Recientemente me dí cuenta de q siempre habia dudado de Dios, pero nunca antes lo había dicho x convencionalismo social, o para q no me criticaran, o para evitar un exorcismo.
Pero de q le reclamaba, reclamaba.
-Reclamaba xq gente más pobre q nosotros tenía casa propia y a pesar de poner el portal en el piso todos los años, y del trabajo duro de mi papá nada.
-Reclamaba xq a mi primito lo habían abandonado cruelmente y Dios no hizo nada x sacarlo del lugar tan horrible donde lo habían dejado.
-Reclamaba x los problemas cardiacos de mi papá, xq Dios no tronaba los dedos para curarlo.
-Reclamaba a nombre de una compañerita q había sido abusada, y Dios q todo lo ve, solo dejó q pasara y q se traumara la niña.
-Reclamaba cada 28 días, xq DIos permitía q las mujeres sufrieramos cada cierto tiempo.
-Reclamaba cada vez q iba al hospital de niños y veia seres pequeños e inocentes muriendo de dolor.
Reclamaba x todo lo malo q pasa en el mundo hasta q me di cuenta q DIos no arregla las cosas x falta de creyentes o de plegarias. Pense q no hacia nada xq no quería, xq era impotente, o xq no existía.
Y entonces me di cuenta de q todo lo q nos pasa, feo o agradable, son consecuencias de lo q alguien más hace (y no hablo de una deidad), y q cuando la cosa se pone más dificil uno se siente menos peor cuando deja de esperar q alguien resuelva los problemas x uno, y buscar q hacer.
Xq Dios con su inmenso amor, deja q cientos de personas mueran de hambre, deja q niños y otras personas sean abusados en diferentes aspectos, deja q gente buena muera de dolor en un hospital, permite q ocurran guerras, q grupos de personas sean discriminados en su nombre. Y lo q me parece peor, kiere q toda la adoración sea para él, q lo mejor se lo dejen a él.....me parece vanidoso y egoísta.......ahhhhhhhhhhhhhhh, pero si ud solo piensa en ud mismo, eso es malo.
Así q no creo q exista un Dios de amor y todo eso.
Como dijo una tía, a todo hay q reclamarle cuando a uno no le parece algo, sea o no Dios, uno tiene derecho.
"A Dios rogando y con el mazo dando"Y cual se supone que es su interpretación de esa cita?
"A Dios rogando y con el mazo dando"
Para mí esta frase encierra dos etapas, una a Dios rogando, que le rogamos a Dios, no que nos de dinero, no que nos de carro o casa, o que nunca me de una enfermedad, porque soy humano y todo eso bueno y malo puede llegar a pasar, le ruego que como ser humano dotado de razón y de libre albedrío, y por lo tanto con mi propia responsabilidad, sea capaz de buscar la verdad, que yo sea capaz de que a través de mi fe realice el bien de mi naturaleza racional, la fe no es comparable con bien alguno, ni siquiera con la moral ya que alguien si fe puede puede realizar buenas acciones, la fe vale por sí misma y por el mismo hecho de confiar, confiar en que puedo entender la sabiduría que se me dá todos los días para ser mejor hombre, cual sabiduría pues en los evangelios y otras fuentes hay mucha, y sobretodo que mis acciones correspondan a mi sabiduría.
Yo he visto acá que muchos foreros ponen que me cansé de rogarle a Dios, pero acuérdense que el primero que se cansó fue jesús en la cruz cuando dijo "Dios mío, Dios mío¿Por qué me has abandonado?,, el amor existe pues el Dios del amor existe, no como nosotros queremos sino como el amor quiere, su sabiduría se pone a libre elección del hombre, esperar que nuestro destino se mueva exactamente a como queremos es imposible, hay que buscar adentro, y buscar la sabiduría porque decir que yo solo soy sabio, sé esto sé de lo otro, pues no otros han escrito y vivido en la sabiduría y saben más que nosotros no necesariamente en una religión, yo si sé que solos es muy difícil, y el que diga eso no ha vivido suficiente.
