Lo escribí antes y lo reafirmo de nuevo: el negar la existencia del infierno no hará que desaparezca mágicamente.
Los ateos prefieren pensar que todo va bien, que no hay nada por qué preocuparse una vez que muramos, que seremos "uno más" con el ambiente, pues la materia no se destruye, se transforma, y en esta ocasión, en fertilizante para las plantas que servirán de alimento a los animales o a los seres humanos que nos sucedan.
No hay problema. Si no se quiere creer, está bien. Júzguenlo como quieran.. negocio, aparato de control, represión... etc, eso no va a variar en nada lo dicho por el Señor en la Biblia.
Sobre que la humanidad está mejorando.. ¡por Dios!.. miren a su alrededor.. ¿estamos mejorando? ¿en qué estamos mejorando? no hay peor ciego que el que no quiere ver. El mundo va hacia su propia destrucción. El ser humano atenta contra sí mismo y contra la naturaleza que le rodea.
Dios habla y el ser humano decide escuchar o no. Él respeta esa decisión de todos nosotros, y si queremos seguir viviendo como si Dios no existiera, pues por mí está bien, al final de cuentas, no llevaré sus cargas sobre mis hombros el día que muera. El Evangelio está ahí, con las cosas positivas (premios, galardones, bendiciones) como con las cosas negativas (infierno, castigo, maldición), ya ninguno puede alegar desconocimiento de la verdad.
Yo creo por completo que todos somos responsables de nuestros actos y por lo tanto también deberemos asumir las consecuencias. Si una de las consecuencias es eventualmente ir al infierno, no vayan a culpar a Dios de eso ni a los creyentes... será el resultado de una decisión que se toma aquí, y ahora mientras se está con vida.