No importa que las persecuciones estúpidas de la época de la Fosforera no sean más que un vergonzoso recuerdo, pues ahora el diputado Carlos Avendaño se metió en la "cruzada" de satanizar todo lo que el considere satanizable.
En un comunicado de prensa que hizo circular hace unos días, el único diputado de Renovación Costarricense se manifiesta preocupadísimo "por la frecuente presencia en Costa Rica de grupos musicales de corte satánico". En la hoja, don Carlos arremete contra la banda Halloween, algo que cae en el vacío a no ser que se refiera, asumimos, al grupo alemán Helloween que tocó aquí hace unas semanas. Otros que salen por dentro son los también alemanes Kreator, que el miércoles pasado dieron un conciertazo en Planet Mall, y los veteranos españoles Ángeles del Infierno. Cierto que el nombre de los ibéricos hace que muchos tiren agua bendita, pero si por nombres fuera habría que censurar también a Los Ángeles Negros, Grateful Dead, Los Diablos Locos, al jamón endiablado y La bella y la BESTIA.
Calendario satánico. Pareciera que el diputado es un experto en satanismo, pues afirma que el concierto de Kreator "se enmarca dentro del calendario satánico, pues coincide con lo que ellos llaman las bodas de Satanás". Varias dudas deja lo anterior: 1. ¿quiénes son "ellos"?; 2. ¿Satanás es casado?; 3. ¿de dónde diantres se saca alguien un calendario satánico?; 4. ¿el calendario en mención viene con diablas en biquini al estilo de las vaqueras Pilsen?