"Aunque vayas a vivir tres mil años o tres mil veces diez mil, recuerda que nadie deja atrás otra vida que esa que está viviendo y tampoco está viviendo otra que no sea la que deja atrás. Se iguala por tanto lo más duradero con lo más breve: el presente es igual para todos, como también lo que muere, y lo que dejamos atrás se manifiesta efímero por igual." (Marco Aurelio, emperardo romano y filósofo)
Epicteto: Manual de vida http://www.psicantropia.com/psy3-1.htm
i. Hay ciertas cosas que dependen de nosotros mismos, como nuestros juicios, nuestras tendencias, nuestros deseos y aversiones y, en una palabra, todas nuestras operaciones. Otras cosas hay también que no dependen de nosotros, como el cuerpo, las riquezas, la reputación y el poder; en una palabra, todo aquello que no es de nuestra operación.
ii. Lo que depende de nosotros es libre por su naturaleza y no puede ser impedido ni forzado por ningún hombre; y, al contrario, lo que no depende de nosotros es servil, despreciable y sujeto al ajeno poder.
iii. A cuérdate, pues, que si juzgas por libre y tuyo lo que por su naturaleza es servil y sujeto al poder ajeno, hallarás muy grandes inconvenientes, te veras confuso en todos tus designios y expuesto a mil molestias, y, al fin, acusaras a los dioses y a los hombres de tu infortunio. Si, al contrario, creyeras como tuyo solamente lo que de verdad te pertenece, y supieras considerar como externo o extraño lo que en efecto lo es, cierto es que nada será capaz ni bastante para desviarte de lo que te hayas propuesto hacer; que no emprenderás cosa alguna que te pese; que no acusarás a nadie ni murmurarás; que ninguno te ofenderá; que no tendrás enemigos ni padecerás jamás el más mínimo displacer.
iv. Si deseas, pues, tan grandes bienes, debes saber que no basta con desearlos tibiamente para obtenerlos, sino que te conviene evitar por completo algunas cosas y privarte de otras por algún tiempo. Porque si, no contento con lo que posees, tienes ambición de conseguir cargos y de amontonar riquezas, acuérdate que perderás absolutamente los medios verdaderos para granjear la libertad y la felicidad. Y también podrá ser que quedes frustrado por lo que pretendes con tanta pasión.
v. Cuando se te ofrece algún objeto enojoso, acostúmbrate a decirte a ti mismo que no es lo que parece, sino pura imaginación. Después de que hayas hecho esta reflexión, examina el objeto con las reglas que ya tienes para ello. Considera si es cosa que dependa de ti; porque si no depende, dirás que no te toca.
Pero para que le sirve la fe???? tener fe es igual de dejarle nuestro destino a la suerte, el futuro de cada uno lo forja uno mismo, como usted dice hay que buscar la sabiduria para asimilar los problemas de la vida, pero no se porque mete a Dios y lo relaciona con el amor cuando en realidad no sabemos como es el (otra es que exista) usted no necesita de un Dios para saber lo bueno y malo de la vida.
Y bueno tengo que admitir que los evangelios tienen muchas enseñanzas pero no todas son precisamente placenteras.
El que creyere y es bautizado sera salvo, pero el que no creyere sera condenado.
Marcos 16, 16
Un poco amenazante e injusto no cree?
[email protected]
Pablo AMO;793646..... Dios no es una máquina de deseos dijo:A modo muy personal como bien dices, una pregunta, ¿que pasa cuando se tiene fe, le pides y le pides cada vez con mas fe... y nunca contesta, nunca resuelve?
Le recomiendo que continúe pidiéndolo años si es necesario y que analices lo que estás pidiendo, también si estás listo para lo que estás pidiendo, puede que lo obtenga años después; en ese momento será el momento oportuno .A modo muy personal como bien dices, una pregunta, ¿que pasa cuando se tiene fe, le pides y le pides cada vez con mas fe... y nunca contesta, nunca resuelve?
