Bueno en mi opinión si se vive en pareja y con hijos, la prioridad deber ser siempre la pareja, obviamente sin dejar de lados las cuestiones básicas para los hijos, como la manutencion, crianza, educación y amor.
El porque para mí, es que la pareja decidió adoptarlo a uno, ser parte de uno, eso es algo a reconocer. De hecho los hijos son producto de eso, es decir los hijos los deberíamos de ver como un regalo, como un complemento a nuestras vidas, y no necesariamente como la familia actual lo ve... como su razón de vivir, por eso es que cada día la gente se está haciendo más egoísta. De hecho se ve egoísta también por el hecho que como los hijos son de mi sangre, son parte de mí, son más importantes que mi pareja.
Dicen que el amor más grande es el del padre o madre a los hijos, eso es por una cuestión lógica por parte de la selección natural y cuestiones evolutivas de preservar la especie. Pero como seres que tenemos la mayor capacidad de razonamiento pienso que no necesariamente tenemos que seguir ese mismo patrón natural de los animales. Y es curioso que a la viceversa no es lo mismo, los hijos no llegan a querer al mismo grado a los padres como los padres a ellos, no quiere decir que no los lleguen a querer, sino que la magnitud de amor es menor.
Como dice una popular frase... "los hijos son prestados" y no necesariamente fue por su propia voluntad que eligieron estar con los padres que les tocó, en cambio la pareja si fue algo premeditado, fue algo razonado, fue parte de una decisión, entonces es algo que se tiene que valorar más. Y aunque suene un poco egoísta es la verdad... para uno querer a los demás tiene que empezar por quererse a sí mismo, y si uno valora más a los hijos que la relación de pareja, es porque no se quiere, además que como dijeron por ahí, la base en una familia debe ser la relación de la pareja, sino todo lo demás no funciona.
En conclusión, en esta vida (en el caso que no fuese la única, jeje!) no hay que dejar de quererse a uno mismo, luego no dejar de querer al prójimo, hay que evitar sufrir y disfrutarla sin hacer daño. Para llegar a ese objetivo nuestra prioridad tiene que ser esa persona que decidió disfrutar, compartir y acompañarlo a uno en la vida, además para retribuirle lo que nos da y lo que hace por uno, por otra parte los hijos son complementos para nuestra felicidad y por lo tanto no dejan de ser importantes. Pienso que tenemos el razonamiento suficiente para llevar a cabo eso.