DiarioExtra.com
Para nadie es un secreto que las muchachas al menos en CR cargan con una gran culpa cuando abortan, sin embargo, hasta qué punto es válido ceder ante los argumentos de las organizaciones que hipócritamente defienden a estas muchachas de los "malvados" doctores que ofrecen abortos.
Según las instituciones académicas a las que hace mención la autora del artículo, no hay sustento científico suficiente para establecer una relación de causalidad entre el aborto y actitudes depresivas luego del mismo teniendo en cuenta la evidencia correspondiente a países donde el aborto es legal.
En ese sentido, las actitudes depresivas y de culpabilidad, cuestiones en las cuales las religiones parecen ser muy "empáticas" con la víctima(la muchacha que se realiza un aborto), no son más que producto de los mismos señalamientos y linchamientos morales que las mismas instituciones religiosas han infringido sobre estas muchachas que ante la desesperación llegan a cometer un acto ilícito y por ende peligroso además de estresante.
Por otro lado, si analizamos un poco más, este compadecimiento con las muchachas que se practican un aborto es relativamente nuevo, porque anteriormente la tónica era señalar desde posiciones misóginas a las mujeres que querían cubrir sus pecados "matando" a una "víctima inocente". Ahora la dinámica propagandista es tirarle con todo a los médicos abortistas, dejando un poco de lado los señalamientos hacia las mujeres, y bajo esa política en EEUU incluso actúan grupos terroristas integrados por fanáticos anti-aborto, que han cobrado la vida de 6 médicos, así como numerosos ataques con bombas, daños a la propiedad, saqueos, etc. Anti-abortion violence - Wikipedia, the free encyclopedia
SIn embargo, teniendo en cuenta las diferencias culturales, creo bastante válido que mucha gente considere que el aborto es equivalente a un homicidio, y es precisamente por eso que me parecen los miedos de los pro-vida como irracionales, debido a que la mayoría de la gente en CR está de acuerdo con ellos en este tema. No es que se va a legalizar el aborto y de un pronto a otro los adolescentes y adultos jóvenes van a empezar a abortar como locos. No obstante su posición totalitaria no tiene razón de ser toda vez que imponen por puras razones religiosas su código moral a personas que no necesariamente tienen esas creencias, además de que la ilegalidad actual pone en peligro la vida de muchas personas.
Si van a defender el derecho a la vida de los embriones, cigotos y demás, pues lo mínimo que uno puede esperar para que sus prerrogativas sigan siendo ley de la república es que tengan sustento científico objetivo, de lo contrario es antidemocrático.
No se contribuye en nada al debate confundiendo a la opinión pública con afirmaciones pseudocientíficas amparadas en la doxa más burda.
¿Qué opinan?<h1>ABORTAR NO CAUSA LOCURA</h1>
Adriana Maroto Vargas *
El pasado lunes 18 de enero, Diario Extra publicó una nota en la que una supuesta doctora afirma que las mujeres que abortan enfrentan una culpa que la acompaña por años e incluso, afirma la noticia, podría causarles la locura.
El tema del aborto sigue siendo uno de los que genera mayor debate en nuestro país. El diálogo y el debate son fundamentales para lograr consensos sociales mínimos sobre este tema. Lo que es inconcebible son las mentiras y la manipulación de la opinión pública con artículos como el publicado en Diario Extra.
Las autoridades e instituciones académicas especialistas en salud mental, entre ellas la Asociación Americana de Psicología y la Asociación Americana de Psiquiatría, han sido enfáticas en afirmar que el aborto en sí mismo no es una experiencia traumática, no lleva a las mujeres a una depresión profunda y mucho menos a la locura. Estas conclusiones son apoyadas por una extensa investigación en países en que el aborto es legal.
Como sabemos, en Costa Rica el aborto es considerado un delito penal –excepto en los casos en que se realiza la interrupción del embarazo para salvaguardar la salud y la vida de la mujer- por lo tanto no podemos extrapolar las conclusiones de estas investigaciones a nuestra realidad sin plantear la particularidad de lo que significa para una mujer realizar la interrupción en un contexto de clandestinidad y de persecución legal y moral.
