A mí me gusta cocinar, incluso no soy malo haciéndolo. El problema es que soy muy exigente y cada vez que me metía a la cocina era una habladera por el desorden que me encontraba. Al final algo que me gustaba hacer era fuente de disgusto, por lo que decidí no volver a cocinar.
Mi mamá nos enseñó por parejo a planchar, cocinar y otras tareas, tanto a mujeres como varones. Igual se aprendió los oficios de reparación, mis hermanas arreglan una instalación eléctrica, un baño y reparan un mueble al igual que yo.
Mi esposa trabaja en la casa y ella se encarga de todo porque yo no tendría tiempo para mi trabajo.
Pero sí estoy de acuerdo que las tareas deben compartirse, más cuando los dos tienen que trabajar afuera.
Mi mamá nos enseñó por parejo a planchar, cocinar y otras tareas, tanto a mujeres como varones. Igual se aprendió los oficios de reparación, mis hermanas arreglan una instalación eléctrica, un baño y reparan un mueble al igual que yo.
Mi esposa trabaja en la casa y ella se encarga de todo porque yo no tendría tiempo para mi trabajo.
Pero sí estoy de acuerdo que las tareas deben compartirse, más cuando los dos tienen que trabajar afuera.