El viernes iba a un cumpleaños de un compa y cuando llegué al bar me encontré también a esa flaca que tenía tiempo de no ver y que siempre me movió el piso. La última persona que hubiera imaginado que podía estar ahì. Yo no soy el mae màs ligador del mundo, pero tampoco el màs idiota, no tengo ningún tipo de miedo o algo asì hacia las mujeres, pero ella… juepuchis ella es mi talòn de Aquiles, una persona tan impresionante para mí que no pude evitar ponerme super nervioso. Estaba literalmente temblando, pero por dicha como en Heredia estaba lloviendo y yo estaba medio garubado pude usar la excusa de que tenìa un toque de frio.
De buenas a primeras quise evitarla en primer lugar porque supuestamente iba por “un par” y ya sabía que con ella no iba a ser asì, y además porque ya sabìa el efecto que hablar con ella me iba a producir a corto y largo plazo. Pero todo el universo conspirò para que las cosas se dieran y para mi suerte o para mi desgracia el único campo que había disponible, adivinen donde era?
Me durè todo lo que pude saludando a la gente para poder prepararme mentalmente para saludarla y para lo que pudiera suceder después, hasta que llegó el momento:
- Diay flaca! Qué bueno verla!
- ¡Hola! ¿Todo bien? Uy si, hace cuanto no nos vemos?
- Desde la vez de la fiesta de la empresa, una guarera fatal en la que terminamos desayunando allà en una soda de 24hrs muy locos viendo quien hacìa mas puntos diciendo quien cantaba las canciones que teníamos en los celulares, yo ponìa una canción y usted tenía que decirme el nombre o quien la cantaba..
- Sii es cierto, te acordàs?
- Claro, le ganè! Como no me voy a acordar?
- Que raro!, ya empezó a pelear..
- Heyyy, solo le decía que usted conmigo pierde, pero prometo hoy no pelear..
- Ahh bueno! Que dicha que no quiere pelear..
Asì empezó la conversación. La música era uno de los vínculos que nos unían, hablar de música era el tema, ojalà Andrès Calamaro vs Joaquìn Sabina.
Del cumpleañero fuè del que menos nos acordamos. Así siempre ha sido ponerse a hablar con ella, algo de nunca terminar, siempre emocionante, siempre interesante, siempre tan bueno que pareciera mentira que existe una persona como ella, a mì me parecía como si toda la demás gente se había ido y solo estuviéramos nosotros 2 en el bar. Las cervezas y los cigarros iban haciendo su montaña en la mesa y las risas ya no paraban pero aún así yo no dejaba de temblar, de hecho no dejè de temblar, y todavía cuando recuerdo vuelvo a temblar..
La gente se quería mover a otro bar, entonces nosotros les hicimos segundas, ella llevaba màs rato de estar tomando que yo, y ya completamente desinhibida iba haciendo una función en la calle, mas bien ìbamos haciendo una función en la calle, yo no había tomado tanto pero me apuntaba al chingue, de por si yo solo necesito alguien que me dè cuerda y también se me sale el niño que llevo adentro..
Llegamos al siguiente bar, la conversación seguía con el mismo entusiasmo, y después me retò a jugar futbolín, le dije que si era de apostado si, pidió que apostaràmos birras, me ganó los primeros 3 y después le agarrè el toque a la vara y le metì 4 partidos, al final le ganè 4-3. Asi que ella me invitò a la birra.
Nos cambiamos de mesa y seguimos la conversación, no sè como empezó el tema del sexo, pero hablamos lo suficiente para que yo le tuviera màs ganas, ella no es una fácil, y mucho menos para mì que estaba en un puro temblor. A pesar de lo mucho que me gusta, el sexo nunca ha sido el principal motivo de querer estar con ella. Es de esas pocas personas con quieres hacer las cosas bien porque no las quieres solo para un rato, te encanta su compañía aunque no diga nada. Aun asì la conversación, las cervezas y los cigarros ya habían hecho volar la imaginación, bueno, soy hombre a pesar de todo.
Salimos a la 1 y resto de la mañana del bar porque ambos tenìamos que bretear el siguiente dìa que era dentro de un par de horas mas bien. Yo estaba fascinado con su compañía, la estaba pasando demasiado bien. Todos los compas ya se se habían ido, solo quedamos ella y yo de toda la pelota de gente con la que estábamos. Me pidió que la acompañara al taxì y cuando íbamos de camino dijo:
- Que madre, tengo hambre..
- Mae, esa historia ya me la sè..
- No en serio se lo juro que hoy no vamos a amanecer ahí, acuérdese que yo tengo que trabajar a las 6.
- Que hablada! Como si nunca te hubieras echado un dia de brete..
- Mae por fa, Taco Bell està abierto… (haciendo caritas).
- No haga loco, vea que yo soy inmune a los encantos femeninos..
- Por fa..
- Señor! Que estarè pagando? Bueno vamos.. (Obviamente yo sì querìa ir)
Una vez ahí, habiendo ordenado nos sentamos, seguimos discutiendo, siempre si no soy yo, es ella la que inicia una de esas peleas en las que ninguno quiere ceder, solo por molestar màs al otro..
Cuando de un pronto a otro, toda ostinada, dice:
- Mae que mal que me cae!
- No me interesa.. (con toda la boca llena).
- Le voy a echar este refresco encima, de por sì siempre he querido hacerle eso a alguien.
