Memorias de mis putas ricas.
En todos mis años de vida sexual, no sé cuántos tríos me he perdido por no tener un compa de confianza con quien cogerme una wila. Soy amante de los tríos HMH.
Aunque solo tengo una experiencia de ese tipo, constantemente fantaseo con ella. Creo que eso se debe a que me excita demasiado ver a una mujer bien caliente, me excita sentir que está complacida hasta la saciedad. Ver a una mujer hermosa cuando pone cara de placer, ver sus mejillas rojas cuando está excitada y sentir el calor de su cuerpo y la humedad en su vagina, sentirla mojada hasta en sus piernas, es una de las mejores experiencias de vida de cualquier hombre.
Soy un mae discreto, educado, casado y con hijas pequeñitas, por eso me cuido mucho y normalmente me porto bien, pero la fantasía del trio HMH es constante en mi de toda la vida.
A tres de mis ex novias formales, poco a poco, las convencí para comprarles un dildo, les mostraba artículos de internet donde hablaban de que es bueno para las parejas experimentar con juguetes sexuales, de la importancia de evitar la rutina sexual probando cosas nuevas, y a una de ellas que le gustaba el porno, le mostraba videos de trios sexuales jajaja, y al final, por curiosidad, hasta la más conservadora terminó aceptando usar el dildo. Las mujeres son más curiosas que los gatos, si sabes despertar su curiosidad, hacen cosas que ni imaginamos…
Mi fetiche con los tríos comenzó con mi primera novia, la más conservadora que tuve, teníamos un año de jalar, yo tenía como 28 años y una vez viendo porno, vi un video donde un mae le hacía cosas a una chica con un dildo, la chica se parecía mucho a mi novia en ese momento, y en el video ponía una cara de puta que por la cara y el parecido con mi novia me regaba casi que con pantalones jajaja, y luego de jugar con el dildo en el video llegaba otro mae sin saber que ellos estaban en eso, y la chica lo invitaba a coger. Ese video lo vi como 3 años y se me ponía dura dura de solo pensar que era mi novia. El video me puso mas activo sexualmente.
Comencé a fijarme en juguetes sexuales, y encontré artículos de eso, así que tomé valor y le comencé a enseñar a mi novia los artículos y a hablar del tema, ella se quedaba viendo y oyendo como interesada pero no decía nada. Ella era muy conservadora, pero un día, después de leer un artículo y después de como 6 meses de tratar de convencerla, ella dijo que podíamos probar (por curiosidad jajaja).
Así que días después me armé de valor y la llamé: “flaca alístese bien rica para ir a hacer un mandado”, se puso una enaguita corta y una blusita más sexy de lo normal (ella no era de andar muy provocativa), y después de preguntar 7 veces que a donde íbamos, y yo decirle es sorpresa, pero que no podía decir que no, me la llevé para el sex shop del mall San Pedro. Me exitó la carita de leche que puso cuando se percató de que íbamos directo al sex shop, estaba tímida pero se veía excitada a la vez, creo que ya sospechaba que íbamos a algo así. Entramos, vimos todos los juguetes, pero ella no hablaba, solo movía la cabeza para responder si o no a mis preguntas o las del chico del sex shop. Y luego, cuando pasamos a la parte más privada, solo se reía y se ponía roja, así que decidí tomar sus risitas picaras como sís, y de esta manera compré un dildo grande y unas esposas.
Saliendo del sex shop, fuimos a comer al área de comidas, ella seguía riendose con risita sexosa, y allí la invite de una a una cabaña el fin de semana. Solo se rió con carita de placer sexual, lo tome como un sí.
Ella es pequeñita, tenía 25 años, piel blanca, pelo negro acolochado, ojos grandes y negros, delgadita, piernas delgadas, culito parado, tetitas grandes, voz dulce y tímida y tenía una gran pasión por las computadoras (estudiaba informática) tan intensa como su mal genio.
Empecé con ella a usar el dildo despacio, en momentos especiales (como en la cabaña), jugaba a que la amarraba, ella se dejaba, pasaba el dildo por su vagina, cerca de ella, luego en ella, primero sin meterlo, con golpecitos suaves en su clítoris, luego en su vientre, en sus tetas, en su pelvis, otras veces le vendé los ojos, otras veces use las esposas y la esposaba a la cama, otras veces ambas, siempre le abría bien las piernas para comerme bien su panochita y su culito, eso le encantaba, más después de un buen vino, el vino siempre es un aliado, les ayuda a las mujeres a relajarse, abrir bien las piernas y disfrutar más. Sus gemidos de placer, sus sexys “sis” y sus risitas con cara de leche acompañadas de “eres un malo”, me ayudaban a saber que más le gustaba.
