Representantes de Costa Rica se dieron cita en Bogotá, Colombia, para participar en el seminario regional "Desafíos actuales en la lucha contra la ciberdelincuencia". Este evento, organizado conjuntamente por los gobiernos de la República Checa y de Colombia, junto con el Centro de Competencia Cibernética de América Latina y el Caribe (LAC4), se convirtió en un foro crucial para debatir y fortalecer las estrategias regionales contra esta creciente amenaza.
La delegación costarricense, liderada por el magistrado Gerardo Rubén Alfaro, incluyó figuras notables como Martha Brenes, fiscal adjunta; Erick Lewis, jefe de la Sección Delitos Informáticos del Organismo de Investigación Judicial; y varios funcionarios diplomáticos del Departamento de Desarme, Terrorismo y Crimen Organizado de la Cancillería, así como de la Embajada de Costa Rica en Colombia.
En su intervención, el magistrado Alfaro enfatizó la sólida tradición de Costa Rica en la protección de los derechos humanos, destacando cómo esta se vincula con las estrategias de prevención y combate a la ciberdelincuencia. Según Alfaro, los derechos humanos, por su naturaleza universal, forman parte esencial de todos los instrumentos internacionales y deben ser la base en la lucha contra los delitos cibernéticos.
El seminario no solo buscó discutir los problemas actuales, sino también promover nuevos consensos y explorar alternativas al paradigma tradicional de la lucha contra la ciberdelincuencia, incluyendo el fortalecimiento de la ciberseguridad. La necesidad de cooperación internacional fue un tema recurrente, destacando la importancia de la colaboración entre países para enfrentar retos que no conocen fronteras.
Costa Rica, activa en varias iniciativas globales, incluyendo las negociaciones en la Organización de las Naciones Unidas para la Convención sobre Cibercrimen, ha mantenido una postura firme en garantizar la protección de derechos fundamentales mientras se combate la ciberdelincuencia. El país ha sido partícipe en la definición de estrategias contra amenazas emergentes como el terrorismo digital, el extremismo, y el mal uso de criptomonedas y la darkweb, que plantean riesgos significativos para las infraestructuras críticas a nivel mundial.
La participación de Costa Rica en este seminario es una muestra de su compromiso con la seguridad cibernética, no solo como un medio para proteger a sus ciudadanos, sino como parte de su contribución a un ciberespacio más seguro y estable para las generaciones futuras.
A medida que la prevalencia de la ciberdelincuencia sigue en aumento, la colaboración internacional se presenta como el único camino viable para mitigar estos desafíos globales.
Con los ojos puestos en la próxima convención a celebrarse en Nueva York del 29 de julio al 9 de agosto de 2024, Costa Rica reafirma su vocación de liderazgo en la protección de los derechos humanos en el ámbito digital.
El diálogo continuo y la búsqueda de consensos serán fundamentales para establecer normativas que no solo sean efectivas, sino que también respeten los valores universales de dignidad y privacidad en la era digital.
La delegación costarricense, liderada por el magistrado Gerardo Rubén Alfaro, incluyó figuras notables como Martha Brenes, fiscal adjunta; Erick Lewis, jefe de la Sección Delitos Informáticos del Organismo de Investigación Judicial; y varios funcionarios diplomáticos del Departamento de Desarme, Terrorismo y Crimen Organizado de la Cancillería, así como de la Embajada de Costa Rica en Colombia.
En su intervención, el magistrado Alfaro enfatizó la sólida tradición de Costa Rica en la protección de los derechos humanos, destacando cómo esta se vincula con las estrategias de prevención y combate a la ciberdelincuencia. Según Alfaro, los derechos humanos, por su naturaleza universal, forman parte esencial de todos los instrumentos internacionales y deben ser la base en la lucha contra los delitos cibernéticos.
El seminario no solo buscó discutir los problemas actuales, sino también promover nuevos consensos y explorar alternativas al paradigma tradicional de la lucha contra la ciberdelincuencia, incluyendo el fortalecimiento de la ciberseguridad. La necesidad de cooperación internacional fue un tema recurrente, destacando la importancia de la colaboración entre países para enfrentar retos que no conocen fronteras.
Costa Rica, activa en varias iniciativas globales, incluyendo las negociaciones en la Organización de las Naciones Unidas para la Convención sobre Cibercrimen, ha mantenido una postura firme en garantizar la protección de derechos fundamentales mientras se combate la ciberdelincuencia. El país ha sido partícipe en la definición de estrategias contra amenazas emergentes como el terrorismo digital, el extremismo, y el mal uso de criptomonedas y la darkweb, que plantean riesgos significativos para las infraestructuras críticas a nivel mundial.
La participación de Costa Rica en este seminario es una muestra de su compromiso con la seguridad cibernética, no solo como un medio para proteger a sus ciudadanos, sino como parte de su contribución a un ciberespacio más seguro y estable para las generaciones futuras.
A medida que la prevalencia de la ciberdelincuencia sigue en aumento, la colaboración internacional se presenta como el único camino viable para mitigar estos desafíos globales.
Con los ojos puestos en la próxima convención a celebrarse en Nueva York del 29 de julio al 9 de agosto de 2024, Costa Rica reafirma su vocación de liderazgo en la protección de los derechos humanos en el ámbito digital.
El diálogo continuo y la búsqueda de consensos serán fundamentales para establecer normativas que no solo sean efectivas, sino que también respeten los valores universales de dignidad y privacidad en la era digital.
