Sin comunicación pues no se puede esperar mucho de una relación. Es cuestión de quitarse el miedo y atreverse a hablar con la pareja sobre las inquietudes que uno tenga, de cualquier tipo. Es la única forma de conocerse realmente. Lo mejor es no esperarse mucho para conversar los temas, puesto que entre más espere pues más tormenta hace uno en un vaso de agua en la jupa.
En la relación actual con mi novia pues hemos tratado de hablar de todo y la verdad ha funcionado muy bien. Resulta hasta reconfortante hablar y darnos cuenta que compartimos una buena cantidad de inquietudes. A veces hasta termina uno riéndose al darse cuenta que algunas cosas no eran para preocuparse tanto, y eso es sumamente reconfortante. Es una forma de quitarse un peso de encima, de ir desarrollando una confianza mutua y la verdad eso ha hecho que la atracción sea aun más fuerte.
Es mejor no tener secretos. Los secretos pueden volverse una fuente de mentiras, y las mentiras se cagan en las relaciones. También no hay que guardarse las cosas que a uno no le gusten. Por difícil que sea, es mejor "irse confesando" con la pareja desde que uno empieza a salir y tampoco tener miedo a hacer preguntas incómodas. Así pues ambos saben desde un principio con qué tipo de persona está saliendo en lugar de perder el tiempo en una relación que no va para ningún lado.
No está de más decir que la comunicación siempre tiene que ser honesta, incluso cuando se trate de una relación casual meramente física. Ahí anda más de uno por ejemplo metiéndo cuentos de "te amo!" cuando en realidad lo único que quieren es tener sexo. Y no es solo hombres que hacen eso, también hay mujeres que dicen que quieren una relación seria (por el qué dirán y para que no las tachen de zorras) cuando en realidad lo que quieren es tener sexo. Si uno no sabe realmente lo que quiere, pues también ¡se vale decir no sé lo que quiero!