Que va Lonely, no estamos de acuerdo definitivamente. Cuando uno tiene un hábito no lo cambia. Si ud se cepilla los dientes después de comer, se baña y se peina todos los días no lo deja de hacer por más ocupado que esté. Yo no tengo hijos, pero sí tengo responsabilidades, he vivido juntada con mis responsabilidades de la casa, de la U, del trabajo y de mis cosas personales, pero maquillarme es un hábito de todos los días antes de salir de mi casa, nada muy elaborado: polvos, delineador, brillo, pero salir sin nada no. Así como todas las noches el hábito después de lavarme los dientes es lavarme la cara y ponerme cremas. Por más cansada que esté ya es un hábito. Uno no puede excusarse en estar ocupado para no cuidarse y chinearse.
Mi abuela hasta el último día de su vida anduvo con los labios pintados. Hasta en lo más serio de su enfermedad uno de mis últimos recuerdos de ella es verla bien peinada y pintada. Y tuvo un montón de hijos, esposo y en su tiempo trabajó fuera de la casa, pero jamás la vi salir en fachas ni sin perfumar.
