El proceso de adopción no es ni fácil ni expedito, pero tiene su razón de ser en protección de menores, que ya en la mayoría de los casos, han soportado abusos y rechazos. Debe pasarse por una serie de entrevistas, estudios y tests. En mi caso personal, siempre he dicho que me gustaría adoptar un niñito o niñita, lo que me ha detenido es que primero debo tener la capacidad económica y estabilidad para ofrecerle un hogar como el que todo niño merece. He tenido un poquito de acercamientos, y la verdad se me rompe el corazón, hay casos y menores, que de verdad desea uno traérselos y abrazarlos y nunca soltarlos. Es un compromiso muy serio y para siempre, de corazón creo que madre o padre no es quién gesta o engendra, si no quién cría y llena de amor y apoyo un niño. Pero si uno realmente desea algo, el proceso, por lento, burocrático o tedioso que sea, vale la pena al final.