buenas quería relatarles esto...
Es sobre una experiencia que viví hace más de 3 años y hasta el día de hoy, trato de revivir la teoría de que pasaría si el “hubiera” existiera.
Él un chico sumamente guapo, yo apenas podía controlar mi ahora nuevo poder de atracción con los hombres luego de una larga lista de rechazos y demás debido a mi antigua apariencia física. Él a quién le llamaré “mi chico premio”, tenía ya su supongo larga lista de corazones rotos y premios de guerra, yo tenía miedo de ser uno de ellos, en ese entonces era virgen, si tenía encuentros fantasiosos conmigo misma por las noches, pero lo más que había llegado con un hombre fue a pegarle una “mamada” en un parquecito por mi casa.
Todo empezó cuando me vio y le dijo a una amiga mía que quería conocerme, luego de un par de salidas, por ahí de los 15 días ya empezó a insinuarme que quería que le diera sexo oral, este muchacho si me interesaba, y yo tenía la convicción de que obvio si lo complacía o pasara a segunda y/o tercera base pronto, me iba a agarra de juguete, como en la gran mayoría de casos pasa, por eso me negué, un día el me esperó luego que regresé del trabajo y vino a dejarme a la casa, en el garaje, empezamos a besarnos, y noté que empezó a calentarse la situación, empezamos a tocarnos, y de pronto sacó su pene y sí sras y srs, es el pene más hermoso y perfecto que he visto en mi vida! Y me lo estaba ofreciendo en bandeja de oro, ahí lo tenía enfrente mío y sólo accedí a masturbarlo, empezaba a tomarlo con fuerza y luego lentamente, recordé todo lo que me he instruido viendo porno (jaja) acariciaba y tomaba sus testículos entre mis manos, me encantaba verlo moviéndose de placer, se lo hice muy rico cada vez que veía cómo salía ese fluido preseminal, tenía ganas de comérmelo o peor sentármele encima de una, ya iba a acceder a poner mi boca ahí, cuando ni modo, me desconcentré pensando que me podía dejar… y me dio miedo (de verdad me estaba gustando mucho ), obviamente se molestó, la relación fue decayendo al tiempo después, antes de eso recuerdo el último medio encuentro que tuvimos exactamente en un lugar público, de la nada me tomó , empezó a besarme y tocarme el cuerpo entero, me tomaba de los senos, y poco a poco bajo sus manos a mi pantalón, abrió los botones y el zipper, y empezó a tocarme, dios! Aun recuerdo sus manos ahí, y como las extraño, acarició mi clítoris y cada vez sentía el espasmo más delicioso y como bajaba mi lubricación, yo tomaba sus dedos y los metía en mi boca y luego en la de él, moje hasta llenar mi ropa interior por completo, me volteó y bajo el pantalón, y mi recién estrenado cachetero morado transparente, y sentí como su pene quería tener un encuentro con mi ano, pensé “a poco quiere hacer lo que creo qué”, trató de empujármelo pero soy muy estrecha (más de lo normal jaja) y no pudo, me lo restregaba cada vez más caliente y mojado, lo pasaba por mi vagina de arriba abajo y deseé que la metiera , pero al final no se dio la cosa, le dije que me sentía mal y presionada, no era que no lo deseara pero me gustaba mucho y tenía mucho miedo que me lastimara, a los días ni modo se terminó todo por muchas discusiones y unos malos entendidos, todo se confabuló contra de la relación, al tiempo me metí con su mejor amigo, por despecho, no me acosté con él pero lo masturbe fuera de un bar, en lo oscurito, ese mae me pidió que pasará a más y que no le dijera a mi chico premio, y por qué creen que lo llamo así?, porque ya al mucho tiempo, hasta años aún lo deseo y quiero ese pene perfecto dentro de mí, al final cagué mi primera vez, y siguientes encuentros sexuales (obvio no todos), y me arrepiento no haber disfrutado esa oportunidad que la vida me dio, por no saber manejar la situación, hasta el día he tratado de localizarlo sin éxito, hasta una media directa y no recibí respuesta, me dolió el rechazo o más bien silencio, y entre más difícil se me pone, más quiero tenerlo entre mis piernas.
Es mi pequeña obsesión. Cada que lo veo, visualizo como pudo haber sido ese encuentro sexual pleno, de hecho acá entre amigos les digo que me he arrepentido de muchas cosas, pero esta es la peor de todas. Qué ironía, porqué tuve que conocerlo tan “pollita”. Aunque no vuelva a pasar algo sentimental pero daría lo que fuera por una noche a su lado.
