batisex
ANÓNIMO
Mi novia y yo últimamente hemos estado intercambiándonos correos medio XXX.
Este se lo escribí hace unos días, y me pareció que bien podría ir acá. Aunque sé que muy pocas mujeres leen esto, creo que es una buena referencia para una chica que desea darle una buena felación a su pareja!!!
En unas pocas ocasiones ya lo hemos hecho, sin embargo, ni lo hemos vuelto a hacer, ni había pensado en lo rico que podría resultar en la forma en que lo imagino.
Cada vez que lo pienso y lo imagino, sabe que me pasa? Pues por si no lo sabe le voy a decir: se me para, se pone grande, gruesa e inflamada, exactamente como la tengo en este momento al escribir esto.
Entonces cuando la tengo así, mi herramienta, la misma que la castiga y siente casi en el ombligo, imagino que usted y yo estamos de pie, usted vistiendo un puti-hilo, de esos mismos que se pone cuando viene a mi cuarto a templarme todo para que luego, inevitablemente, tenga que clavarla para quitarme las ganas, y quizá unos zapatos altos; y yo un boxer pegado al cuerpo.
Imagino que me da unos besos de esos suyos, todos sádicos y ricos, con lengua, que buscan que herramienta se hinche y logre esa longitud de casi 18cm que a usted tanto le fascina. Yo, mientras tanto, acaricio esas nalgas de diosa que tiene, pasando me dedo medio en medio de ellas, apretándolas, empujándolas hacia mí.
En determinado momento, usted sinuosamente baja hasta quedar a la altura de mi estaca, la besa lentamente por encima de mi boxer, acaricia su longitud, mientras que los gestos de su cara dicen "me voy a comer algo rico".
Inmediatamente toma los lados del boxer y lo comienza a bajar hasta dejar a la vista mis pocos vellos púbicos y la toda la base de mi picha, para comerzar a darme besitos y así hacer que no se me baje la templazón.
Luego, lo sigue bajando hasta la erección de mi estaca salta y deja ver aquel pedazo que marca bien rico las venas, sobretodo una que se marca mucho, la recuerda?; el gorro, rojo e inflamado, semicubierto del fluido lubricante que expulso cuando estoy templado, lo que hace que se vea aún más grande, mojado y resbaloso; usted observa todo eso, y vuelve a ver hacia arriba con cara de sádica, para instantes después poner la palma de su mano en mi pubis y apretar un poco la base de mi estaca, logrando así que mi gorro se hinche al máximo, poniéndose un color rojo apetitoso, que el cuerpo de mi picha se llene de venas y que de la punta salga una cantidad nada despreciable de líquido resbaloso.
Al ver eso, usted abre lo más que puede su boquita, porque sabe que debe hacerlo si quiere meterse en la boca el gorrote que logró ponerme al apretarme la base. Mete todo lo que le quepa en la boca, gorro y picha, para sacarlo lentamente, con la misma mecánica de como cuando come un helado y lo saca de la boca, rodeándolo con los labios hasta el final, hasta la punta. Hace todo eso porque le encanta sentir en su boca mi lubricación, lo resbaloso que se pone mi gorro cuando se humedece, además que le gusta saborearlo como buena perrita que es.
Cuando termina ese primer movimiento afloja presión en la base de mi herramienta para que la sangre circule, pero inevitablemente mi erección cae un poco, por lo que usted de manera rápida se la vuelve a echar en la boca para mamarla. Por ciertos momentos la saca para sobarla un poquito y mientras lo hace me dice "vamos papi, démela dura", "la quiero grande", "vamos perro, quiero ver esa picha con 18cm".
Una vez que tengo mi picha de un tamaño razonable, usted comienza con su juego: la llena de saliva y hace "tiritas" con ella, me chupa los huevitos mientras que con una mano me la soba, le pasa la lengua desde la bolsa de los huevitos hasta la punta del gorro, la soba y mama a dos manos, se pone en la lengua el gorro mientras la soba como si estuviera por regarme ahí, la besa, le pasa suavemente los dientes por la punta, le pasa la lengua a la vena que se me marca, me muerde el tronco de mi estaca. Todo eso por decirle algunos tips de juegos y acompañado de generosos gemidos suyos cuando la tiene dentro de su boca.
Es probable que a esta altura estaré lo suficientemente templado como para no sentir la sensación de la leche en el gorrito, de expulsarla fuerte y en mucha cantidad, por lo que usted al ver eso cambia la intensidad de la mamada, ahora chupa menos y se dedica más a meter y sacar de la boca, y a sobarla, exactamente buscando no sólo darme placer, si no buscando como hacerme llegar al punto de "No Retorno" y empiece a darle toda mi leche, que seguramente se la daré como a usted le gusta: mucha, caliente, blanca y espesa.
Aquí es donde el final feliz puede tener varios escenarios que USTED misma va a escoger en el momento, porque recuerde que usted la pone donde quiera. La puede poner adentro de su boca para sentir las contracciones de mi herramienta dentro de ella, así como la leche bajar por su garganta. Puede ponerla en sus pechos y así ver como me sale la lechita por la punta del gorrito, sentir en sus pechos la cantidad que sale. La puede poner sacando su lengua y así sentir como se la deposito ahí, sentir lo caliente que sale, una vez adentro puede sentir la textura y el sabor. O simplemente puede dejar que caiga en su cara, sentir como resbala por sus mejillas y labios.
