Retomando a acolación el tema de la depresión, varios estudios comprueban como la fé y la religión, hacen al ser humano más feliz, y menos propenso a la depresión y por ende al suicidio,
"
La investigación fue dirigida por Patricia Murphy, profesora del Departamento de Religión, Salud y Valores Humanos del Centro Médico en Chicago. El estudio demostró que las creencias religiosas llevan a la disminución de los niveles depresivos y que la religión tiene un mayor impacto sobre la falta de esperanza.
“La gente que ve al mundo con falta de esperanza está más predispuesta a la depresión. El estudio demuestra que la religión tiene su mayor poder contra la depresión por su habilidad de contrarrestar la falta de esperanza,”dice Murphy. Este tipo de información podría ayudar a los tratamientos de los depresivos utilizando las creencias religiosas del individuo para ayudar en su recuperación.
Un gran número de estudios recientes han demostrado que existen beneficios de la religión asociados a la salud. Sin embargo, hasta ahora ningún estudio había examinado este efecto en personas diagnosticadas con depresión. La investigación involucró a 271 adultos religiosos y no religiosos que estaban siendo tratados por depresión.
Los individuos completaron un cuestionario acerca de sus creencias y prácticas religiosas, como también su nivel de esperanza y depresión en distintas escalas.
La investigación tenía como objetivo evaluar la efectividad de la religión en la ayuda para personas con depresión. Los investigadores tenían una hipótesis de que la religión ayuda a las personas con depresión dándoles una forma de ver al mundo con mayor esperanza comparado con los no religiosos.
“Las creencias religiosas conforman el 16 por ciento de todos los factores que contrarrestan a la falta de esperanza. Debido a que ésta puede causar y acompañar a la depresión, las creencias religiosas pueden aliviar a la depresión,”dijo Murphy. Otros factores que contrarrestan a la falta de esperanza son el género, la predisposición genética y la situación socio-demográfica de la persona. "
Un estudio denominado Eurodep, que se lleva a cabo por catorce prestigiosos grupos de investigación en once países de Europa, entre los que se encuentra España, está publicando en estos últimos meses algunos de sus hallazgos.
Acaban de dar a conocer el papel de las convicciones y prácticas religiosas en relación con la enfermedad depresiva en personas mayores de 65 años. Han estudiado 8.398 casos, para medir la relación entre los síntomas de la depresión y la asistencia a la iglesia. Y los datos son llamativamente claros, indicando que existe una tasa menor de depresión entre los que tienen mayor práctica religiosa. Otro trabajo en la misma línea, hecho entre 17.739 personas de 13 ciudades, demuestra que las mujeres mayores de 65 años con alta frecuencia de asistencia a cultos católicos son las que menor índice de depresión presentan, mientras que los hombres mayores de esa edad en los países protestantes son los que más síntomas de depresión padecen. Los autores, a la vista de estos resultados estadísticos, suponen que las prácticas religiosas en personas mayores, con la consiguiente orientación de sus vidas en ese sentido, sirven de positivo afrontamiento a los factores y situaciones que dificultan la existencia.
(El trabajo se titula "Religion as a cross-cultural determinant ************SPAM/BANNEAR************ depression in elderly Europeans: Results fron the EURODEP collaboratión". Firmado por Braam, AW et al. Publicado en la revista Psycological Medicine, 31, 803-814. 2001).
*Psiquiatra."
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La investigación fue dirigida por Patricia Murphy, profesora del Departamento de Religión, Salud y Valores Humanos del Centro Médico en Chicago. El estudio demostró que las creencias religiosas llevan a la disminución de los niveles depresivos y que la religión tiene un mayor impacto sobre la falta de esperanza.
“La gente que ve al mundo con falta de esperanza está más predispuesta a la depresión. El estudio demuestra que la religión tiene su mayor poder contra la depresión por su habilidad de contrarrestar la falta de esperanza,”dice Murphy. Este tipo de información podría ayudar a los tratamientos de los depresivos utilizando las creencias religiosas del individuo para ayudar en su recuperación.
Un gran número de estudios recientes han demostrado que existen beneficios de la religión asociados a la salud. Sin embargo, hasta ahora ningún estudio había examinado este efecto en personas diagnosticadas con depresión. La investigación involucró a 271 adultos religiosos y no religiosos que estaban siendo tratados por depresión.
Los individuos completaron un cuestionario acerca de sus creencias y prácticas religiosas, como también su nivel de esperanza y depresión en distintas escalas.
La investigación tenía como objetivo evaluar la efectividad de la religión en la ayuda para personas con depresión. Los investigadores tenían una hipótesis de que la religión ayuda a las personas con depresión dándoles una forma de ver al mundo con mayor esperanza comparado con los no religiosos.
“Las creencias religiosas conforman el 16 por ciento de todos los factores que contrarrestan a la falta de esperanza. Debido a que ésta puede causar y acompañar a la depresión, las creencias religiosas pueden aliviar a la depresión,”dijo Murphy. Otros factores que contrarrestan a la falta de esperanza son el género, la predisposición genética y la situación socio-demográfica de la persona. "
Un estudio denominado Eurodep, que se lleva a cabo por catorce prestigiosos grupos de investigación en once países de Europa, entre los que se encuentra España, está publicando en estos últimos meses algunos de sus hallazgos.
Acaban de dar a conocer el papel de las convicciones y prácticas religiosas en relación con la enfermedad depresiva en personas mayores de 65 años. Han estudiado 8.398 casos, para medir la relación entre los síntomas de la depresión y la asistencia a la iglesia. Y los datos son llamativamente claros, indicando que existe una tasa menor de depresión entre los que tienen mayor práctica religiosa. Otro trabajo en la misma línea, hecho entre 17.739 personas de 13 ciudades, demuestra que las mujeres mayores de 65 años con alta frecuencia de asistencia a cultos católicos son las que menor índice de depresión presentan, mientras que los hombres mayores de esa edad en los países protestantes son los que más síntomas de depresión padecen. Los autores, a la vista de estos resultados estadísticos, suponen que las prácticas religiosas en personas mayores, con la consiguiente orientación de sus vidas en ese sentido, sirven de positivo afrontamiento a los factores y situaciones que dificultan la existencia.
(El trabajo se titula "Religion as a cross-cultural determinant ************SPAM/BANNEAR************ depression in elderly Europeans: Results fron the EURODEP collaboratión". Firmado por Braam, AW et al. Publicado en la revista Psycological Medicine, 31, 803-814. 2001).
*Psiquiatra."