Hola nuevamente.
Debo reconocerlo, soy un templado!!! Y quizá también muy pervertido, pero me tienta demasiado mi otra cuñadita... Si, además de Ariela, tengo otra cuñada aún más perra, más rica, más sexy... y que se viste más puta!!!
Ella se llama Adela... Y desde hace varios meses me comen los deseos por cogérmela. Es tanta mi excitación por ella que me he arriesgado a sobarme la verga con sus tanguitas, hasta llenarlas de mi semen... El contemplarla tan sensual mientras está en casa, vestida con apenas una blusita que deja ver lo paradito de sus pezoncitos y un short en el que se dibuja perfectamente el tamaño y la forma de su mico... Me vuelve loco!!!
Han sido tantas veces en las que la observo caminar con ropas de ese tipo, moverse de un lado a otro en la casa y deleitarme con el delicioso movimiento de sus perfectas nalgas. Camina y me parece una maldita puta deseosa de verga. La imagino, la pienso mientras me la sobo... La recuerdo mientras ha dejado a mi vista la tanguita que anda, mientras se sienta, se agacha o se pone de pie y marcha, moviendo delirantemente su culo, sin compasión de mis deseos y mi verga.
Casi no conversamos. La relación es muy distinta a la que tengo con Ariela. Y eso me excita aún más, porque mientras me masturbo la nombro con intensidad e imagino que la penetro por todas partes mientras le digo frases vulgares y la trato como a una perfecta zorra. Definitivamente, quiero cogérmela!!!
Pero bueno, parece que eso va a estar un poco más difícil que con Ariela. Eso sí, he ido un poco más allá y me he arriesgado con ella. Aún no sé qué piensa exactamente sobre mí después de lo que pasó, pero a veces pienso que debería de repetirlo para así saber qué me espera.
Y es que, una tarde en la que estábamos en el apartamento donde vive Ariela con mi novia (Adela había llegado a quedarse algunos días), sucedió algo que ni yo esperaba hacer. No pude resistirme y se dio.
En la habitación nos encontrábamos los cuatro. Ariela tenía que irse y decidió darse una ducha. Karla (mi novia) y yo fuimos a la sala y Adela se quedó en el cuarto ordenando algunas cosas. Dejó la puerta abierta. Ese día ella vestía un short muy muy corto. Las puntitas de sus nalguitas sobresalían en el. Y ni qué decir de lo deliciosa que se veía de frente. El short le apretaba fascinantemente. La muy puta se puso una blusa de tirante y sin sostén. No paraba de contemplarla cada vez que podía... Me imaginaba nada más en el brutal sobo que le daría a mi picha cuando regresara a mi casa.
Adela es una flaca deliciosa. De senos pequeños, pero bien paraditos. Sus nalgas son perfectas y su rostro provoca un morbo sensacional.
En un momento, Karla salió a comprar algunas cosas y yo preferí quedarme viendo televisión. Mi intensión era conversar un poco con Adela mientras estábamos solos y, por supuesto, admirarla aún mejor. Entonces caminé hasta la puerta del cuarto. Y ahí estaba, de pie inclinada y buscando algunas cosas en un cajón que tenía en el piso. De espaldas a mí. Cuando llegué a la puerta me encontré mirando directamente su culo... Era una vista maravillosa!
Comencé a tocarme la picha, al tiempo en que se me endurecía. No podía creer lo deliciosa y lo perra que se veía en esa posición.
Me detuve. Dejé de acariciar mi verga erecta y caminé despacio hacia donde ella estaba, para que no me escuchara. Por suerte tenía música en el cuarto. Me acerqué lo suficiente a ella y no paraba de contemplar lo rico que se veía su miquito y lo sabroso que estaba su culo... Era una posición para tomarla de sus nalgas y mamarle todo!!! Era una posición para arrancarle el short y meterle la verga hasta lo más profundo de su vagina, de su culo!!! Pensaba en todas estas cosas y la miraba encantado. Y fue ahí donde no aguanté y decidí tocarle todo!!!
Sí, mi mano derecha se pegó a su culo, a su vagina... Lo toqué con firmeza y suavidad a la vez....
Ella se estremeció y se asustó. "Hijueputaaa" dijo...
Me observó, se llevó sus manos al culo y me preguntó con mucha extrañeza: "¿Qué está haciendo?"
Estaba un poco agitada. Se impresionó mucho y me observó con mi erección y mi mano tratando de cubrirla.
Sólo se me ocurrió decirle: "Adela no lo aguanté... Me provocaste tantas cosas en esa posición. No me aguanté las ganas de tocarte."
Me dijo: "Eso está mal. Usted no puede hacer eso."
Le dije: " Yo sé Adela. Pero las ganas, la excitación... Todo pudo más. Disculpa por templarme tanto contigo, sé que no debí... Pero te veías demasiado sensual...".
Me dijo: "Salga del cuarto, antes de que nos vean. Ahorita alguien viene. No vuelva a hacer eso."
Le dije: "Mira como estoy por tí." Le mostraba mi erección e intenté sacármela, pero me pedía que no lo hiciera, que saliera del cuarto.
Le pregunté que si iba a contar esto a sus hermanas y me dijo que no podía pensar en eso en ese momento. Le pedí sinceras disculpas hasta lograr que me dijera que no iba a decir nada.
Mi versión fue hacerle ver que intento controlarme, pero que la deseo más. Y que por ello necesito que me ayude a no caer en la tentación, a evitar sentir tanta excitación por ella. Me toca ver qué tan provechoso será esto para mí.
Será en un nuevo relato.