Le recomiendo que continúe pidiéndolo años si es necesario y que analices lo que estás pidiendo, también si estás listo para lo que estás pidiendo, puede que lo obtenga años después; en ese momento será el momento oportuno .
Por ejemplo si pides con fe que le vaya mal a alguien no creo que se te vaya a cumplir por lo menos no por DIOS. Pero si es algo que necesitas para tu vida y te causa necesidad ó ansiedad, continúa pidiendo pero con fe, de no hacerlo con fe, mejor no perder el tiempo.
saludos
Mmmmm bueno es complicado darte mi recomendación sin tener claro que es lo que te estás pasando. Pero sería muy bueno que te acercaras a personas con conocimiento espiritual de tu comunidad indiferentemente de la secta religiosa a la que pertenezcas. Ellos te pueden ayudar a guiarte y de paso colaborarte a orar por tus propósitos; no desvanezcas, ten fe las cosas se van a solucionar tengalo por seguro que nada es para siempre y cuando eso pase serás muy fuerte y ayudarás a otros con tu testimonio.Llevo años, con fe y para cosas para nada malas, pero le soy sincero ya estoy cansado... muy cansado.
yo creo que ya lo habia escrito pero voy de nuevo...
LAS ENSEÑANZAS SOBRE LA ORACIÓN
[FONT="].[/FONT] Al modelo ofrecido por él mismo, Jesús añade especiales instrucciones acerca de la oración.
Jesús invita a sus seguidores a orar con frecuencia, y en concreto les exhorta a que hagan oraciones de súplica: "Pidan y se les dará" (Mt 7,7). "Pidan y recibirán" (Jn 16,24). "Lo que pidan al Padre, alegando mi nombre, él se lo dará" (Jn 15,16;14,13).
Insiste Jesús, con comparaciones tajantes, que siempre el Padre del cielo "dará cosas buenas al que se las pida" (Mt 7,11). "Cualquier cosa que pidan en su oración crean que ya lo han recibido y lo obtendrán" (Mc 11,24).
El deseo del Padre Dios de ayudarnos es muy superior al de un padre terreno (Mt 7,8-10) o al de cualquier amigo (Lc 11,5-13).
Nuestra petición fundamental al Padre Dios sólo puede ser un: "Hágase tu voluntad" (Mt 6,10). Y esta voluntad ha de concentrarse en la vivencia de los valores del Reino.
Las cosas buenas que Dios promete son ante todo el Espíritu Santo (Lc 6,13). Es "la alegría completa" (Jn 16,24) de poder vivir siguiendo las huellas que él dejó en este mundo: "Quien cree en mí hará obras como las mías" (Jn 14,12). Para ello la única condición es la fe en él (Mt 17,19-21), fe que es capaz de remover todo obstáculo que impida su seguimiento.
Jesús, pues exhortó a sus discípulos a orar, pidiendo los dones del Reino, con la seguridad de ser siempre escuchados. Este tema en su predicación es sencillo y claro.
Pero hay un segundo tema, más difícil de entender vivencialmente, que es el de las enseñanzas de Jesús sobre cómo debe ser la oración. Con estas enseñanzas Jesús quiere alertarnos sobre los peligros y desviaciones de una oración mal entendida. Para ello pone Jesús como telón de fondo su denuncia contra ciertas formas de oración que se realizaban en su tiempo. Jesús las desenmascara porque cada una de ellas se apoya en una idea falsa sobre Dios. Veamos en concreto estas enseñanzas:
"Cuando recen, no sean palabreros como los paganos, que se imaginan que por hablar mucho les harán más caso. No sean como ellos, que su Padre sabe lo que les hace falta antes que se lo pidan" (Mt 6,7-8).
