Hola foreros!
Fin de semana del Orgullo,
Entretengámonos un rato.
Y dice así:
Entre Familia es Mejor!
Los días cálidos del verano costarricense marcan el inicio del la temporada de vacaciones del colegio o la escuela, en mi caso el colegio, con 17 años y en penúltimo año de la secundaria solía ir a pasar los tres meses de vacaciones en compañía de mi abuela, donde era feliz y libre , o al menos así me sentía.
Playa y montaña, todo junto en un mismo lugar en el litoral del Pacífico, lo más divertido de las vacaciones era compartir con los primos que no vía tan seguidamente, ciertamente todos oscilábamos en edades similares y yo estaba deseoso ese año por verles para ver cuán guapos y bien formados estaban ellos, trabajadores del campo con cuerpazos marcados y definidos.
Ya llegado y asentado lo primero era ir a las pozas a pescar un rato, cocinar el pescado a la orilla del río y luego juguetear en el agua, entre jugueteo y jugueteo nos poníamos duros y yo era feliz palpando a mis tres primos, alguno más duro que otro, otro con la verga más grande o mas cabezona en fin, era para mí el paraíso.
Siempre nos acompañaba en esas andadas el tío Varo, moreno, fornido, con un pecho amplio cubierto de bello, y ni qué decir de sus brazos y piernas.
Un día de esos mi abuela se quedó sin leña para el fogón, por lo cual nos mandó a regaña dientes a mi primo menor Miguel y a mí al monte a sacar una carga de leña, de camino por la montaña mi primo que ya era un hombrecito me contaba de cómo se ligaba a las chiquillas y de cómo se la metía a alguna u otra, en fin una conversación sin importancia para mí, hasta que lo vi deshacerse de su camiseta sudada y mostrarme su cuerpo y brillante reflejando el sol de la tarde, habíamos llegado a la saca de leña y deberíamos cortarla con hachas.
El primito bien marcadito se dedico a eso mientras yo lo veía, de vuelta si nos toco el trabajo duro a los dos al echarnos una carga encima cada uno. Llegados donde la abuela soltamos la carga y nos venía picando la vida por las astillas sueltas, corrí a buscar agua del pozo para ducharme y me di cuenta para tristeza mía de que la bomba no estaba funcionando, esta bomba abastecía la casa de mi abuela y la del tío Varo, entonces tocó ir a “enjuagarse” donde el tío.
Mi primito que venía igual que yo dijo que se bañaría primero a lo que me negué rotundamente y tras un pleito y un pescozón se fue para su casa a bañarse.
Entré a casa de mi tío con la cabeza hirviendo y lo encuentro en short y pantaloneta sentado viendo TV, le pido su baño y me dice que no cierre la puerta con el picaporte pues suele trabarse, obedezco, me desnudo y dejo correr el agua por mi cuerpo y me enjabono.
Acto seguido mi tío entra al baño y desea orinar, le digo que no hay problema en absoluto, que la verga de él no es la primera ni sería la única que vería en mi vida. Él se ríe, lo siento al otro lado de la cortina y me comenta que a él le gusta ver vergas también, que ya ha visto, ha mamado, y hasta ha tenido adentro, que ésa es la causa de su divorcio: las vergas!.
Me continúa contando: su esposa lo sorprendió en media mamada con un tipo y él con la boca llena, ella se fue de la casa y lo dejo sólo, desde entonces no ha buscado a nadie, y ni quiere estar con nadie.
Sigo con mi enjabonamiento, duro como un mástil y me empiezo a tocar imaginándolo en la mamada con el otro tipo, y me dejo llevar, veo tras la cortina que él se quita una prenda inferior y la avienta sobre la ducha y me cae en la cabeza, su ropa interior, con un delicioso olor a precum, la huelo y saboreo, la guardo, abro la cortina y lo veo igual de empalmado que yo, lo atraigo hacia mí lo beso, lo abrazo, lo huelo y siento su olor a macho de campo, él me acaricia, inunda mi boca con su lengua, nuestras vergas se rozan, sus bellos me dan cosquillas, me pierdo en su pecho mientras el agua corre, él toca mi cuerpo busca mis nalgas y las sostiene firme mientras me gira y me aplica un beso negro, el mejor de mi vida y que casi me hace venirme en el momento.
Cierro la llave, somos víctimas del aire acondicionado, me lleva a su recamara, me recuesta sobre su amplia cama y recorre mi cuerpo aun mojado con su lengua, busca desesperadamente mi erección y se la traga, me quiero morir en esa mamada, lo giro y queda sobre mí, empezamos un 69 exquisito, un 70 porque introduzco mi dedo en su culo, él arquea la espalda, le encanta!.
