Mae, yo una vez me la sobé en un taxi.
Fue como en setiembre del año pasado y había estado toda la tarde con mi novia. En ese momento aun no nos teníamos la confianza de tocarnos mucho, pero ese día nos animamos a manosearnos un montón, y aunque no pasó nada más que sólo por encima de la ropa, yo estaba templadísimo, eso que uno siente que va a reventarse. Tomamos un taxi y la pasé dejando a la casa, y apenas se bajó no pude aguantarme más las ganas. Con todo el miedo del mundo me la saqué, y puse el bulto cerca del asiento para que el taxista no pudiera verme por el retrovisor. Al principio me la jalé muy tímido, pero estaba tan excitado que sólo me esforcé en que no se me notara el placer tan grande que sentía en el rostro, y de no mover mucho el brazo. Como a los diez minutos mae, fue increíble, ver el chorro de semen salir volando y embarrarse en el respaldar del asiento. Y tener otro poco en la mano, y yo desesperado limpiándome debajo del asiento de atrás. Me corrí casi que justo, porque ya casi llegaba al chante. Era un placer inmenso, y más por el morbo de saber que en cualquier momento me podía descubrir. Ya le dije donde doblar y le pagué todo agitado. Cuando me bajé sólo vi los asientos negros de cuero completamente embarrados de blanco. En ese momento sólo deseaba que se secara bien rápido, antes de que alguien más se le montara al taxi.
Pero mae, Robert, completamente recomendado...
Mae porque no lo conozco? Jajaja pura vida mae tengo que hacerlo