Hace algún tiempo que mi novio y yo estamos saliendo, ambos compartimos gustos por muchas cosas en común, tanto así que hemos compartido nuestras fantasías sexuales y queremos hacerlas realidad… Somos muy buen complemento uno del otro.
Él trabaja muy lejos de donde vivo y trabajo yo, entonces nos ingeniamos para vernos cada semana un día por lo menos, esta vez el vino a mi casa, tras 4 horas de manejar llego un poco cansado y exhausto del calor que lo acompañó durante el viaje.
Cada día que compartimos, cada trocito robado al tiempo hace que nuestras vidas alcancen niveles inimaginables de placer, tanto a nivel sexual como emocional, su presencia provoca en mi las ganas de devorarlo, todas las ansias juntas que he tenido que tragarme durante su ausencia se sacian con el presente en casa, en la cama nos volvemos locos, el me da picha hasta el delirio tanto así que su picha hasta maltratada queda de tanto hacernos el amor.
Las maneras de excitarnos son tantas que hasta una mirada o una palabra ya despierta nuestra pasión, esta ocasión no era una visita como cualquier otra, esta era especial, era su cumpleaños.
Salí del trabajo antes de la hora para preparar todo y que cuando llegara se sintiera cómodo, tenía la agenda planeada para hacerle sentir muy especial en su día, yo compre una ropa muy sensual para él y la lencería era exquisitamente sexi, así como a Martin le gusta, me llamo para indicarme que llegaría un poco tarde pues había mucho tráfico.
Mientras lo esperaba imaginaba como insinuarme para hacerle el amor, mientras más imaginaba más me excitaba, para mi cumpleaños su obsequio fue un vibrador al que no nombramos Angel por las noches de gloria que me da en su ausencia, subí a mi habitación para tomar una ducha y lleve a nuestro amigo Ángel conmigo, llene la tina y me acosté para relajarme y concentrarme en como seria esta mágica noche, acaricie mi cuerpo, mis tetas estaban deseosas, mis pezones estaban parados, mi vagina húmeda y reclamando su picha, su boca.
Comencé a jugar con Ángel, me penetraba rico y con el vibrador sobre mi clítoris era exquisita la sensación, mi mente volaba no era el consolador era la picha de Martin que me estaba cogiendo, no era el vibrador sobre mi clítoris era la boca de mi amiga que se deleitaba, mi mano recorría con mas ansias mi piel y se abrió paso entre mis ricas nalgas para acariciarme por completo, así llegue muy pronto al paraíso, sentí como banaba en leche a mi consolador wowwww que rico me regaba pensando en Martin y eso provoca que quede con más ganas…
Me vestí con mi ropa súper sexi y lo espere, no tardo mucho en llegar y un profundo beso fue primero que una palabra, él se veía riquísimo como siempre, vestido de una manera tan varonil que me incitaba a quitarle todo y montarme sobre él para cogérmelo como una jinete sobre su caballo mmmm que rico se veía mi hombre, con su mirada me llevaba a la cama, me desnudaba, me hacia suya.
Mientras nos besábamos, el deseo me gano y desabroche despacio su camisa, lentamente se la quite, su pecho descubierto me incitada a acariciarlo, lo senté sobre el sofá mientras sujetaba con mis manos su cabeza, bese su cuello, su pecho hasta el ombligo, recorrí con mi lengua su torso y con suaves mordiscos bordeaba su costado, Martin ricamente se retorcía y eso me alboroto mas, mordí suavemente sus pezones que se ponen duros y ricos tanto como los míos, mientras tanto le quitaba su faja y abrí su zipper, wowwwwwwwww ahí estaba su picha, parada, deseosa de mi, la acaricie sobre su bóxer y baje sus pantalones con mis manos, al mismo tiempo que mi boca recorría lo que me faltaba de su cuerpo, no mediamos una palabra, todo eran sensaciones de placer.
De un tiro le quite su ropa interior, y le dije al oído: “Papi quiero leche, me prestas tu picha para mamarte” el solo atino a decir si con un movimiento de cabeza, que delicia su glande estaba lleno de lubricante, al posar mis labios sobre el quedaron impregnados de su jugo exquisito y mi boca subía y bajaba por su picha que cada vez se paraba mas, me encanta mamar ese manjar, mientras más te mamo mas te deseo. Martin solo disfrutaba admirándome verme comiendo su verga entera.... Ahhhhhhhhhhhh que rica picha!!!
