Bueno, al final nadie ha logrado refutar lo que dijo Dinesh D'Souza en el video. En poco menos de un siglo, el Comunismo ateo causó la muerte de cerca de 100 millones de personas, de acuerdo al Libro Negor del Comunismo, de Stephanie Curtois et al. Fue una de las mayores tragedias de la historia moderna. Estas fueron víctimas del terror de Estado de los socialismos reales.
Al menos la Inquisición estableció un sistema de juicio, donde las garantías de los acusados eran respetadas, y la condena no implicaba necesariamente la ejecución (generalmente llevada a cabo por autoridades políticas). En los regimenes comunistas del Siglo XX, poblaciones o clases enteras eran declaradas enemigos del pueblo y ejecutadas sin ningún intento de juicio justo: la confesión propia forzada, o la delación de algún otro torturado era duficiente para que una persona terminara con una bala en la cabeza.
En el espacio de sólo 2 meses en 1940, la policía secreta de la URSS ejecutó a cerca de 22,000 oficiales e intelectuales polacos presos luego de la invasión de Polonia. Fueron llevados la Bosque de Katyn, donde fueron sumariamente ejecutados.
Tal nivel de barbarie no es mero producto del avane tecnológico: es fruto del convencimiento de que, al no existir ninguna idea trascendente a este mundo, o un orden superior al que derivar la moral, ésta es producto del que tiene la fuerza. Como cita D'Souza a Dostoievski: Si Dios no existe, todo está permitido.
Y de hecho eso fue lo que sucedió en la URSS: Todo era permitido y aceptable, si era la voluntad del Partido. Que luego pasó a ser la voluntad de un hombre: Stalin. Si Stalin decía que la colectivización agrícola debía hacerse, pues adelante. Sin importar que esto provocara la muerte de hambre de millones de hombres mujeres y niños en Ucrania, el granero de Europa.
Si Stalin decía que la genética era una ciencia burguesa, y por lo tanto prohibida; y que la verdadera ciencia eran las fanfarronadas y disparates que decía Lysenko, pues, se decretaba que el que siguiera la genética era un enemigo de clase, y debía ser eliminado.
Y de hecho sucedió así con Nikolai Vavilov, un brillante biólogo ruso, que por contrdecir a Lysenko y mantener la vigencia de la genética, fue apresado y encerrado en un campo de concentración, donde murió de hambre.
Contrástese esto con el destino de Galileo, que falleció pacíficamente luego de muchas años después de su Juicio en la Inquisición, y pudo continuar sus investigaciones.
Es curioso cómo Galileo se mantiene como un símbolo de la intolerancia religiosa, mientras que nadie menciona a Vavilov como ejemplo patente de la mayor intolerancia e iniquidad del ateísmo.