Este se lo escribí hace unos días, y me pareció que bien podría ir acá. Aunque sé que muy pocas mujeres leen esto, creo que es una buena referencia para una chica que desea darle una buena felación a su pareja!!!
En unas pocas ocasiones ya lo hemos hecho, sin embargo, ni lo hemos vuelto a hacer, ni había pensado en lo rico que podría resultar en la forma en que lo imagino.
Cada vez que lo pienso y lo imagino, sabe que me pasa? Pues por si no lo sabe le voy a decir: se me para, se pone grande, gruesa e inflamada, exactamente como la tengo en este momento al escribir esto.
Entonces cuando la tengo así, mi herramienta, la misma que la castiga y siente casi en el ombligo, imagino que usted y yo estamos de pie, usted vistiendo un puti-hilo, de esos mismos que se pone cuando viene a mi cuarto a templarme todo para que luego, inevitablemente, tenga que clavarla para quitarme las ganas, y quizá unos zapatos altos; y yo un boxer pegado al cuerpo.
Imagino que me da unos besos de esos suyos, todos sádicos y ricos, con lengua, que buscan que herramienta se hinche y logre esa longitud de casi 18cm que a usted tanto le fascina. Yo, mientras tanto, acaricio esas nalgas de diosa que tiene, pasando me dedo medio en medio de ellas, apretándolas, empujándolas hacia mí.
En determinado momento, usted sinuosamente baja hasta quedar a la altura de mi estaca, la besa lentamente por encima de mi boxer, acaricia su longitud, mientras que los gestos de su cara dicen "me voy a comer algo rico".
Inmediatamente toma los lados del boxer y lo comienza a bajar hasta dejar a la vista mis pocos vellos púbicos y la toda la base de mi picha, para comerzar a darme besitos y así hacer que no se me baje la templazón.
Luego, lo sigue bajando hasta la erección de mi estaca salta y deja ver aquel pedazo que marca bien rico las venas, sobretodo una que se marca mucho, la recuerda?; el gorro, rojo e inflamado, semicubierto del fluido lubricante que expulso cuando estoy templado, lo que hace que se vea aún más grande, mojado y resbaloso; usted observa todo eso, y vuelve a ver hacia arriba con cara de sádica, para instantes después poner la palma de su mano en mi pubis y apretar un poco la base de mi estaca, logrando así que mi gorro se hinche al máximo, poniéndose un color rojo apetitoso, que el cuerpo de mi picha se llene de venas y que de la punta salga una cantidad nada despreciable de líquido resbaloso.
Al ver eso, usted abre lo más que puede su boquita, porque sabe que debe hacerlo si quiere meterse en la boca el gorrote que logró ponerme al apretarme la base. Mete todo lo que le quepa en la boca, gorro y picha, para sacarlo lentamente, con la misma mecánica de como cuando come un helado y lo saca de la boca, rodeándolo con los labios hasta el final, hasta la punta. Hace todo eso porque le encanta sentir en su boca mi lubricación, lo resbaloso que se pone mi gorro cuando se humedece, además que le gusta saborearlo como buena perrita que es.
Cuando termina ese primer movimiento afloja presión en la base de mi herramienta para que la sangre circule, pero inevitablemente mi erección cae un poco, por lo que usted de manera rápida se la vuelve a echar en la boca para mamarla. Por ciertos momentos la saca para sobarla un poquito y mientras lo hace me dice "vamos papi, démela dura", "la quiero grande", "vamos perro, quiero ver esa picha con 18cm".
Una vez que tengo mi picha de un tamaño razonable, usted comienza con su juego: la llena de saliva y hace "tiritas" con ella, me chupa los huevitos mientras que con una mano me la soba, le pasa la lengua desde la bolsa de los huevitos hasta la punta del gorro, la soba y mama a dos manos, se pone en la lengua el gorro mientras la soba como si estuviera por regarme ahí, la besa, le pasa suavemente los dientes por la punta, le pasa la lengua a la vena que se me marca, me muerde el tronco de mi estaca. Todo eso por decirle algunos tips de juegos y acompañado de generosos gemidos suyos cuando la tiene dentro de su boca.
Es probable que a esta altura estaré lo suficientemente templado como para no sentir la sensación de la leche en el gorrito, de expulsarla fuerte y en mucha cantidad, por lo que usted al ver eso cambia la intensidad de la mamada, ahora chupa menos y se dedica más a meter y sacar de la boca, y a sobarla, exactamente buscando no sólo darme placer, si no buscando como hacerme llegar al punto de "No Retorno" y empiece a darle toda mi leche, que seguramente se la daré como a usted le gusta: mucha, caliente, blanca y espesa.
Aquí es donde el final feliz puede tener varios escenarios que USTED misma va a escoger en el momento, porque recuerde que usted la pone donde quiera. La puede poner adentro de su boca para sentir las contracciones de mi herramienta dentro de ella, así como la leche bajar por su garganta. Puede ponerla en sus pechos y así ver como me sale la lechita por la punta del gorrito, sentir en sus pechos la cantidad que sale. La puede poner sacando su lengua y así sentir como se la deposito ahí, sentir lo caliente que sale, una vez adentro puede sentir la textura y el sabor. O simplemente puede dejar que caiga en su cara, sentir como resbala por sus mejillas y labios.
