Ya que el foro tenemos a Bill decido en defender todo lo que plasma el Antiguo Testamento se seguiremos tirando pruebas para ver como se difende:
Dirigente político de un pueblo seminómada que hacia el siglo XIII a.C. abandonaba Egipto en penosas circunstancias, Moisés se inventó un Dios a la medida de sus designios. Le hizo firmar una alianza con su pueblo, al que exigió unos comportamientos religiosos, morales y sociales a cambio de ofrecerle unas tierras de propiedad ajena. Conociendo el carácter tornadizo y egoísta de su propio pueblo, en el que —como en todas las naciones— también había héroes y abnegados servidores de la comunidad, Moisés le conminó al genocidio generalizado a cambio de un futuro próspero en una tierra prometida que "manaba leche y miel".
Los cananeos sufrieron pronto el filo de la espada israelita: "Si entregas a ese pueblo en mis manos, yo consagraré sus ciudades al exterminio" (Nm. 21, 2), lo que así ocurrió con los legítimos poseedores del territorio. Sólo un Dios realmente genocida pudo afirmar: "... en las ciudades que el Señor te da como heredad no dejarás un alma con vida. Consagrarás al exterminio a los hititas, amorreos, cananeos, pereceos, jeveos y jebuseos, como te ha mandado el Señor, tu Dios" (Dt. 20, 16-17). Es decir, a los desdichados habitantes del que iba a ser el futuro reino de Salomón.
: "Si no expulsáis lejos de vosotros a los habitantes de la tierra, aquellos que hayáis dejado en medio de vosotros serán como espinas en vuestros ojos y zarzas en vuestros costados..." (Nm. 33, 55).
Esto es genocidio, matar un pueblo entero (hombres, mujeres y niños). Completamente inmoral e inhumano. Dios genocida, Dios inmoral.
Dirigente político de un pueblo seminómada que hacia el siglo XIII a.C. abandonaba Egipto en penosas circunstancias, Moisés se inventó un Dios a la medida de sus designios. Le hizo firmar una alianza con su pueblo, al que exigió unos comportamientos religiosos, morales y sociales a cambio de ofrecerle unas tierras de propiedad ajena. Conociendo el carácter tornadizo y egoísta de su propio pueblo, en el que —como en todas las naciones— también había héroes y abnegados servidores de la comunidad, Moisés le conminó al genocidio generalizado a cambio de un futuro próspero en una tierra prometida que "manaba leche y miel".
Los cananeos sufrieron pronto el filo de la espada israelita: "Si entregas a ese pueblo en mis manos, yo consagraré sus ciudades al exterminio" (Nm. 21, 2), lo que así ocurrió con los legítimos poseedores del territorio. Sólo un Dios realmente genocida pudo afirmar: "... en las ciudades que el Señor te da como heredad no dejarás un alma con vida. Consagrarás al exterminio a los hititas, amorreos, cananeos, pereceos, jeveos y jebuseos, como te ha mandado el Señor, tu Dios" (Dt. 20, 16-17). Es decir, a los desdichados habitantes del que iba a ser el futuro reino de Salomón.
: "Si no expulsáis lejos de vosotros a los habitantes de la tierra, aquellos que hayáis dejado en medio de vosotros serán como espinas en vuestros ojos y zarzas en vuestros costados..." (Nm. 33, 55).
Esto es genocidio, matar un pueblo entero (hombres, mujeres y niños). Completamente inmoral e inhumano. Dios genocida, Dios inmoral.