Detrás de las oraciones largas y pesadas se halla la idea de que Dios sólo nos atiende si le acosamos con multitud de invocaciones y palabras, como si fuera alguien displicente y distraído, a quien no le interesan nuestros problemas. Pero el Padre de Jesús no es así. La fe en su amor nos libra de la necesidad de la palabrería, pues él sabe ya lo que nos hace falta y siempre está dispuesto a ayudarnos. De lo que se trata en la oración es de encontrar aquello que el Padre ya sabe. Eso es lo que hay que pedir que se nos vaya revelando y concediendo.
"Cuando recen, no hagan como los hipócritas, que son amigos de rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas, para exhibirse ante la gente. Con ello ya han cobrado su recompensa, se lo aseguro. Tú, en cambio, cuando quieras rezar, entra en tu cuarto, echa la llave y rézale a tu Padre que está escondido; y tu Padre, que mira escondido, te recompensará" (Mt 6,5-6).
La oración es una cosa demasiado seria para hacerla objeto de exhibición. Esta actitud que Jesús critica no es oración, pues lo único que buscan estos hipócritas es que la gente los vea; buscan tener buena fama presentándose ante los demás como gente piadosa, pero sin preocuparse de una actitud auténtica de sinceridad y conversión ante Dios. Pretenden manejar a Dios en provecho de una falsa reputación. Y Dios no es así; él no se presta a estos manejos. El escucha en la sinceridad de la soledad a todo el que derrama en su presencia la sencillez de su vida.
Un caso parecido, pero más grave, es el del fariseo que subió al templo a orar. En esta oración no sólo buscaba una buena fama; la oración, además, para él era motivo de orgullo y, por consiguiente, de desprecio hacia los que no eran tan buenos como él. Jesús dedica la parábola "a algunos que, pensando estar a bien con Dios, se sentían seguros de sí y despreciaban a los demás" (Lc 18,9). El fariseo lo único que busca es afirmarse en el buen concepto que él tiene de sí mismo; no le importa para nada lo que Dios pueda querer de él; ni siquiera siente necesidad de su ayuda. Jesús lo condena porque su Padre no es de los que fomentan falsos orgullos, ni autoengaños; menos aún, desprecios hacia nadie. En cambio alaba al publicano porque él sí se sentía pequeño ante Dios y sumamente necesitado de su ayuda.
"Cuidado con los letrados..., esos que se comen los bienes de las viudas con pretexto de largos rezos" (Mc 12,38.40).
Si antes Jesús criticó la separación entre oración y vida, ahora alerta contra la falsa oración que sirve de pretexto para oprimir a alguien. El presupuesto de la condena es la opresión de las viudas, símbolo bíblico de todo desamparado y oprimido. La oración en estos casos se degenera convirtiéndola en mercancía, en mecanismo de opresión. Ello encierra una gravísima ofensa al Padre Dios, pues en su nombre se aplasta precisamente a los predilectos de Dios. La oración que debiera servir para acercarse y encontrar a Dios, se convierte en camino para alejarse y ofender a Dios. Y ofende gravemente a Dios porque en el fondo se cree que Dios es patrón cruel, opresor él también de los débiles. Esta concepción de Dios no podía menos que enojar seriamente el corazón sensible de Jesús. De ahí su dura reacción ante los mercaderes del templo, porque la casa de su Padre (Jn 2,16), que debiera ser "casa de oración", la habían convertido en "cueva de bandidos" (Mt 21,13).
"No basta andar diciéndome: ¡Señor, Señor! para entrar en el Reino de Dios; hay que poner por obra la voluntad de mi Padre del cielo" (Mt 7,21).
