Saludos foreros. Bueno, de vez en cuando me meto por aca a leer historias. Algunas me parecen sacadas de alguna pagina o revista y otras un tanto exageradas... en fin, esta si es la puritica verdad.
Ya tengo algunos anos en mi brete y para nadie es un secreto que uno siempre tiene compañeritas con las que hay cierto click. Ella me empezó a llamar la atención después de un tiempo de conocernos y ya para cuando eso tenia cabro. Yo seguí con mi vida, y me case.
Ultimamente empezamos a coincidir mucho en varias varas de brete y la verdad hacemos buen brete juntos. Mi tipo de brete es de esos donde te mandan fuera del pais y bueno en uno de esos viajes coincidimos. Yo la visite en su hotel y estuvimos viendo películas y tomandonos algunos traguitos. La cosa no paso a mas porque simplemente no se dio, pero es de esas veces donde uno se queda con esa espinita de que algo había pasado en esa habitación.
Luego, llego un segundo viaje donde otra vez coincidimos. Esta vez en una de las primeras noches donde estábamos juntos, ya sea en la habitación del hotel de ella o la mía, apareció aquel momento donde yo dije: aquí la vara es insinuando algo a ver que. En ese momento yo estaba casado y ella con novio pero puta que la carne es débil, y mas si uno trae espina. La vara es que le dije que quería apretarla, y que siempre me había llamado la atención. Tal vez peque de pollo por hacer esas preguntas tan estúpidas y no mandarme sin preguntar (como dicen, mejor pedir perdón jaja). La wila dijo NO, sin embargo no se enojo conmigo ni nada de eso. No hay drama, seguimos como si nada ha pasado.
Los siguientes días salimos a bares por las noches y yo me hacia el borracho para acercarmele y tratar de lograr aunque fuera un aprete. Ella seguía diciendo no, pero en una de esas salidas, creo que por el guaro, ella me repello de una manera tan sexy que si esta sociedad lo permitiera ahí mismo en el bar la subía en la barra y le pegaba una buena mamada y una buena cogida para sacarme todas las ganas. Después regresamos al hotel y yo ya creyendo que ya definitivamente iba a ceder, pues no, estaba equivocado, la wila era dura de pelar.
Segui insistiendo, haciendo comentarios calientes, hasta que un día ella simplemente se me tiro encima en mi habitación y nos pegamos el tan buscado beso. Aquello no fue un beso fue algo increíble, puedo decir de los mejores besos que he dado en mi vida, era una vara que puedo decir sin jeta que apretamos por horas, no nos podíamos despegar de lo rico que estaba. De hecho ella en un toque me dijo que no esperaba que la cosa fuera tan buena y que se excitaba mucho.
Después de ahí tuvimos varias sesiones de esos apretes increíbles, llego un punto en que ella me hizo sexo oral y fue de igual manera increíble. El mejor sexo oral que me han dado en mi vida sin duda alguna. Definitivamente hay mujeres que saben (en negrita y subrayado) dar un buen sexo oral a un hombre, y ella era una de esas. Compartimos historias, ella me dijo que le gustaba ver porno y incluso nos reíamos de que ¨categorías¨le gustaban a cada uno jaja.
Hubo una invitada de esas que uno no quiere que aparezca y no pudimos coger, lo cual fue bien ahuevado. Sin embargo fueron tantas las ganas y era tanta la excitación de ambos que un día nos metimos a la ducha y cogimos. La vara fue un toque incomodo, fue muy rico eso si. Yo se la metí sin condón, jugamos un rato así, probando e intentando varias posiciones, a pesar de lo incomodo del espacio, y finalmente ella me masturbo y me dejo venirme en su boca.
Sin duda es de las experiencias mas calientes de toda mi vida, aunque no la pude concluir con una cogida igual de celestial que esos besos y mamadas. Para un tipo como yo y para una chica como ella, la vida después de ese viaje sigue con normalidad, ni yo he tenido problemas con mi esposa ni ella con su novio. Nos vemos casi todos los días en el brete y a pesar de que me revientan las ganas de llevarla a algún lugar, he respetado el acuerdo que tuvimos esos días. Lo que pasa aquí, se queda aquí.