- Diay.. Usted sabrà, usted sabe que conmigo pier…d..eeee.. (Y ya tenìa todo el fresco en la cabeza)
- Flaca, sabe lo que esto significa verdad? ( y tomo mi vaso)
- Mae usted no lo hace, porque yo soy mujer y no puede hacerme es………………tooo……..
- Y espèrese que aquí tengo mayonesa también..
- No, no, no..
- Buah jajaja
- A mi me queda chile, ahora si, salado no me interesa que sea alérgico al chile, tòmelo en la camisa, sorry con zorritos, muy bonita la camisa, pero salado!
Y asi sucesivamente seguimos con todo lo que podìamos echarnos encima. La lechuga, el tomate todo se fuè en la tira!
Eso hasta que llegó el gerente del restaurante..
Ah bueno pero justo antes tomò mi bolso y después de haber limpiado y secado toda la mesa y todo el desastre que había en ella con él, lo tirò por el balcón..
El gerente del restaurante nos ve a los dos llenos de mayonesa, tomates y todos mojados y nos dice que que es eso? Escondiendo la risa por el aspecto en el que estamos..
Y yo le digo que disculpe, que cada vez que ella se enoja siempre se pone asì, que en realidad era mejor que haya sucedido ahí y no en “nuestra casa” porque tal vèz pudo haber terminado peor porque hay cuchillos cerca, pero que tranquilo, que yo la contento otra vez y que èl no se preocupe de todas formas ya nos vamos (aduciendo que es un pleito de casados).
Mientras salimos todos los clientes que estaban en el primer piso del restaurante nos ven y se cagan de la risa, y con màs razòn porque creen que de verdad es un pleito matrimonial: Ella caminando delante mio rapidísimo y yo buscando y preguntando por mi bolso como mongolito.
Salimos del restaurante, nos destapamos a reír hablando del gerente que llegó sacando pecho y al final salìo cagado de la risa y lo último que se le oyò decir fuè: Putas borrachos mas locos!
Nosotros seguimos la fiesta, molestándonos, pateándonos, empujándonos, diciéndonos “idiota” por todo uno al otro:
- Mae que idiota!
- El idiota es usted!
- A mi no me diga idiota, idiota!
- Entonces no haga idioteces, idiota!
- Idiota, le dije que me deje decir idiota!
Y asi seguíamos en nuestro ride todo el rato mientras caminábamos..
Ya en ese momento, las rodillas casi se me golpeaban la una a la otra de los nervios que yo tenìa, ella siempre ha sido asì demasiado buena nota, pero también demasiado fría para decir las cosas. Si le salía diciéndole a estas alturas lo mucho que me gusta, ella va a sacar su lado malo, su lado fuerte y me iba a mandar con toda la tranquilidad del mundo a comer pelotas gigantes de estiércol, yo también con esa accioòn me iba a defecar en la amistad y en todos los buenos ratos.
Ya sè que uno tiene que luchar por lo que quiere y bla bla bla pero cuando se està en el calor del momento no es tan fácil..
Y aùn asi, no dejaba de pensar si tal vez ella pensaba lo mismo, y mientras caminaba con ella hacia el cajero automático, mi lado derecho del cerebro la molestaba y le respondia a todo lo que me ella me decía y mi lado izquierdo solo se preguntaba si tirármele encima y cerrarla a besos sería muy descortés, o si sería mejor nada màs un abrazo y llegarle sutilmente a la mano y a como pudiera jugármela como los grandes para volverle la cabeza y zaz.. Y asì sucesivamente seguía maquinando las ideas, una y otra y otra, cada vez mejores pero sin llegar a ninguna conclusión.
El asunto es que eso es todo lo que quería en ese momento, me estaba quemando de las ganas de, por lo menos, por lo menos! darle un solo beso, un periquito a fin de cuentas, algo, no sè cualquier vara!
Como cualquier adicto necesitado de cualquier pequeño gramo de su vicio para poder sentirse lleno. Ese beso iba a ser la victoria, el orgasmo, el extasis, “coronar” al final de la noche.
Pero no! De un pronto a otro, como seguíamos discutiendo, algo me dijo, algo le dije y sencillamente se volvió y dijo: Ok…
Y se fuè caminando al lado contrario donde íbamos, esta vez dirigiéndose a los taxis, y se empezó poco a poco a alejar..
Si! Un legitimo ramalazo!
Yo sabìa que aunque lo estábamos haciendo por vacilar como siempre, ella no se iba a regresar porque a ella no le gusta perder, y yo no quería quedar como el que andaba detrás de ella, además conociéndola yo sabìa que lo mejor era no seguirla, así era como iba a terminar la noche y con cada paso mas que daba ella, yo màs me resignaba a esa idea, asi que en silencio, mientras ella me daba la espalda yo le di las buenas noches, y las gracias por una de las mejores noches de mi vida, esperè que llegara a la esquina, que se montara en el taxi, y hecho eso y antes de que ella me viera yo también doblè la esquina.
Una vez estando lejos de su vista, pensé en lo tuaniz que estuvo la noche, en lo mucho que ella me gusta, en la gran oportunidad que dejè pasar, en que había aparecido hoy asi sin màs, sin avisar, completamente inesperado y a como había llegado, asì se me había ido. Y yo, yo no había podido agarrarle pero ni la mano! Con todo ese sentimiento extraño pero con mucha frustración me terminè diciendo a mi mismo: Mae yo si soy playo!!