Es este contexto el que obliga a las mujeres a tomar decisiones sin acompañamiento emocional, en situaciones de riesgo para su bienestar psicológico y físico, sin información y sin poder decidir sobre los procedimientos. Además, todo esto sucede en un entorno social que la presiona para ser madre como un destino inevitable y que condena el aborto como un crimen, y por lo tanto a ella la señala como una criminal.
En ningún lugar del mundo la penalización del aborto ha demostrado ser una medida eficaz para prevenir los abortos, pero sí ha demostrado ser una medida eficaz para obligar a las mujeres a realizar sus interrupciones sin ningún tipo de apoyo y en contextos de riesgo para su salud y su vida, situaciones que podrían repercutir en la salud emocional de las mujeres de manera posterior.
Por lo tanto, es totalmente falso afirmar que la experiencia del aborto provoca locura en las mujeres. Lo que sí deberíamos discutir a nivel social es cómo este contexto de condena social que propician personas y organizaciones como la señora María del Carmen Alba López que condenan el aborto son responsables de las secuelas emocionales que estas mujeres puedan enfrentar.
*Colectiva por el Derecho a Decidir
Para nadie es un secreto que las muchachas al menos en CR cargan con una gran culpa cuando abortan, sin embargo, hasta qué punto es válido ceder ante los argumentos de las organizaciones que hipócritamente defienden a estas muchachas de los "malvados" doctores que ofrecen abortos.
Según las instituciones académicas a las que hace mención la autora del artículo, no hay sustento científico suficiente para establecer una relación de causalidad entre el aborto y actitudes depresivas luego del mismo teniendo en cuenta la evidencia correspondiente a países donde el aborto es legal.
En ese sentido, las actitudes depresivas y de culpabilidad, cuestiones en las cuales las religiones parecen ser muy "empáticas" con la víctima(la muchacha que se realiza un aborto), no son más que producto de los mismos señalamientos y linchamientos morales que las mismas instituciones religiosas han infringido sobre estas muchachas que ante la desesperación llegan a cometer un acto ilícito y por ende peligroso además de estresante.
Por otro lado, si analizamos un poco más, este compadecimiento con las muchachas que se practican un aborto es relativamente nuevo, porque anteriormente la tónica era señalar desde posiciones misóginas a las mujeres que querían cubrir sus pecados "matando" a una "víctima inocente". Ahora la dinámica propagandista es tirarle con todo a los médicos abortistas, dejando un poco de lado los señalamientos hacia las mujeres, y bajo esa política en EEUU incluso actúan grupos terroristas integrados por fanáticos anti-aborto, que han cobrado la vida de 6 médicos, así como numerosos ataques con bombas, daños a la propiedad, saqueos, etc. Anti-abortion violence - Wikipedia, the free encyclopedia
SIn embargo, teniendo en cuenta las diferencias culturales, creo bastante válido que mucha gente considere que el aborto es equivalente a un homicidio, y es precisamente por eso que me parecen los miedos de los pro-vida como irracionales, debido a que la mayoría de la gente en CR está de acuerdo con ellos en este tema. No es que se va a legalizar el aborto y de un pronto a otro los adolescentes y adultos jóvenes van a empezar a abortar como locos. No obstante su posición totalitaria no tiene razón de ser toda vez que imponen por puras razones religiosas su código moral a personas que no necesariamente tienen esas creencias, además de que la ilegalidad actual pone en peligro la vida de muchas personas.
Si van a defender el derecho a la vida de los embriones, cigotos y demás, pues lo mínimo que uno puede esperar para que sus prerrogativas sigan siendo ley de la república es que tengan sustento científico objetivo, de lo contrario es antidemocrático.
No se contribuye en nada al debate confundiendo a la opinión pública con afirmaciones pseudocientíficas amparadas en la doxa más burda.