazaña sino más bien apoyarlo y convertirlo en mártir, esa es la consigna de los sectores feministas, de los protectores de los derechos de la mujer -cualesquiera que sean-, de los moralistas, los comprometidos con la patria y sus "héroes", los panderetas que con solo encomendárselo al Supremo mediante frases trilladas ya lo saben infranqueable y protegido, para todos ellos hay que apoyar a Gerardo y su hazaña.
Pingüe favor le hacen a nuestra sociedad, mandando gente al matadero a ofrendarse imprudentemente en una sociedad que no va a cambiar, ni ahora, ni dentro de una década. Para eso hay procedimientos, para eso existen protocolos, podrán ser lentos, podrán ser igualmente imperfectos pero existen. Este Muchacho Gerardo, si su interés era denunciar, NUNCA debió tomar la ley en sus manos y señalar de la forma en que lo hizo al supuesto infractor y digo supuesto, porque no ha sido procesado y mucho menos acusado por la dama que supuestamente fue la ofendida. Entonces Gerardo se "envalentonó" y decidió tomar la justicia en sus manos y persiguió y acosó físicamente al supuesto infractor, pero no satisfecho con eso luego lo llevó hasta las redes sociales donde lo expuso para que otros hicieron banquete. El mismo se vio de pronto envuelto en un alborotado ambiente de falso reconocimiento donde se continuó exponiendo y vean qué rápido se dio el colapso. La policía es prudente y ante la falta de prueba contundente no pueden afirmar públicamente que lo ocurrido al muchacho es una consecuencia de su actuación, pero si se comprobara que en efecto fue así, entonces es un hecho que Gerardo actuó de manera equivocada en una primera instancia y luego continuó por ese sendero. Vean ustedes que fue interceptado mientras se dirigía a otro encuentro con la prensa, a seguir propagando su idea de castigo, cuando no había denuncia siquiera sobre el supuesto ilícito. Ahora todos se golpean el pecho y también la mesa, surgen grupos y frentes de defensa de su acción. Nadie cuestiona su compromiso con denunciar, si eso era lo que se proponía, lo que sí debe quedar claro es que equivocó Totalmente el procedimiento y, al hacerlo, se convirtió en víctima.
Ahora asistimos a ver -al igual que en el circo romano- la forma en que la turba continúa echando leña al fuego, motivando a otros a meterse a la arena e inmolarse para deleite de una sociedad cínica y morbosa que se solaza con estas situaciones extremas donde corre la sangre y hay dolor. Hay que ver las cosas con frialdad y no patrocinar este tipo de acciones. Vean ustedes ahora, el muchacho deja solos a su mujer embarazada y a su hijo pequeño. Lo primero que deben hacer todos esos comprometidos con el caso es hacer una recaudación monetaria y asistir a la familia del mártir o es que acaso el hecho de que se queden sin apoyo y en necesidad económica hace más dramático el caso? La cosa es seguir tirándole en Facebook, abrir una página nueva, recoger firmas, hacer ruido, pero que sean otros los que se sacrifican. Qué lindos que son los ticos, delgaditos de prudencia, siempre buscando la notoriedad como la lotería, de la noche al día.
SI A LA DENUNCIA CUANDO SEA NECESARIA, POR LOS CANALES CORRECTOS, NO A LOS GERARDO-DENUNCIANTES.