Me tomo de la cintura y me sentó de golpe encima suyo, subió mi mini vestido y separo mi bikini, me penetro sin avisar, fue tan rico y excitante que de inmediato comencé a gemir, a gritar, era su picha lo que pedía, el me daba lo que yo exigía, si gritaba mucho me cogía mas fuerte tanto como me gusta, sus movimientos fueron tan ricos que no podía dejar de gemir, ahhhhhhh Martin cógeme, soy tuya, tu puta, tu perra, cógeme, cógeme papi, hazlo duro, quiero maaaaaas…………. Cuando mas excitada estaba saco su picha llena de lubricante nuestro y me puso a mamarlo otra vez, la metía en mi boca, y la sacaba de golpe, como castigándome a no darme más, me puso de pie y abrió mis piernas, metió 2 de sus dedos en mi vagina y empezó a lamer mi clítoris como un animal, con deseo, con desesperación, mi vagina estaba hinchada de tanto desearlo, me puso de 4 sobre el sofá y continuo chupándome toda esta vez desde de mi culo hasta colgarse de mi clítoris ahhhhhhh que riiiiiiiiiico me vine en su boca.
Se sujeto de mi cintura y me culio si así como suena porque de una penetro mi culo dejando ir toda su picha hasta el fondo, no pude ni quejarme solo gemía de lo rico que me coge mi hombre, el empezó a darme tan exquisito que pronto empezó a temblar y me dijo toma mami aquí está tu leche, wooowwwwwwwwww que manjar, que atrevido, toda su leche dentro de mí.
Quedamos satisfechos de nuestra bienvenida, le pregunte: como estas mi amor? El respondió ahora mejor que antes…. Como era su cumpleaños tenía preparada una cena especial en casa y para luego iríamos a bailar a una disco cerca de la playa, mientras el tomaba un baño, yo servía la mesa, brindamos con una botella de vino y nos fuimos a la disco.
Al llegar el lugar estaba a reventar pero sonaba muy buena música, y como a Martin le encanta bailar entramos, tomamos algo y salimos a la pista de baile, muy tropical era el ritmo, muy movido, eso nos puso calientes otra vez, el ritmo de la música cambio y se volvió más sensual, fue delirante ver a mi hombre bailar para mi, restregarme su hombría en cada movimiento, sus sensuales miradas y sus labios gritaban que me deseaban, observe que a nuestro alrededor nos estaban mirando y me pareció genial la idea de excitarnos ahí frente a todos y empezamos a bailar muy sexi, el tocaba mis tetas mientras yo movía mi trasero sobre su abultado pantalón y lo tomaba de su cabeza con mis manos extendidas hacia atrás, sus manos subían y bajaban en todo mi cuerpo, hombres y mujeres que observaban se deleitaban con nuestro derroche de pasión y sensualidad.
Nuestros sudados cuerpos seguían deleitándose con miradas y caricias, el ritmo de la música se aceleraba igual que nuestras hormonas, un hombre que estaba frente a mí se tocaba la picha sobre su pantalón y me hacía gestos de deseo mientras que dos chicas al lado mordían sus labios y se acariciaban sus tetas viendo como se movía mi exquisito hombre, seguro que pensaban si así se mueve bailando como será culiando… que rico y ese hombre solo lo disfruto yo, y esta mujer solo tiene una marca y dice Martin.
La pista de baile se lleno de gente excitada por el ritmo contagioso de nuestros movimientos, nos fuimos a una silla esquinera en la barra él se recostó ahora era mi turno para bailarle, solo me falto quitarle la ropa, lo roce, lo bese, lo abrace y le dije: Papi penétrame ahora mismo, quiero hacer el amor aquí!!!! Me volteo subió un poco mi vestido saco su picha por el zipper y lo hizo, nos movíamos al ritmo de la fiesta, algunos supieron que estábamos haciendo y se limitaron a ver y desear, luego me sentó en el borde la silla y se atrevió a exponer mis tetas y a mamarlas a tragarlas por completo mientras me penetraba rico y salvajemente, me vine de la excitación de verlo cogiéndome y de ver como me observan los demás, así nos cogimos en la disco, así se rego mi hombre.
