El 7 de enero de 2015 tres hombres musulmanes vestidos de negro llevaron a cabo un tiroteo en la ciudad de París, Francia tanto en el interior de la sede de la publicación satírica Charlie Hebdo como en sus alrededores provocando la muerte de 12 personas y dejando a otras 10 heridas. Después de abrir fuego, los atacantes se dieron a la fuga. Los autores del tiroteo llegaron a gritar: "Vamos a vengar al profeta" (debido a ilustraciones satíricas de este colocadas en el semanario Charlie Hedbo). Las ilustraciones del semanario sobre el islam han causado condenas y amenazas desde antes. Las oficinas de Charlie Hebdo fueron blanco de explosiones en 2011.
Según han informado diversos medios, gritaron mientras disparaban: "Allahu akbar" ("Alá es el más grande"), se han manifestado musulmanes que afirman que los terroristas (no solo estos sino cualquier otro terrorista) no son verdaderos musulmanes por llevar a cabo este tipo de acciones.
El atentado fue condenado por la comunidad internacional, diversas personas como el presidente francés François Hollande, el primer ministro italiano Matteo Renzi y el presidente ruso Vladímir Putin ya ha mostrado su repudio por esta situación. Han habido protestas alrededor de Europa como en la ciudad francesa de Estrasburgo y en las redes sociales se esta utilizando el lema "Je suis Charlie" ("Yo soy Charlie") como un medio para mostrar la indignación causada por este evento y apoyo a las victimas del atentado.