Cesar
ANÓNIMO
1. Tomemos como base lo siguiente. Nadie ha podido desmentir la base historica de la Biblia. Siglos despues sigue siendo una de las fuentes más confiables de la historia. Estudios de estudios realizados sobre sus escritos solo demuestran algo: La biblia es 100% veridica y confiable.
2. Lo que se menciona en la Biblia es lo suficientemente confiable y veraz como para ser tomado como tal. Por lo siguiente textos, pasajes, situaciones, historias, tienen la validez necesaria para ser aceptada como verdad. Caso contrario esto se hubiera desmitificado tiempo atras.
¿Desmentir la historia de la Biblia? ¿Esto quiere decir que debemos de aceptarla como verdadera y tratar de desmentirla en lugar de todo lo contrario?
Lugares históricos de la Biblia y ciertos relatos (los no sobrenaturales), tal como ocurre en otros libros sagrados, pueden haber ocurrido. Puede existir cierta exactitud histórica, pero esto no significa que por tal razón el libro sea 100% verídico y confiable. Por ejemplo, el hecho de que el pueblo de Israel haya atacado sus pueblos vecinos para reclamar "la tierra prometida", tal y como lo menciona la Biblia, no hace real el relato de Josué de que el sol "se detuvo."
El que hechos históricos sean mencionados con ciertos grado de exactitud (incluyendo el hecho de que hayan existido los personajes), no significa que este o aquel libro sagrado sea 100% verídico. Será exacto en cuanto a eventos históricos, pero sus historias fantásticas no se hacen reales por esto.
3. La Biblia menciono durante siglos la llegada del Mesias. Jesucristo (como ustds mismo lo han ratificado) es el cumplimiento de esa profecía. La Biblia no falló en eso. Se cumplio lo dicho. Cristo y su figura es verificable cien por ciento, los hechos hablan por si solos, ustdes mismos lo han dicho asi.
Nadie ha ratificado que Jesús crea el cumplimiento de una serie de "profesías." Es notorio cómo está malinterpretando lo que algunos hemos dicho; algunos hemos dicho que un Jesús histórico pudo haber existido, pero eso no significa que las fantasiosas historias mencionadas en la Biblia sean ciertas.
Además, ¿cómo se puede demostrar que un personaje (se le llame Jesús o como se quiera) hizo "milagros?" ¿Sólo porque un libro sagrado lo dice? Otros libros sagrados hablan de milagros de otros personajes... ¿Entonces estos también tienen que ser ciertos? ¿Aún más siendo libros sagrados que promuevan la creencia de otro tipo de dios o hasta dioses?
Si la Biblia es veraz, y esta profetizo el nacimiento de Jesus (el cual se cumplio como lo mencionan los estudios realizados sobre su figura) el contenido de las escrituras son reales, confiables y certeras. Ya que hasta el día de hoy no se ha podido debatir lo contrario. Por lo tanto, en cuanto a los milagros, les comento lo siguiente, y porfa, leanlo a detalle antes de opinar, sino no tiene sentido lanzar teorias y comentarios al azar.
De nuevo, ¿cómo comprueba usted que el Jesús mencionado en la Biblia hizo todo lo que se menciona? ¿Por medio de la misma Biblia que lo menciona? ¿Lógica circular, entonces?
Primero, las maravillas que Jesús hizo fueron sometidas a la percepción del sentido. El agua que el Señor cambió en vino podía ser probada (Juan 2:9). Tomás pudo haber tocado las heridas en las manos y el costado del Señor resucitado (Juan 20:27). La oreja restaurada (amputada por Pedro) del siervo del sumo sacerdote podía ser vista (Lucas 22:51). Las señales del ministerio de Jesús tuvieron la forma de demostraciones objetivas, ¡no especulaciones subjetivas!