Jesús, siguiendo la línea de los grandes profetas, critica en este texto y en los versículos que siguen, la oración que no va acompañada de deseo sincero de cumplir la voluntad del Padre. Hay algunos que rezan, que hablan en nombre de Jesús, y hasta hacen "milagros", pero "practican la maldad", y por ello les dice Jesús que "nunca los ha conocido" (Mt 7,22-23). Son los "necios que edificaron su casa sobre arena" (Mt 7,26-27). Dios no es ningún tontito al que se pueda engañar con rezos. El sabe muy bien cuándo nuestra oración es sólo un tranquilizante de conciencia para no hacer nada, y cuándo la oración encierra un sincero deseo de llevar a la práctica la voluntad del Padre.
Terminemos estas enseñanzas de Jesús destacando una condición previa que él pone para que pueda ser escuchada por Dios una oración. Se trata del perdón de las ofensas. El estar dispuesto a perdonar a los hermanos es condición imprescindible para que nos escuche el Padre de todos. Toda oración supone la súplica del perdón de Dios; pero dice Jesús que Dios no perdona si uno mismo no está dispuesto a perdonar (Mc 11,25; Mt 6,14-15; 18,35).
El que ha pecado contra su hermano, antes de presentarse ante Dios, debe pedirle perdón al hermano (Mt 5,23-24). Jesús nos enseñó en el padrenuestro a reconocerlo así ante Dios (Mt 6,12). Y ordenó además que esta prontitud y buena voluntad para perdonar no ha de tener límites; debe llegar incluso al enemigo (Mt 5,44; Lc 6,28). Según Jesús, el camino hacia Dios pasa necesariamente por la reconciliación entre hermanos. Si no fuera así, estaríamos negando la paternidad universal de Dios.
Para resumirles a los vagos como yo que no les gusta leer:
- La oración no debe ser larga
- No rezar para que lo vean, reza por que de verdad quieres
- No rezar para sentirte orgulloso, reza por las cosas que necesitas
- No pagar para que otros recen por uno
- Perdonar los pecados, para que Dios tenga misericordia de uno
- Pedir, pero aceptando que se haga la voluntad del padre y no la nuestra
Reclamaba xq a mi primito lo habían abandonado cruelmente y Dios no hizo nada x sacarlo del lugar tan horrible donde lo habían dejado. ¿QUIEN LO ABANDONO, LOS PAPAS?
-Reclamaba x los problemas cardiacos de mi papá, xq Dios no tronaba los dedos para curarlo.¿PORQUE TENIA PROBLEMAS CARDIACOS, POR MALOS HABITOS?
-Reclamaba a nombre de una compañerita q había sido abusada, y Dios q todo lo ve, solo dejó q pasara y q se traumara la niña.RECLAMELE TAMBIEN AL MONSTRUO QUE LA VIOLO
--Reclamaba cada vez q iba al hospital de niños y veia seres pequeños e inocentes muriendo de dolor.TODO EN ESTA VIDA MUERE, Y LA MUERTE ES TAN JUSTA QUE NO DEJA A NADIE SIN SU PROMESA
Xq Dios con su inmenso amor, deja q cientos de personas mueran de hambre, deja q niños y otras personas sean abusados en diferentes aspectos, deja q gente buena muera de dolor en un hospital, permite q ocurran guerras, q grupos de personas sean discriminados en su nombre.
LAS PERSONAS MUEREN DE HAMBRE PORQUE LOS HUMANOS NO DISTRIBUYEN BIEN LOS ALIMENTOS, Y PORQUE LOS HUMANOS ESTAMOS DESTRUYENDO EL PLANETA. LOS ABUSOS LOS REALIZAN LOS HUMANOS, LAS GUERRAS OCURREN POR LA AMBICION DE UNOS Y OTROS, Y SI ES UNA "GUERRA SANTA" ES DE HUMANOS QUE SE JUSTIFICAN EN LA RELIGION PARA LO MISMO
.
Muuy bueno. Graciasyo creo que ya lo habia escrito pero voy de nuevo...
LAS ENSEÑANZAS SOBRE LA ORACIÓN
[FONT="].[/FONT] Al modelo ofrecido por él mismo, Jesús añade especiales instrucciones acerca de la oración.
