Respondiendo a la compañera angie96:
¿Nos volvemos muy quisquillosos, exigentes?
Pienso que sí: A tus 30 ya tu ilusión —y tú mismo— no va tan rápido y ya distingues mejor entre enamoramiento y amor. También sabes mejor lo que quieres de una relación-persona y entienes bien que una relación de pareja tiene sus ventajas y desventajas y que depende de la etapa que estés atravesando, en esta etapa de tu vida una pareja vendría a complicar tu existencia e —inclusive— estorbar para alcanzar algunas de tus metas, sin importar de cuál naturaleza, sean estas.
¿Perdemos la capacidad de amar?
Conozco a una persona —tal vez 2— que sí aunque joder, me consta que lo intenta, volver a enamorarse. Pienso que es difícil perder esta capacidad, que la traemos como seres humanos: Es inherente. Por ello estoy seguro que esa persona —o tal vez 2— sigue teniendo capacidad para enamorarse pero casualmente se encuentra entre sus 30 años y sus 40 años y ocurre lo que te mencionaba antes: Ya no te enamoras tan fácil.
¿Tenemos miedo al compromiso?
Venga pienso que depende, si tenemos miedo al compromiso: Si eres de las que prefiere relaciones rápidas o solo besarte con alguien o —inclusive— solo obtener un buen polvo de vez en cuando sin sentir atadura sobre tus manos por si acaso al día siguiente deseas repetir, con otra persona entonces los compromisos no son para ti. Tampoco tienes que andar saltando de boca en boca —o de... en...— y solo no encuentras razón suficiente para comprometerte, por tener química con alguien. Hay personas que se ven aterradas ante la idea de estar un tiempo sin compromiso. Tienen problemas de dependencia afectiva, claramente y me recuerda las palabras de un forero para describir a este tipo de gente: Tullidos emocionales.
Venga que claro que los hay quienes tienen miedo a comprometerse para no resultar heridos —o herir— pero pienso que este sería el caso de personas con un pasado sentimental violento y traumatizante. El problema es el mismo: Alguna gente se enamora desde la primer mirada o el primer hola.
¿O es sólo que nunca conocemos al indicado\a?
Tú sabes mi opinión al respecto: Esto de idealizar a la persona que vamos a amar no te funciona en tanto que colocas demasiados requisitos, para dejarte querer y empezar a querer. Indicadas —en mi caso— las hay muchas y ninguna perfecta. Amar es una decisión.
¿Nos volvemos muy quisquillosos, exigentes?
Pienso que sí: A tus 30 ya tu ilusión —y tú mismo— no va tan rápido y ya distingues mejor entre enamoramiento y amor. También sabes mejor lo que quieres de una relación-persona y entienes bien que una relación de pareja tiene sus ventajas y desventajas y que depende de la etapa que estés atravesando, en esta etapa de tu vida una pareja vendría a complicar tu existencia e —inclusive— estorbar para alcanzar algunas de tus metas, sin importar de cuál naturaleza, sean estas.
¿Perdemos la capacidad de amar?
Conozco a una persona —tal vez 2— que sí aunque joder, me consta que lo intenta, volver a enamorarse. Pienso que es difícil perder esta capacidad, que la traemos como seres humanos: Es inherente. Por ello estoy seguro que esa persona —o tal vez 2— sigue teniendo capacidad para enamorarse pero casualmente se encuentra entre sus 30 años y sus 40 años y ocurre lo que te mencionaba antes: Ya no te enamoras tan fácil.
¿Tenemos miedo al compromiso?
Venga pienso que depende, si tenemos miedo al compromiso: Si eres de las que prefiere relaciones rápidas o solo besarte con alguien o —inclusive— solo obtener un buen polvo de vez en cuando sin sentir atadura sobre tus manos por si acaso al día siguiente deseas repetir, con otra persona entonces los compromisos no son para ti. Tampoco tienes que andar saltando de boca en boca —o de... en...— y solo no encuentras razón suficiente para comprometerte, por tener química con alguien. Hay personas que se ven aterradas ante la idea de estar un tiempo sin compromiso. Tienen problemas de dependencia afectiva, claramente y me recuerda las palabras de un forero para describir a este tipo de gente: Tullidos emocionales.
Venga que claro que los hay quienes tienen miedo a comprometerse para no resultar heridos —o herir— pero pienso que este sería el caso de personas con un pasado sentimental violento y traumatizante. El problema es el mismo: Alguna gente se enamora desde la primer mirada o el primer hola.
¿O es sólo que nunca conocemos al indicado\a?
Tú sabes mi opinión al respecto: Esto de idealizar a la persona que vamos a amar no te funciona en tanto que colocas demasiados requisitos, para dejarte querer y empezar a querer. Indicadas —en mi caso— las hay muchas y ninguna perfecta. Amar es una decisión.