Me parece que uno puede considerarse más "racional" que otro dependiendo de la perspectiva con que se quiera analizar y aplicar.
William L. Rowe, en la Enciclopedia Routledge de Filosofía, dice que "en el sentido pupular, un agnóstico es alguien que ni cree ni no cree en Dios, mientras un ateo no cree en Dios. En el sentido estricto, sin embargo, el agnosticismo es la visión de que la razón humana es incapaz de proveer bases racionales suficientes para justificar la creencia de que Dios existe o la creencia de que Dios no existe. En tanto que una sostiene que nuestras creencias son racionales sólo si son apoyadas suficientemente por la razón humana, la persona que acepta la posición filosófica del agnosticismo sostendrá que ni la creencia de que Dios existe ni la creencia de que Dios no existe es racional."
Sobre el ateísmo, Rowe explica que "como se entiende comúnmente, el ateísmo es la posición que afirma la no existencia de Dios. Por lo tanto un ateo es alguien que no cree en Dios, mientras un teísta es alguien que cree en Dios. Otro significado de 'ateísmo' es implemente la no creencia en la existencia de Dios, en lugar de la creencia positiva en la no existencia de Dios... un ateo, en el sentido más amplio del término, es alguien que no cree en ninguna forma de deidad, no sólo el Dios tradicional de la teología occidental."
Como puede ver, el agnóstico decide tomar una posición neutra ante la interrogante, "¿existen las deidades?". Al ver que no es posible llegar a una conclusión porque nuestras herramientas no son suficientes para obtener una respuesta justificada, decide optar por la tercer respuesta: "no sé". Y es así como reduce las otras dos respuestas al punto de ser irrelevantes ("si no puedo llevar a cualquier de esas dos conclusiones, son irrelevantes para mí"); en otras palabras, no podemos justificar un "sí" ni un "no" en términos absolutos, fuera de toda duda. Esta posición no tiene nada de malo. Considero que es la posición más sana que toda persona debería tomar si quiere llegar a una conclusión debidamente justificada.
El ateo, en cambio, decide adoptar una perspectiva más práctica puesto que existen afirmaciones que, por nuestras limitaciones, nunca podremos probar o falsar. Tomando en cuenta que la no existencia de algo no se puede corroborar en términos absolutos (Tetera de Russell), se decide a acudir a lo que se puede obtener en la práctica: no tenemos evidencia verificable de la existencia de ninguna deidad. Esto no significa que no exista ninguna deidad (puede que exista una que no calza con la descripción de ninguna deidad que ha tenido la humanidad), pero le permite al ateo adoptar la posición en términos prácticos de no creer que exista. A partir de ahí existen ateos que sencillamente deciden no creer que ninguna deidad existe, así como existen aquellos que deciden afirman que no existe ninguna deidad.