Ya tengo algunos anos en mi brete y para nadie es un secreto que uno siempre tiene compañeritas con las que hay cierto click. Ella me empezó a llamar la atención después de un tiempo de conocernos y ya para cuando eso tenia cabro. Yo seguí con mi vida, y me case.
Ultimamente empezamos a coincidir mucho en varias varas de brete y la verdad hacemos buen brete juntos. Mi tipo de brete es de esos donde te mandan fuera del pais y bueno en uno de esos viajes coincidimos. Yo la visite en su hotel y estuvimos viendo películas y tomandonos algunos traguitos. La cosa no paso a mas porque simplemente no se dio, pero es de esas veces donde uno se queda con esa espinita de que algo había pasado en esa habitación.
Luego, llego un segundo viaje donde otra vez coincidimos. Esta vez en una de las primeras noches donde estábamos juntos, ya sea en la habitación del hotel de ella o la mía, apareció aquel momento donde yo dije: aquí la vara es insinuando algo a ver que. En ese momento yo estaba casado y ella con novio pero puta que la carne es débil, y mas si uno trae espina. La vara es que le dije que quería apretarla, y que siempre me había llamado la atención. Tal vez peque de pollo por hacer esas preguntas tan estúpidas y no mandarme sin preguntar (como dicen, mejor pedir perdón jaja). La wila dijo NO, sin embargo no se enojo conmigo ni nada de eso. No hay drama, seguimos como si nada ha pasado.
Los siguientes días salimos a bares por las noches y yo me hacia el borracho para acercarmele y tratar de lograr aunque fuera un aprete. Ella seguía diciendo no, pero en una de esas salidas, creo que por el guaro, ella me repello de una manera tan sexy que si esta sociedad lo permitiera ahí mismo en el bar la subía en la barra y le pegaba una buena mamada y una buena cogida para sacarme todas las ganas. Después regresamos al hotel y yo ya creyendo que ya definitivamente iba a ceder, pues no, estaba equivocado, la wila era dura de pelar.
Segui insistiendo, haciendo comentarios calientes, hasta que un día ella simplemente se me tiro encima en mi habitación y nos pegamos el tan buscado beso. Aquello no fue un beso fue algo increíble, puedo decir de los mejores besos que he dado en mi vida, era una vara que puedo decir sin jeta que apretamos por horas, no nos podíamos despegar de lo rico que estaba. De hecho ella en un toque me dijo que no esperaba que la cosa fuera tan buena y que se excitaba mucho.
Después de ahí tuvimos varias sesiones de esos apretes increíbles, llego un punto en que ella me hizo sexo oral y fue de igual manera increíble. El mejor sexo oral que me han dado en mi vida sin duda alguna. Definitivamente hay mujeres que saben (en negrita y subrayado) dar un buen sexo oral a un hombre, y ella era una de esas. Compartimos historias, ella me dijo que le gustaba ver porno y incluso nos reíamos de que ¨categorías¨le gustaban a cada uno jaja.
Hubo una invitada de esas que uno no quiere que aparezca y no pudimos coger, lo cual fue bien ahuevado. Sin embargo fueron tantas las ganas y era tanta la excitación de ambos que un día nos metimos a la ducha y cogimos. La vara fue un toque incomodo, fue muy rico eso si. Yo se la metí sin condón, jugamos un rato así, probando e intentando varias posiciones, a pesar de lo incomodo del espacio, y finalmente ella me masturbo y me dejo venirme en su boca.
Sin duda es de las experiencias mas calientes de toda mi vida, aunque no la pude concluir con una cogida igual de celestial que esos besos y mamadas. Para un tipo como yo y para una chica como ella, la vida después de ese viaje sigue con normalidad, ni yo he tenido problemas con mi esposa ni ella con su novio. Nos vemos casi todos los días en el brete y a pesar de que me revientan las ganas de llevarla a algún lugar, he respetado el acuerdo que tuvimos esos días. Lo que pasa aquí, se queda aquí.