Salimos de madrugada y nos fuimos a casa a descansar pues el día apenas empezaba y nos quedaban muchas mas culiadas por disfrutar!!!
Él trabaja muy lejos de donde vivo y trabajo yo, entonces nos ingeniamos para vernos cada semana un día por lo menos, esta vez el vino a mi casa, tras 4 horas de manejar llego un poco cansado y exhausto del calor que lo acompañó durante el viaje.
Cada día que compartimos, cada trocito robado al tiempo hace que nuestras vidas alcancen niveles inimaginables de placer, tanto a nivel sexual como emocional, su presencia provoca en mi las ganas de devorarlo, todas las ansias juntas que he tenido que tragarme durante su ausencia se sacian con el presente en casa, en la cama nos volvemos locos, el me da picha hasta el delirio tanto así que su picha hasta maltratada queda de tanto hacernos el amor.
Las maneras de excitarnos son tantas que hasta una mirada o una palabra ya despierta nuestra pasión, esta ocasión no era una visita como cualquier otra, esta era especial, era su cumpleaños.
Salí del trabajo antes de la hora para preparar todo y que cuando llegara se sintiera cómodo, tenía la agenda planeada para hacerle sentir muy especial en su día, yo compre una ropa muy sensual para él y la lencería era exquisitamente sexi, así como a Martin le gusta, me llamo para indicarme que llegaría un poco tarde pues había mucho tráfico.
Mientras lo esperaba imaginaba como insinuarme para hacerle el amor, mientras más imaginaba más me excitaba, para mi cumpleaños su obsequio fue un vibrador al que no nombramos Angel por las noches de gloria que me da en su ausencia, subí a mi habitación para tomar una ducha y lleve a nuestro amigo Ángel conmigo, llene la tina y me acosté para relajarme y concentrarme en como seria esta mágica noche, acaricie mi cuerpo, mis tetas estaban deseosas, mis pezones estaban parados, mi vagina húmeda y reclamando su picha, su boca.
Comencé a jugar con Ángel, me penetraba rico y con el vibrador sobre mi clítoris era exquisita la sensación, mi mente volaba no era el consolador era la picha de Martin que me estaba cogiendo, no era el vibrador sobre mi clítoris era la boca de mi amiga que se deleitaba, mi mano recorría con mas ansias mi piel y se abrió paso entre mis ricas nalgas para acariciarme por completo, así llegue muy pronto al paraíso, sentí como banaba en leche a mi consolador wowwww que rico me regaba pensando en Martin y eso provoca que quede con más ganas…
Me vestí con mi ropa súper sexi y lo espere, no tardo mucho en llegar y un profundo beso fue primero que una palabra, él se veía riquísimo como siempre, vestido de una manera tan varonil que me incitaba a quitarle todo y montarme sobre él para cogérmelo como una jinete sobre su caballo mmmm que rico se veía mi hombre, con su mirada me llevaba a la cama, me desnudaba, me hacia suya.
Mientras nos besábamos, el deseo me gano y desabroche despacio su camisa, lentamente se la quite, su pecho descubierto me incitada a acariciarlo, lo senté sobre el sofá mientras sujetaba con mis manos su cabeza, bese su cuello, su pecho hasta el ombligo, recorrí con mi lengua su torso y con suaves mordiscos bordeaba su costado, Martin ricamente se retorcía y eso me alboroto mas, mordí suavemente sus pezones que se ponen duros y ricos tanto como los míos, mientras tanto le quitaba su faja y abrí su zipper, wowwwwwwwww ahí estaba su picha, parada, deseosa de mi, la acaricie sobre su bóxer y baje sus pantalones con mis manos, al mismo tiempo que mi boca recorría lo que me faltaba de su cuerpo, no mediamos una palabra, todo eran sensaciones de placer.
De un tiro le quite su ropa interior, y le dije al oído: “Papi quiero leche, me prestas tu picha para mamarte” el solo atino a decir si con un movimiento de cabeza, que delicia su glande estaba lleno de lubricante, al posar mis labios sobre el quedaron impregnados de su jugo exquisito y mi boca subía y bajaba por su picha que cada vez se paraba mas, me encanta mamar ese manjar, mientras más te mamo mas te deseo. Martin solo disfrutaba admirándome verme comiendo su verga entera.... Ahhhhhhhhhhhh que rica picha!!!