Debo reconocerlo, soy un templado!!! Y quizá también muy pervertido, pero me tienta demasiado mi otra cuñadita... Si, además de Ariela, tengo otra cuñada aún más perra, más rica, más sexy... y que se viste más puta!!!
Ella se llama Adela... Y desde hace varios meses me comen los deseos por cogérmela. Es tanta mi excitación por ella que me he arriesgado a sobarme la verga con sus tanguitas, hasta llenarlas de mi semen... El contemplarla tan sensual mientras está en casa, vestida con apenas una blusita que deja ver lo paradito de sus pezoncitos y un short en el que se dibuja perfectamente el tamaño y la forma de su mico... Me vuelve loco!!!
Han sido tantas veces en las que la observo caminar con ropas de ese tipo, moverse de un lado a otro en la casa y deleitarme con el delicioso movimiento de sus perfectas nalgas. Camina y me parece una maldita puta deseosa de verga. La imagino, la pienso mientras me la sobo... La recuerdo mientras ha dejado a mi vista la tanguita que anda, mientras se sienta, se agacha o se pone de pie y marcha, moviendo delirantemente su culo, sin compasión de mis deseos y mi verga.
Casi no conversamos. La relación es muy distinta a la que tengo con Ariela. Y eso me excita aún más, porque mientras me masturbo la nombro con intensidad e imagino que la penetro por todas partes mientras le digo frases vulgares y la trato como a una perfecta zorra. Definitivamente, quiero cogérmela!!!
Pero bueno, parece que eso va a estar un poco más difícil que con Ariela. Eso sí, he ido un poco más allá y me he arriesgado con ella. Aún no sé qué piensa exactamente sobre mí después de lo que pasó, pero a veces pienso que debería de repetirlo para así saber qué me espera.
Y es que, una tarde en la que estábamos en el apartamento donde vive Ariela con mi novia (Adela había llegado a quedarse algunos días), sucedió algo que ni yo esperaba hacer. No pude resistirme y se dio.
En la habitación nos encontrábamos los cuatro. Ariela tenía que irse y decidió darse una ducha. Karla (mi novia) y yo fuimos a la sala y Adela se quedó en el cuarto ordenando algunas cosas. Dejó la puerta abierta. Ese día ella vestía un short muy muy corto. Las puntitas de sus nalguitas sobresalían en el. Y ni qué decir de lo deliciosa que se veía de frente. El short le apretaba fascinantemente. La muy puta se puso una blusa de tirante y sin sostén. No paraba de contemplarla cada vez que podía... Me imaginaba nada más en el brutal sobo que le daría a mi picha cuando regresara a mi casa.
Adela es una flaca deliciosa. De senos pequeños, pero bien paraditos. Sus nalgas son perfectas y su rostro provoca un morbo sensacional.
En un momento, Karla salió a comprar algunas cosas y yo preferí quedarme viendo televisión. Mi intensión era conversar un poco con Adela mientras estábamos solos y, por supuesto, admirarla aún mejor. Entonces caminé hasta la puerta del cuarto. Y ahí estaba, de pie inclinada y buscando algunas cosas en un cajón que tenía en el piso. De espaldas a mí. Cuando llegué a la puerta me encontré mirando directamente su culo... Era una vista maravillosa!
Comencé a tocarme la picha, al tiempo en que se me endurecía. No podía creer lo deliciosa y lo perra que se veía en esa posición.
Me detuve. Dejé de acariciar mi verga erecta y caminé despacio hacia donde ella estaba, para que no me escuchara. Por suerte tenía música en el cuarto. Me acerqué lo suficiente a ella y no paraba de contemplar lo rico que se veía su miquito y lo sabroso que estaba su culo... Era una posición para tomarla de sus nalgas y mamarle todo!!! Era una posición para arrancarle el short y meterle la verga hasta lo más profundo de su vagina, de su culo!!! Pensaba en todas estas cosas y la miraba encantado. Y fue ahí donde no aguanté y decidí tocarle todo!!!
Sí, mi mano derecha se pegó a su culo, a su vagina... Lo toqué con firmeza y suavidad a la vez....
Ella se estremeció y se asustó. "Hijueputaaa" dijo...
Me observó, se llevó sus manos al culo y me preguntó con mucha extrañeza: "¿Qué está haciendo?"
Estaba un poco agitada. Se impresionó mucho y me observó con mi erección y mi mano tratando de cubrirla.
Sólo se me ocurrió decirle: "Adela no lo aguanté... Me provocaste tantas cosas en esa posición. No me aguanté las ganas de tocarte."
Me dijo: "Eso está mal. Usted no puede hacer eso."
Le dije: " Yo sé Adela. Pero las ganas, la excitación... Todo pudo más. Disculpa por templarme tanto contigo, sé que no debí... Pero te veías demasiado sensual...".
Me dijo: "Salga del cuarto, antes de que nos vean. Ahorita alguien viene. No vuelva a hacer eso."
Le dije: "Mira como estoy por tí." Le mostraba mi erección e intenté sacármela, pero me pedía que no lo hiciera, que saliera del cuarto.
Le pregunté que si iba a contar esto a sus hermanas y me dijo que no podía pensar en eso en ese momento. Le pedí sinceras disculpas hasta lograr que me dijera que no iba a decir nada.
Mi versión fue hacerle ver que intento controlarme, pero que la deseo más. Y que por ello necesito que me ayude a no caer en la tentación, a evitar sentir tanta excitación por ella. Me toca ver qué tan provechoso será esto para mí.
Será en un nuevo relato.