Jesús invita a sus seguidores a orar con frecuencia, y en concreto les exhorta a que hagan oraciones de súplica: "Pidan y se les dará" (Mt 7,7). "Pidan y recibirán" (Jn 16,24). "Lo que pidan al Padre, alegando mi nombre, él se lo dará" (Jn 15,16;14,13).
Insiste Jesús, con comparaciones tajantes, que siempre el Padre del cielo "dará cosas buenas al que se las pida" (Mt 7,11). "Cualquier cosa que pidan en su oración crean que ya lo han recibido y lo obtendrán" (Mc 11,24).
El deseo del Padre Dios de ayudarnos es muy superior al de un padre terreno (Mt 7,8-10) o al de cualquier amigo (Lc 11,5-13).
Nuestra petición fundamental al Padre Dios sólo puede ser un: "Hágase tu voluntad" (Mt 6,10). Y esta voluntad ha de concentrarse en la vivencia de los valores del Reino.
Las cosas buenas que Dios promete son ante todo el Espíritu Santo (Lc 6,13). Es "la alegría completa" (Jn 16,24) de poder vivir siguiendo las huellas que él dejó en este mundo: "Quien cree en mí hará obras como las mías" (Jn 14,12). Para ello la única condición es la fe en él (Mt 17,19-21), fe que es capaz de remover todo obstáculo que impida su seguimiento.
Jesús, pues exhortó a sus discípulos a orar, pidiendo los dones del Reino, con la seguridad de ser siempre escuchados. Este tema en su predicación es sencillo y claro.
Pero hay un segundo tema, más difícil de entender vivencialmente, que es el de las enseñanzas de Jesús sobre cómo debe ser la oración. Con estas enseñanzas Jesús quiere alertarnos sobre los peligros y desviaciones de una oración mal entendida. Para ello pone Jesús como telón de fondo su denuncia contra ciertas formas de oración que se realizaban en su tiempo. Jesús las desenmascara porque cada una de ellas se apoya en una idea falsa sobre Dios. Veamos en concreto estas enseñanzas:
"Cuando recen, no sean palabreros como los paganos, que se imaginan que por hablar mucho les harán más caso. No sean como ellos, que su Padre sabe lo que les hace falta antes que se lo pidan" (Mt 6,7-8).
Detrás de las oraciones largas y pesadas se halla la idea de que Dios sólo nos atiende si le acosamos con multitud de invocaciones y palabras, como si fuera alguien displicente y distraído, a quien no le interesan nuestros problemas. Pero el Padre de Jesús no es así. La fe en su amor nos libra de la necesidad de la palabrería, pues él sabe ya lo que nos hace falta y siempre está dispuesto a ayudarnos. De lo que se trata en la oración es de encontrar aquello que el Padre ya sabe. Eso es lo que hay que pedir que se nos vaya revelando y concediendo.
"Cuando recen, no hagan como los hipócritas, que son amigos de rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas, para exhibirse ante la gente. Con ello ya han cobrado su recompensa, se lo aseguro. Tú, en cambio, cuando quieras rezar, entra en tu cuarto, echa la llave y rézale a tu Padre que está escondido; y tu Padre, que mira escondido, te recompensará" (Mt 6,5-6).
La oración es una cosa demasiado seria para hacerla objeto de exhibición. Esta actitud que Jesús critica no es oración, pues lo único que buscan estos hipócritas es que la gente los vea; buscan tener buena fama presentándose ante los demás como gente piadosa, pero sin preocuparse de una actitud auténtica de sinceridad y conversión ante Dios. Pretenden manejar a Dios en provecho de una falsa reputación. Y Dios no es así; él no se presta a estos manejos. El escucha en la sinceridad de la soledad a todo el que derrama en su presencia la sencillez de su vida.