Me tomo de la cintura y me sentó de golpe encima suyo, subió mi mini vestido y separo mi bikini, me penetro sin avisar, fue tan rico y excitante que de inmediato comencé a gemir, a gritar, era su picha lo que pedía, el me daba lo que yo exigía, si gritaba mucho me cogía mas fuerte tanto como me gusta, sus movimientos fueron tan ricos que no podía dejar de gemir, ahhhhhhh Martin cógeme, soy tuya, tu puta, tu perra, cógeme, cógeme papi, hazlo duro, quiero maaaaaas…………. Cuando mas excitada estaba saco su picha llena de lubricante nuestro y me puso a mamarlo otra vez, la metía en mi boca, y la sacaba de golpe, como castigándome a no darme más, me puso de pie y abrió mis piernas, metió 2 de sus dedos en mi vagina y empezó a lamer mi clítoris como un animal, con deseo, con desesperación, mi vagina estaba hinchada de tanto desearlo, me puso de 4 sobre el sofá y continuo chupándome toda esta vez desde de mi culo hasta colgarse de mi clítoris ahhhhhhh que riiiiiiiiiico me vine en su boca.
Se sujeto de mi cintura y me culio si así como suena porque de una penetro mi culo dejando ir toda su picha hasta el fondo, no pude ni quejarme solo gemía de lo rico que me coge mi hombre, el empezó a darme tan exquisito que pronto empezó a temblar y me dijo toma mami aquí está tu leche, wooowwwwwwwwww que manjar, que atrevido, toda su leche dentro de mí.
Quedamos satisfechos de nuestra bienvenida, le pregunte: como estas mi amor? El respondió ahora mejor que antes…. Como era su cumpleaños tenía preparada una cena especial en casa y para luego iríamos a bailar a una disco cerca de la playa, mientras el tomaba un baño, yo servía la mesa, brindamos con una botella de vino y nos fuimos a la disco.
Al llegar el lugar estaba a reventar pero sonaba muy buena música, y como a Martin le encanta bailar entramos, tomamos algo y salimos a la pista de baile, muy tropical era el ritmo, muy movido, eso nos puso calientes otra vez, el ritmo de la música cambio y se volvió más sensual, fue delirante ver a mi hombre bailar para mi, restregarme su hombría en cada movimiento, sus sensuales miradas y sus labios gritaban que me deseaban, observe que a nuestro alrededor nos estaban mirando y me pareció genial la idea de excitarnos ahí frente a todos y empezamos a bailar muy sexi, el tocaba mis tetas mientras yo movía mi trasero sobre su abultado pantalón y lo tomaba de su cabeza con mis manos extendidas hacia atrás, sus manos subían y bajaban en todo mi cuerpo, hombres y mujeres que observaban se deleitaban con nuestro derroche de pasión y sensualidad.
Nuestros sudados cuerpos seguían deleitándose con miradas y caricias, el ritmo de la música se aceleraba igual que nuestras hormonas, un hombre que estaba frente a mí se tocaba la picha sobre su pantalón y me hacía gestos de deseo mientras que dos chicas al lado mordían sus labios y se acariciaban sus tetas viendo como se movía mi exquisito hombre, seguro que pensaban si así se mueve bailando como será culiando… que rico y ese hombre solo lo disfruto yo, y esta mujer solo tiene una marca y dice Martin.
La pista de baile se lleno de gente excitada por el ritmo contagioso de nuestros movimientos, nos fuimos a una silla esquinera en la barra él se recostó ahora era mi turno para bailarle, solo me falto quitarle la ropa, lo roce, lo bese, lo abrace y le dije: Papi penétrame ahora mismo, quiero hacer el amor aquí!!!! Me volteo subió un poco mi vestido saco su picha por el zipper y lo hizo, nos movíamos al ritmo de la fiesta, algunos supieron que estábamos haciendo y se limitaron a ver y desear, luego me sentó en el borde la silla y se atrevió a exponer mis tetas y a mamarlas a tragarlas por completo mientras me penetraba rico y salvajemente, me vine de la excitación de verlo cogiéndome y de ver como me observan los demás, así nos cogimos en la disco, así se rego mi hombre.
Salimos de madrugada y nos fuimos a casa a descansar pues el día apenas empezaba y nos quedaban muchas mas culiadas por disfrutar!!!
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quisiera tener una pareja asi de explosiva