Segundo, los milagros de Cristo fueron ejecutados en la presencia de una gran variedad de testigos. Habían varones y mujeres, educados e ineducados, amigos y enemigos, etc. Las maravillas fueron realizadas en las sinagogas, en las calles públicas, durante los festivales importantes, etc. Cuando el Señor multiplicó los panes y los peces, es probable que algo de diez mil personas presenciaran el evento (vid. Juan 6:10). Repetidamente, se dijo que los milagros fueron hechos en la presencia de grandes multitudes (Mateo 4:23 et.seq.; Marcos 3:7 et.seq.; Juan 5:8 et.seq.).
Esos son relatos de la misma Biblia, y por lo tanto usted está aplicando una lógica circular. ¿Qué significa esto? Que para comprobar que es cierto lo que la Biblia dice de Jesús, usa la misma Biblia; para comprobar que la Biblia dice algo veraz, usa la misma Biblia como referencia. Bajo una lógica así, todos los libros sagrados deberían de ser veraces.
Note, tambíen, que curiosamente se menciona en la Biblia de un milagro de un miembro amputado: la oreja que Pedro le amputó a una persona. Curiosamente la Biblia menciona este tipo de milagro, pero aparte de ese relato fantasioso (que no se puede comprobar porque tendríamos que obtener la prueba de que a esta persona le ocurrió esto), no existe ningún caso en el mundo de alguna persona que haya recibido tal bendición o milagro. Entonces, no creo que Dios no quiera actualmente hacer tal tipo de milagro, más si es a un devoto siervo... ¿Por qué no se ha registrado ningún caso?
Tercero, las señales de Cristo fueron independientes de cualquier causa secundaria. Con esto queremos decir que no hay manera posible de explicar estos fenómenos por medio de algún fundamento naturalista. Ningún tratamiento médico, ni sugestión mental es suficiente para explicar cómo a un hombre congénitamente ciego se le pudo haber restaurado la vista (Juan 9:1-7), o cómo un hombre, muerto por cuatro días, pudo haber salido de su tumba (Juan 11:39).
Igual no habría manera de explicar las historias milagrosas de otras culturas... ¿Significa eso que entonces éstas también son reales y, por lo tanto, sus libros sagrados veraces y sus dioses reales?
Cuarto, los milagros de Cristo produjeron resultados instantáneos, y sus efectos fueron completos. Cuando Jesús sanó a la suegra de Pedro, ella se levantó y “al instante” comenzó a servirles (Lucas 4:39). Una mujer, quien sufría de hemorragias continuas por doce años, fue sanada por Cristo y “en seguida la fuente de su sangre se secó” (Marcos 5:29). Aunque Lázaro estaba “enfermo” (griego, astheneo, “débil, frágil”) antes de su muerte (Juan 11:1-6), cuando el Señor le resucitó de la muerte, pudo salir de la tumba por su propia fuerza, aunque tenía “atadas las manos y los pies con vendas” (11:44). Él resucitó no solamente a vida, ¡sino a una vida vigorosa!
Aquí basta decir que el hecho de que los relatos mencionados en la Biblia hablen de un resultado inmediato no significa que sean ciertos.
[/quote:3rh4opfu]Quinto, no existe ni la más pequeña evidencia de que Cristo fallara alguna vez en Su intento de obrar un milagro. Sus enemigos nunca le acusaron de esto. El Nuevo Testamento clarifica que: Su índice de éxito siempre fue el cien por ciento. “y con la palabra echó fuera a los demonios y sanó a todos los enfermos” (Mateo 8:16, énfasis añadido; cf. 12:15). Algunos claman que Marcos 8:22 et.seq. es un ejemplo de que Cristo fue incapaz de efectuar una cura instantánea y completa de un hombre ciego. Sin embargo, ese no es el caso. Esto puede ser llamado un milagro de dos-fases. J.W. McGarvey ha comentado:
[quote:3rh4opfu]Jesús adoptó este método de sanar para dar variedad a las manifestaciones de su poder al mostrar que podía sanar en parte y por pasos progresivos, tal como por su método más usual de efectuar una cura perfecta en una palabra. Esta sanidad no fue menos milagrosa que las otras, sino más; ya que fue la efectuación de dos milagros, realizando instantáneamente cada uno de estos todo lo que les fue proyectado hacer (1875, p. 314).