Un caso parecido, pero más grave, es el del fariseo que subió al templo a orar. En esta oración no sólo buscaba una buena fama; la oración, además, para él era motivo de orgullo y, por consiguiente, de desprecio hacia los que no eran tan buenos como él. Jesús dedica la parábola "a algunos que, pensando estar a bien con Dios, se sentían seguros de sí y despreciaban a los demás" (Lc 18,9). El fariseo lo único que busca es afirmarse en el buen concepto que él tiene de sí mismo; no le importa para nada lo que Dios pueda querer de él; ni siquiera siente necesidad de su ayuda. Jesús lo condena porque su Padre no es de los que fomentan falsos orgullos, ni autoengaños; menos aún, desprecios hacia nadie. En cambio alaba al publicano porque él sí se sentía pequeño ante Dios y sumamente necesitado de su ayuda.
"Cuidado con los letrados..., esos que se comen los bienes de las viudas con pretexto de largos rezos" (Mc 12,38.40).
Si antes Jesús criticó la separación entre oración y vida, ahora alerta contra la falsa oración que sirve de pretexto para oprimir a alguien. El presupuesto de la condena es la opresión de las viudas, símbolo bíblico de todo desamparado y oprimido. La oración en estos casos se degenera convirtiéndola en mercancía, en mecanismo de opresión. Ello encierra una gravísima ofensa al Padre Dios, pues en su nombre se aplasta precisamente a los predilectos de Dios. La oración que debiera servir para acercarse y encontrar a Dios, se convierte en camino para alejarse y ofender a Dios. Y ofende gravemente a Dios porque en el fondo se cree que Dios es patrón cruel, opresor él también de los débiles. Esta concepción de Dios no podía menos que enojar seriamente el corazón sensible de Jesús. De ahí su dura reacción ante los mercaderes del templo, porque la casa de su Padre (Jn 2,16), que debiera ser "casa de oración", la habían convertido en "cueva de bandidos" (Mt 21,13).
"No basta andar diciéndome: ¡Señor, Señor! para entrar en el Reino de Dios; hay que poner por obra la voluntad de mi Padre del cielo" (Mt 7,21).
Jesús, siguiendo la línea de los grandes profetas, critica en este texto y en los versículos que siguen, la oración que no va acompañada de deseo sincero de cumplir la voluntad del Padre. Hay algunos que rezan, que hablan en nombre de Jesús, y hasta hacen "milagros", pero "practican la maldad", y por ello les dice Jesús que "nunca los ha conocido" (Mt 7,22-23). Son los "necios que edificaron su casa sobre arena" (Mt 7,26-27). Dios no es ningún tontito al que se pueda engañar con rezos. El sabe muy bien cuándo nuestra oración es sólo un tranquilizante de conciencia para no hacer nada, y cuándo la oración encierra un sincero deseo de llevar a la práctica la voluntad del Padre.
Terminemos estas enseñanzas de Jesús destacando una condición previa que él pone para que pueda ser escuchada por Dios una oración. Se trata del perdón de las ofensas. El estar dispuesto a perdonar a los hermanos es condición imprescindible para que nos escuche el Padre de todos. Toda oración supone la súplica del perdón de Dios; pero dice Jesús que Dios no perdona si uno mismo no está dispuesto a perdonar (Mc 11,25; Mt 6,14-15; 18,35).
El que ha pecado contra su hermano, antes de presentarse ante Dios, debe pedirle perdón al hermano (Mt 5,23-24). Jesús nos enseñó en el padrenuestro a reconocerlo así ante Dios (Mt 6,12). Y ordenó además que esta prontitud y buena voluntad para perdonar no ha de tener límites; debe llegar incluso al enemigo (Mt 5,44; Lc 6,28). Según Jesús, el camino hacia Dios pasa necesariamente por la reconciliación entre hermanos. Si no fuera así, estaríamos negando la paternidad universal de Dios.
