Mae creo que estas como dicen miando fuera del tarro comparar este caso con asesinos asaltantes y violadores es completamente imposible....
Supongamos que ustedes tienen un hijo que se encuentra durmiendo en su cuarto en la que ustedes dejaron una lámpara encendida para que alumbrara al bebé se van a otro cuarto, de pronto esa lámpara se enciende el fuego porque ya estaba algo vieja se incendia rápidamente el cuarto y el bebé muere. Son culpables de homicidio?
Pero su comparación tampoco es muy buena que digamos, las dos situaciones son muy distintas. Tomando su ejemplo, empecemos por el hecho de que la lámpara de antemano no se sabe que iba a fallar y dañar. Por el contrario, se espera que no falle, que no quemará a alguien,
estar encerrado en un carro por casi tres horas en lo mejor del sol de medio día de Alajuela de antemano se sabe que SÍ va a ocasionar un daño, por lo que se puede Y DEBE pre ver y tomar las precauciones del caso.
Lo mismo pasa con otras comparaciones que han hecho respecto a accidentes, niños que lamentablemente se caen, se quiebran, etc cuando los papás se descuidan UN SEGUNDO y eso no es comparable a un "olvido" de 2-3 horas, repito 2-3 horas, no fueron 2-3 segundos en que un niño se suelta de la mano del padre y se tira a la calle siendo atropellado por un carro. No fueron ni siquiera minutos, fueron HORAS.
Ayer hablé con una amiga psicóloga en la que por cierto confío mucho y tenía mucha curiosidad de saber su opinión. Me dice que desde el punto de vista del psicoanálisis en la mente humana los "descuidos", olvidos o
actos fallidos no son sin ninguna razón de ser, que usualmente son llamadas de atención del inconsciente. Que no es normal olvidar a un hijo durante tanto tiempo y menos de parte de un hombre ya bastante adulto y por tanto supuestamente maduro y menos si era un niño tan deseado. Que cree que puede tener desde antes alguna patología y una negación hacia su paternidad. Que un niño de 7 meses ya es bastante grande como para no ser visto en la parte trasera de un carro por más trajín siempre y cuando el papá hubiera asumido su papel como padre, que hay roles asumidos más no aceptados y puede que él no hubiera aceptado ni asimilado bien su papel de padre (hay que tomar en cuenta como dato curioso que este señor empezó a ser papá precisamente cuando murió su propio padre lo cual pudo generarle algún tipo de conflicto). Y sobre la esposa que ahora lo apoya, cree que aun no ha caído en cuenta de la situación, no de que no sepa que su hijo murió sino que aún es muy reciente el trauma y puede tomar tiempo para que logre dimensionar la situación con el pasar del tiempo y el desarrollo del duelo.
Que lo más probable es que le den pena natural al hombre, con que se consigan algún psicólogo que justifique que el hombre estaba sometido a un nivel alto de estrés y se echen una parla, pero que cree que debería ser enjuiciado como cualquier otro ciudadano, que no es normal olvidarse de un hijo por más estrés al que se esté sometido.
Pd:
Se llama acto fallido (también conocido como desliz freudiano) a aquel acto que pone de manifiesto una expresión diferente e incluso contraria a la intención consciente del sujeto. Puede presentarse en la acción, en el discurso verbal o en un gesto. El resultado obtenido no es el que explícitamente se perseguía alcanzar, sino que ha ocurrido un reemplazo que escapa a la consciencia del sujeto actuante.
Olvidos y extravíos inexplicables (olvidar el nombre de una persona muy cercana o alguna pertenencia imprescindible en algún lugar simbólicamente significativo o no recordar dónde se ha puesto un objeto propio o ajeno; por ejemplo, en algún contexto preciso, perder las llaves podría significar que no se desea regresar al hogar).
Aunque para Freud los actos fallidos son, al igual que los síntomas, formaciones de compromiso del inconsciente, los primeros se producen frecuentemente en la vida corriente de todas las personas, incluyendo a las que gozan de salud psíquica. Pero no son el resultado de la casualidad o el descuido, sino que estarían motivados por un deseo inconsciente que no encuentra mejor forma de aflorar a la conciencia. De esta manera, lo reprimido logra burlar a la censura que lo mantiene oculto.
El acto fallido, en síntesis, es una especie de «traición» del inconsciente, que hace que el sujeto diga lo que conscientemente no quería decir o haga lo que no quería hacer, revelando así un deseo o intención inconscientes. El yo siempre puede disculparse, tras un acto fallido, diciendo que no era eso lo que quería, pero siempre alguna verdad ha quedado revelada allí.