Es sobre una experiencia que viví hace más de 3 años y hasta el día de hoy, trato de revivir la teoría de que pasaría si el “hubiera” existiera.
Él un chico sumamente guapo, yo apenas podía controlar mi ahora nuevo poder de atracción con los hombres luego de una larga lista de rechazos y demás debido a mi antigua apariencia física. Él a quién le llamaré “mi chico premio”, tenía ya su supongo larga lista de corazones rotos y premios de guerra, yo tenía miedo de ser uno de ellos, en ese entonces era virgen, si tenía encuentros fantasiosos conmigo misma por las noches, pero lo más que había llegado con un hombre fue a pegarle una “mamada” en un parquecito por mi casa.
Todo empezó cuando me vio y le dijo a una amiga mía que quería conocerme, luego de un par de salidas, por ahí de los 15 días ya empezó a insinuarme que quería que le diera sexo oral, este muchacho si me interesaba, y yo tenía la convicción de que obvio si lo complacía o pasara a segunda y/o tercera base pronto, me iba a agarra de juguete, como en la gran mayoría de casos pasa, por eso me negué, un día el me esperó luego que regresé del trabajo y vino a dejarme a la casa, en el garaje, empezamos a besarnos, y noté que empezó a calentarse la situación, empezamos a tocarnos, y de pronto sacó su pene y sí sras y srs, es el pene más hermoso y perfecto que he visto en mi vida! Y me lo estaba ofreciendo en bandeja de oro, ahí lo tenía enfrente mío y sólo accedí a masturbarlo, empezaba a tomarlo con fuerza y luego lentamente, recordé todo lo que me he instruido viendo porno (jaja) acariciaba y tomaba sus testículos entre mis manos, me encantaba verlo moviéndose de placer, se lo hice muy rico cada vez que veía cómo salía ese fluido preseminal, tenía ganas de comérmelo o peor sentármele encima de una, ya iba a acceder a poner mi boca ahí, cuando ni modo, me desconcentré pensando que me podía dejar… y me dio miedo (de verdad me estaba gustando mucho ), obviamente se molestó, la relación fue decayendo al tiempo después, antes de eso recuerdo el último medio encuentro que tuvimos exactamente en un lugar público, de la nada me tomó , empezó a besarme y tocarme el cuerpo entero, me tomaba de los senos, y poco a poco bajo sus manos a mi pantalón, abrió los botones y el zipper, y empezó a tocarme, dios! Aun recuerdo sus manos ahí, y como las extraño, acarició mi clítoris y cada vez sentía el espasmo más delicioso y como bajaba mi lubricación, yo tomaba sus dedos y los metía en mi boca y luego en la de él, moje hasta llenar mi ropa interior por completo, me volteó y bajo el pantalón, y mi recién estrenado cachetero morado transparente, y sentí como su pene quería tener un encuentro con mi ano, pensé “a poco quiere hacer lo que creo qué”, trató de empujármelo pero soy muy estrecha (más de lo normal jaja) y no pudo, me lo restregaba cada vez más caliente y mojado, lo pasaba por mi vagina de arriba abajo y deseé que la metiera , pero al final no se dio la cosa, le dije que me sentía mal y presionada, no era que no lo deseara pero me gustaba mucho y tenía mucho miedo que me lastimara, a los días ni modo se terminó todo por muchas discusiones y unos malos entendidos, todo se confabuló contra de la relación, al tiempo me metí con su mejor amigo, por despecho, no me acosté con él pero lo masturbe fuera de un bar, en lo oscurito, ese mae me pidió que pasará a más y que no le dijera a mi chico premio, y por qué creen que lo llamo así?, porque ya al mucho tiempo, hasta años aún lo deseo y quiero ese pene perfecto dentro de mí, al final cagué mi primera vez, y siguientes encuentros sexuales (obvio no todos), y me arrepiento no haber disfrutado esa oportunidad que la vida me dio, por no saber manejar la situación, hasta el día he tratado de localizarlo sin éxito, hasta una media directa y no recibí respuesta, me dolió el rechazo o más bien silencio, y entre más difícil se me pone, más quiero tenerlo entre mis piernas.
Es mi pequeña obsesión. Cada que lo veo, visualizo como pudo haber sido ese encuentro sexual pleno, de hecho acá entre amigos les digo que me he arrepentido de muchas cosas, pero esta es la peor de todas. Qué ironía, porqué tuve que conocerlo tan “pollita”. Aunque no vuelva a pasar algo sentimental pero daría lo que fuera por una noche a su lado.