Espero tengan tiempo para leer
La verdad esto es un tema de foro. Para muchas páginas. Especialmente el caso de la migración de Nicaragua a Costa Rica. En particular no tengo nada en contra de los "Nicas", sin embargo las leyes deberían ser más estrictas en cuanto a la cantidad y calidad de los refugiados en este país.
Entiendo y comprendo la situación interna del vecino país, quienes durante mucho tiempo estaban sumergidos en una guerra civil y turbulencia política que aún existe, garantías sociales escasas, hacen de su economía una de las dificiles de la zona. Las generaciones que vivieron estos estos flagelos cargan en sus espaldas historias de desolación, muerte, hambre y mucha tristeza.
Muchos de ellos se acostumbraron a vivir entre la violencia la hicieron parte de sus vidas y de sus escalas de valores. Observar como sus familiares más cercanos resolvían los problemas a los golpes y “plomazos”, pues es lo que en la buena teoría han aprendido.
Siento que corre por entre sus venas un sentimiento de odio contra su propia existencia y pasan en constante rencilla con la sociedad que les rodea.
Con esto no quiero generalizar pues gran parte de mi desarrollo profesional y de mi crecimiento personal y laboral, se lo debo a una “Nica”. Pero también debo de recordar que esta es una excepción a la regla.
Somos cuatro millones de habitantes en costa rica y un millón de nicaragüenses, y otras etnias no llegan a ese millón. El mestizaje se ha dado y se seguirá dando como fenómeno demográfico por lo que cada vez tendremos más sangre nicaragüense entre nosotros.
Se les abrió las puertas a estos “hermanos”, como la política ha decidido llamarlos, se les ha entregado seguridad social y todos los derechos que un nativo de esta tierra ha mantenido durante muchos años.
No quiero extenderme más pues también hay otros temas de fondo relacionados como la situación laboral y el estatus migratorio de algunos, por no decir cuántos de estos están indocumentados en este país.
Nosotros los “ticos” no vamos a matar gente a Nicaragua…lo que me preocupa es que este escenario de muertes de mis hermanos costarricenses se convierta en un virus imparable y que se propague de tal forma que las generaciones venideras asuman este ejemplo y la violencia en las calles sea cada vez más catastrófica.