Para resumirles a los vagos como yo que no les gusta leer:
- La oración no debe ser larga
- No rezar para que lo vean, reza por que de verdad quieres
- No rezar para sentirte orgulloso, reza por las cosas que necesitas
- No pagar para que otros recen por uno
- Perdonar los pecados, para que Dios tenga misericordia de uno
- Pedir, pero aceptando que se haga la voluntad del padre y no la nuestra
Mmmmm bueno es complicado darte mi recomendación sin tener claro que es lo que te estás pasando. Pero sería muy bueno que te acercaras a personas con conocimiento espiritual de tu comunidad indiferentemente de la secta religiosa a la que pertenezcas. Ellos te pueden ayudar a guiarte y de paso colaborarte a orar por tus propósitos; no desvanezcas, ten fe las cosas se van a solucionar tengalo por seguro que nada es para siempre y cuando eso pase serás muy fuerte y ayudarás a otros con tu testimonio.
Aquí en el foro hay una persona con mucho conocimiento y tiene una vibra muy buena, su avatar es CARISMA. Sería excelente si puedes comentarle a él; a mi personalmente me han ayudado sus palabras. De mi parte si te puedo servir en algo con mucho gusto.
Sigue adelante un esfuerzo más, no te sientes a esperar que suceda el milagro trabaja para lo que necesitas y vas a sentir un empujón que reconocerás que va más allá de lo que tu esfuerzo hubiera logrado solo.
Por lo poco que he leído veo que usted es creyente por fe y ahorita está pasando por una etapa de debilidad, de cansancio, pero téngalo por seguro que DIOS no va a dejar que una de sus ovejas se pierda en el camino. El va ha llegar a sacarte de donde estés. Pero en serio busque una guía, nos necesitamos unos de los otros, aunque en estos tiempos eso sea difícil; existe gente que no solo piensa en sí mismo.
[FONT="]No quiero sonar pesimista, ni tampoco sonar un malagradecido de sus concejos, pero la mayoría de todo lo que me recomienda lo he hecho y sigo haciéndolo, sigo intentando avanzar y trabajo para ello y no hayo nada lógico en esperar una respuesta dado que nunca la he obtenido, la única cosa que me da fuerza a veces es reclamar… hablarle al aire me da combustible porque me da mis propias respuestas, pequeñas y grandes cosas pasan en la vida de todos pero algunos pueden llevarlas mejor que otros, yo siempre fui de los que aguantan golpes… pero me han arriado tanto que a veces no quiero levantarme. [/FONT]
[FONT="]
[/FONT]
[FONT="]Lo que quiero expresar es el hecho de que dudo constantemente de Dios, y por tanto le reclamo, digamos que es mi manera de orar; mi manera de ser comprendido, lo dijeron en un reportaje que vi hace poco “en este mundo no hay escases de comida (ni de otras cosas creo yo), hay exceso de egoístas” ¿Entonces si los problemas los podemos resolver, por que pedirlo a Dios?[/FONT]
[FONT="]Es eso lo que no comprendo y lo que me hace reclamarle, no sé si me arrepentiré o no pero he visto gente que no vale ni un cinco vivir en paz y armonía y es esa gente la que SIEMPRE rige este mundo, dado que creo en Dios como bien dices (a mi manera que no se si alguien comprenderá) no lo entiendo y no puedo seguir algo que no entiendo y ahí es donde van a parar mis conflictos.[/FONT]
[FONT="]
[/FONT]
[FONT="]Creo que todos los creyentes sin importar en que crean reclaman a “ese ser” pero no entiendo tanta crueldad, no entiendo por qué si creo no debo de reclamar, no entiendo por qué si no le creo le reclamo, y no sé por qué esto me jode tanto la vida.[/FONT]
[FONT="]
[/FONT]
[FONT="]Pido disculpas porque la verdad me salí de lo que en si trata el tema, aparte de que creo que mucho de lo que escribí no será bien entendido, pero el solo escribirlo ya me ayuda un pichazo.[/FONT]