Eche un vistazo a mis sueños de miradas apasionantes, en alguna cama, acorralados en nuestros brazos y respiraciones y paredes pintadas con opacos pretéritos; de alguna forma padeciendo nuestra desnudez, justipreciándola. Mire mis sueños y si no se conmueve ante algo, aunque sea para tocarle la cordura o despertarle remordimiento por tener la valentía de alejarse de este caprichoso sentimiento, entonces cancelo mis sueños, suprimo mis miradas, archivo mis abrazos y destierro de mí cualquier otra forma de arraigo a su manoseado recuerdo.
Enviado desde mi iPhone 7 Plus mediante Tapatalk