De nuevo; yo puedo inventarme un personaje perfecto, pero esto no signfica que sea prueba de que existiera y menos de que los hechos mencionados sean reales.
Sexto, los milagros de Cristo siempre fueron caracterizados por una dignidad majestuosa; nunca olieron a extraño. Además, constantemente mostraron un motivo digno. Nunca fueron realizados para satisfacer las necesidades del Señor; en cambio, siempre fueron realizados por el interés fundamental de otros. Contraste esto, por ejemplo, a la leyenda católica antigua del “Santo” Eloy, de quien se dice que en una ocasión estaba herrando un caballo que no quería quedarse quieto. Para evitar el problema, él simplemente le sacó la pierna, herró la pata, y le restauró el miembro—sin que el caballo empeorara a causa del procedimiento. ¡Por eso Eloy llegó a ser el “santo patrón” de los herreros!
Séptimo, las señales de Jesús no fueron negadas por Sus contemporáneos, o por otros, por mucho tiempo después del primer siglo. Por ejemplo, los fariseos—quienes fueron evidentes enemigos de Cristo—reconocieron que Él expulsaba demonios; sin embargo, ellos racionalizaron y sugirieron que estas acciones eran hechas por el poder del príncipe de los demonios (Mateo 12:24). Aunque ese argumento fue destruido cuando el Señor señaló que si tal era el caso, ¡Satanás estaría realmente dividido contra sí mismo! Note el testimonio frustrado de los principales sacerdotes y fariseos en Juan 11:47: “¿Qué haremos? Porque este hombre hace muchas señales”. Además, como ha observado Thomas Horne, mientras que los hechos eran demasiado recientes como para ser disputados, los enemigos post-apostólicos del cristianismo—e.g., Celso, Porfirio, Hierocles, Julián, y otros—admitieron que Cristo hizo algunos milagros inexplicables. Aunque ellos simplemente los caracterizaron como mágicos y, naturalmente, negaron la comisión divina de el que los ejecutó. Sin embargo, “independientemente de la causa a la cual los atribuyeran, su admisión de la realidad de estos milagros es una confesión involuntaria de que existía algo preternatural en estos” (1841, p. 103).
De nuevo, hay mucha lógica basada en el mismo libro que precisamente habría que comprobar que es veraz.
Por otro lado, el que la gente no trate de "desmentir" los supuestos hechos de algún personaje no significa que tal sea cierto. Si no lo tratan de "desmentir" entonces "es que realmente ocurrió;" pero si lo tratan de "desmentir" entonces es porque existió porque "¿qué otra razón existiría si tratan de hacerlo?" Este tipo de lógica se aplica mucho, y no sólo en las religiones que usan la Biblia.
Finalmente, podemos notar que en ningún momento encontramos a un discípulo de Jesucristo que desertare y luego hiciera una exposición de la “falsificación” involucrada en los milagros del Salvador. Judas, quien traicionó al Señor, tenía toda oportunidad para hacerlo. Él estaba en el círculo íntimo de discípulos, incluso como tesorero de la banda apostólica (Juan 12:6). Seguramente, por un espacio de tres años y medio, si Cristo estaba perpetrando un engaño, Judas lo sabría. Y él podría haber provisto tal información a las autoridades judías. Pero no lo hizo. Y no me salgan con esa basofia del libro de Judas que expertos cientificos han considerado como un fraude. Porque, como es bien conocido, devolvió las piezas de plata y confesó “Yo he pecado entregando sangre inocente” (Mateo 27:4). ¿Es este el testimonio de una persona, al borde del suicidio, concerniente a alguno conocido como un charlatán? ¡Absolutamente no!
He notado, querido forero, que básicamente todo el texto expuesto por su persona cae en un problema lógico: tratar de comprobar, mayormente, la veracidad de la Biblia con la misma Biblia. Es como que yo le probara a usted que La Odisea es real con la misma Odisea; o aún peor para los bíblicos, El Corán con el mismo Corán, o los libros sagrados hindúes con los mismos libros sagrados hindúes.