Con el tiempo, como tres meses después de la compra, una vez en el Edén, la tenía con los ojitos vendados y amarrada a la cama, y ella estaba muy caliente, gemía riquísimo, y se movía delicioso, mientras me la cogía agarre el dildo y se lo acerqué a su carita, le daba golpecitos muy suaves en sus mejillas con el dildo… ¡y taran! Mágicamente, como por institnto sexual de mujer, comenzó a mamar el dildo suavemente, hizo a soltarse, así que le solté las manos, y agarró ella el dildo ella y empezó a mamarlo despacio hasta dentro, como si de otra picha se tratara, sentí donde se mojó más, y comenzó a moverse más fuertemente. Esa vez no aguanté y me vine como a los 30 segundos jajajaja.
Rápido ella se dio cuenta que yo no aguantaba y estallaba en leche cuando ella hacía eso, y como buena mujer en la cama que era (o es, tengo años de no saber de ella), me complacía y se dejaba llevar, una vez hasta me sentó en una silla y me dió un show de ella mamando el dildo. Esa vez, después de que terminamos, me dijo con una mirada sexy y juguetona: “me estas convirtiendo en una puta verdad?” jajaja. Y yo le dije “eso quisiera…” jajaja
Después de esa vez, ella cambió algo, me pidió que fueramos otra vez al sex shop y pidió que le comprara un dildo más grande, de los que se pegan a la pared, le puso nombre al dildo jajaja, y en la escena me decía que pegara el dildo a la pared, se ponía en cuatro y comenzaba a decir el nombre del dildo mientras se cogía con él al mismo tiempo que me la mamaba. Se movía como si de verdad se la estuvieran cogiendo mientras me la mamaba, gemía riquísimo, y se ponía roja roja, y después cambiaba y se ponía a mamar el dildo mientras yo me la cogía. Ella fue uno de mis mejores polvos de mi vida. Con ella llegué a hablar de tríos, pero al final no se dio.
Por cosas de la vida terminamos, pero yo quedé con las ganas y me templaba demasiado recordarla chupando el dildo mientras yo me la cogía. (Por cierto, el dildo no me lo devolvió, aunque se lo pedí jajaja). A partir de ahí comenzó mi afición por los dildos y trios HMH.
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Luego de que terminamos, buscando cumplir esa fantasía de trío, comencé a conocer putiamigas. Conociéndolas, desde el inicio les entraba con los tacos de frente, les hablaba del tema de trios y ya, si se quedaban, por lo menos ya sabían lo que yo buscaba, y si jalaban… tampoco perdía mucho, aunque la mayoría siguieron respondiéndome.
Conocí putiamigas, que después de un tiempo de coger me decían que sí se apuntaban al trio, que buscara un amigo y fueramos a tomar algo primero, y hasta me lo recordaban, lo tenían como fantasía. Pero me pasaba lo mismo, no tengo un compa de confianza.
De esas putiamigas todavía me quedan dos contactos, y cada muerte de obispo, contacto a alguna de ellas para variar el menú sexual. Las dos son casadas, y más bien son ellas las que piden discreción, entonces todo bien.
Una de ellas es nica, está riquísima, delgadita, tetoncita, carita linda y aunque no lo parece en la calle por la forma de vestir, es putitica en la cama, la otra es de aquí, también se calienta montones, un poquillo más dolor de bolas, viste más putilla, las dos con hijos.
He buscado en este foro, pero siempre me salen maes que cuando uno se mete a ver sus comentarios resultan playiticos, o me han salido locas diciendo que son “bi”, o chatas, o maleantes, o maes locazos y dema vulgares. La vara es que no tengo un compa de cacerías que sea normal, educado y discreto y que no sea playo ni maleante.
La última oportunidad que perdí de hacer un trio, fue hace tres semanas con una de esas putiamigas, la de aquí, me escribió después de años de no verla. “hola perdido”… la mae estaba y está riquísima y con un par de birras se le moja el panocho, una vez me dijo que tenía que usar toallas siempre porque si no se le veía la mojazón del panocho, a ella le gusta el exhibicionismo, se moja toda que la vean, lo sé porque lo habíamos hecho un par de veces…