No quiero ahondar mucho en el tema, porque talvez se pensará que es un nuevo ataque a la doctrina católica...
Pero quiero compartir algo que me causó algo de interés, o no sé qué....
Es bien sabido que la cultura mexicana tiende a tener santos para todo, son excesivamente creyentes o creyencieros de los santos, en todas sus formas, nombres, sabores y colores.
Sin embargo, me llamó la atención un programa que la señora que limpia ve en ocasiones en el trabajo, a la hora del café.... se llama "A cada quién su santo" ... ya he visto por encimita en 3 ocasiones, y se trata de personas que le hacen alguna petición en especial a algun santo, dependiendo de la "especialidad" de este. Es un programa similar a la "Rosa de Guadalupe".
Lo que me intrigó montones, es ver la manera en que se postran, le oran, le llevan flores, le agradecen, le lloran, le ruegan, por distintos favores...
No voy a hablar ahora mismo de la idolatría, más sin embargo, hasta cólera me da que la gente no quiera recurrir a Dios directamente cuando se dice claro en la Biblia:
"Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro." (Hebreos 4:14-16)
"Porque hay un sólo Dios, y un sólo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (1 Timoteo 2:5)
"Deléitate asimismo en Jehová, y el te concederá las peticiones de tu corazón" (Salmo 37:4)
A lo que voy, es que no hallo la necesidad de buscar algún intermediario, si realmente por medio del sacrificio de Jesús, el ser humano pudo restablecer su comunión con Dios, y creo que no se necesita a alguien más que hable con Dios por nosotros a ver si acaso Dios mismo tiene misericordia de uno. Yo creo en un Dios personal, y no en uno que está ahí en una oficina, esperando los datos que le lleguen de sus colaboradores para ver si lo convencen de hacernos un favor o no.