A mí no me gusta estar en una relación y tomar alguno de los dos papeles, ni ser la mandona, imponerse, decir siempre qué es lo que hay que hacer y cómo y al revés tampoco, no aguanto mucho tiempo así. Peor aún si se confunde el "mandar" con "controlar"
Para mí lo importante es tener claro desde el inicio las posturas mías y de la otra persona ante temas importantes, para que luego no hayan malos entendidos, qué cosas son negociables y cuáles uno simplemente no aceptaría (cosas que vayan en contra de principios, valores, ideología etc simplemente por complacer a la pareja), cuando se hace algo por alguien pero lo afecta a uno mismo la relación no tiene mucho futuro, tarde o temprano sale por algún lado