He intentado exponer mi situación emocional respecto a ella (él) y, lo he hecho de una manera muy racional. Empero, hoy me di cuenta de algo: en esos casos de ruptura de amoríos, hay que aprender a canalizar las emociones, dejarse sentir sin permitirse morir y sin perder la dignidad.
No hay que buscar respuestas a los “¿por qué?”, “¿cómo?”, ‘’¿cuándo?” porque lo que intentamos es racionalizar sin estar listos para ello. Tratar de componer la ruptura a través de la razón es la peor idea, ya que nos hundimos en preguntas y, a veces llegamos a alguna conclusión que nos da paz, pero esa paz es temporal porque al instante, aparecen una nueva lluvia de preguntas y sin darnos tiempo de abrir el paraguas para responderlas. Y entonces, nos volvemos “locos”, porque como humanos inquietos que somos siempre queremos saber todo y si no lo logramos… ¡bum! Nuestra existencia colapsa y ahí es donde hacemos muchas cosas de las cuales luego nos arrepentimos.
Racionalizar en momentos de ruptura es un tema de mucho cuidado, ya que debe hacerse en bajas dosis o con el apoyo de una visión objetiva y no de alguien que sienta lástima por nosotros (a veces amigos, familiares…)
Hay que dejarse llorar, extrañar. No hay que ocultar esas emociones, debemos darle un agujero para que lentamente puedan menguar con el tiempo.
Cuando la herida sufra una metamorfosis y se convierta en una bella cicatriz, entonces quizás ya podamos racionalizar.
No hay que buscar respuestas a los “¿por qué?”, “¿cómo?”, ‘’¿cuándo?” porque lo que intentamos es racionalizar sin estar listos para ello. Tratar de componer la ruptura a través de la razón es la peor idea, ya que nos hundimos en preguntas y, a veces llegamos a alguna conclusión que nos da paz, pero esa paz es temporal porque al instante, aparecen una nueva lluvia de preguntas y sin darnos tiempo de abrir el paraguas para responderlas. Y entonces, nos volvemos “locos”, porque como humanos inquietos que somos siempre queremos saber todo y si no lo logramos… ¡bum! Nuestra existencia colapsa y ahí es donde hacemos muchas cosas de las cuales luego nos arrepentimos.
Racionalizar en momentos de ruptura es un tema de mucho cuidado, ya que debe hacerse en bajas dosis o con el apoyo de una visión objetiva y no de alguien que sienta lástima por nosotros (a veces amigos, familiares…)
Hay que dejarse llorar, extrañar. No hay que ocultar esas emociones, debemos darle un agujero para que lentamente puedan menguar con el tiempo.
Cuando la herida sufra una metamorfosis y se convierta en una bella cicatriz, entonces quizás ya podamos racionalizar.
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