Cuando tenía como 14 años me agarró por rasurarme las piernas, y lo que me saqué fue quedar como un mono. No me las volví a rasurar porque eso es de maricas. Sin embargo, hace como 2 años atrás (por culpa de un anuncio de la Glillette) empecé a rasurarme las axilas, la panza, el pecho, y ahí abajo. Se siente uno limpio y cómodo, especialmente en las axilas, porque no quedan residuos de desodorante que puedan provocar picazón. Además, desde el punto de vista estético, si uno tiene aunque sea un poquito de músculos se resaltan bastante, y ni que decir de los lunares, que siempre dan un toque sexy y erotizante. Lo de rasurarse ahí abajo es ventajoso por razones de aseo,estética, y efectos visuales, ya saben lo que dicen: "Entre menos encharralado el patio, más alto se ve el palo".