Tengo ganas de salir de aquí. Tal vez corriendo o tal vez caminando, y llegar a ti: a tu piel, a tu olor, a tu boca y a tu culo. Tengo ganas de salir de aquí e ir directamente hasta tu culo y en tu culo dar la vuelta y llegar a tu vagina y penetrarte. Tengo ganas de meterte el pene hasta el fondo de mis centímetros y tocar con alma. Tengo ganas de meterte el pene hasta el infinito: hasta el cielo, hasta la exósfera, hasta los límites de la galaxia y del universo. Tengo ganas de colocar mi pene en tus adentros y probar mundos y posibilidades imposibles —y fluidos, también—.