Son perspectivas.
Hace unos años a mi primilla, el marido le pego una vergueada, fea, fea, con moretones, hospit y la vara. Y la bestia de mi primilla, defendiendo al mae, que pobrecito, que los traumas de no se que, que el no era así, que iba a cambiar, etc.
A la segunda vez que le pegó, mi tía, contactó con unos policias que le ayudaron a verguear al mae y lo fueron a dejar chingo en una calle por el Zurqui.
Yo se la historia, porque mi tía me pidió que la acompañara cuando quedó de encontrarse con los maes. Y me hizo prometerle que nunca le iba a contar a nadie lo que había pasado.
El mae luego dejo a mi primilla, y nunca más volvimos a saber de él.