A mi me encanta su pene, es mediano, 16 centímetros, pero delicioso, abundante de pelos, sin circuncidar tal como yo, gozamos más, somos más sensibles, él dice que muere por tener mi pinga adentro, yo lubrico ese agujero que me hará tan feliz con mi lengua, toma un condón y loción lubricante, me coloca el condón con dulzura y dice que mi verga es una belleza, inunda su culo de lub, se sienta en mi verga que quiere estallar, me cabalga salvajemente como un animal indomable.
Se viene en mi pecho y con la mano recojo un poco de su semen y lo saboreo, es dulce, huele a macho, le convido y el lo saborea y me besa con mi verga aun adentro, acelera sus movimientos, me gira para quedar debajo de mí, me pide que le dé duro, lo bombeo, y empiezo a contenerme, ya que ese culito es estrecho y caliente, no quiero terminar, estoy disfrutando de él, y de que sea mío, se viene de nuevo.
Acto seguido me pide sacar la verga y tumbarme de espaldas, se abalanza sobre mí y se mete mi verga a la boca y me pone un dedo en el culo, a esas alturas el cum es incontenible y exploto dentro de su boca, él se toma hasta la última gota de mi semen y me da a probar lo último en su lengua.
Amanecemos abrazados y mi abuela nos llama a desayunar en familia, le digo que quiero pasar todo el día con el en la cama, nos alistamos y salimos no antes sin que él me diera otra mamada.
Ya sentados todo transcurre normal, mi abuela me pregunta que porqué dormí fuera a lo que respondo que mi tío y yo veíamos una película y terminó muy tarde y me quedé dormido en el sillón.
Terminando el desayuno y lavando los trastos mi primo Miguel quien había regresado a disculparse me dice que nos vio desde la ventana por fuera de la casa del Tío y que se la jaló un par de veces de ver como yo me cogía a semejante morenazo y que la próxima vez lo invitemos porque el quiere venirse así de sabroso.
Una promesa que cumplir!
Fin de semana del Orgullo,
Entretengámonos un rato.
Y dice así:
Entre Familia es Mejor!
Los días cálidos del verano costarricense marcan el inicio del la temporada de vacaciones del colegio o la escuela, en mi caso el colegio, con 17 años y en penúltimo año de la secundaria solía ir a pasar los tres meses de vacaciones en compañía de mi abuela, donde era feliz y libre , o al menos así me sentía.
Playa y montaña, todo junto en un mismo lugar en el litoral del Pacífico, lo más divertido de las vacaciones era compartir con los primos que no vía tan seguidamente, ciertamente todos oscilábamos en edades similares y yo estaba deseoso ese año por verles para ver cuán guapos y bien formados estaban ellos, trabajadores del campo con cuerpazos marcados y definidos.
Ya llegado y asentado lo primero era ir a las pozas a pescar un rato, cocinar el pescado a la orilla del río y luego juguetear en el agua, entre jugueteo y jugueteo nos poníamos duros y yo era feliz palpando a mis tres primos, alguno más duro que otro, otro con la verga más grande o mas cabezona en fin, era para mí el paraíso.
Siempre nos acompañaba en esas andadas el tío Varo, moreno, fornido, con un pecho amplio cubierto de bello, y ni qué decir de sus brazos y piernas.
Un día de esos mi abuela se quedó sin leña para el fogón, por lo cual nos mandó a regaña dientes a mi primo menor Miguel y a mí al monte a sacar una carga de leña, de camino por la montaña mi primo que ya era un hombrecito me contaba de cómo se ligaba a las chiquillas y de cómo se la metía a alguna u otra, en fin una conversación sin importancia para mí, hasta que lo vi deshacerse de su camiseta sudada y mostrarme su cuerpo y brillante reflejando el sol de la tarde, habíamos llegado a la saca de leña y deberíamos cortarla con hachas.
El primito bien marcadito se dedico a eso mientras yo lo veía, de vuelta si nos toco el trabajo duro a los dos al echarnos una carga encima cada uno. Llegados donde la abuela soltamos la carga y nos venía picando la vida por las astillas sueltas, corrí a buscar agua del pozo para ducharme y me di cuenta para tristeza mía de que la bomba no estaba funcionando, esta bomba abastecía la casa de mi abuela y la del tío Varo, entonces tocó ir a “enjuagarse” donde el tío.
Mi primito que venía igual que yo dijo que se bañaría primero a lo que me negué rotundamente y tras un pleito y un pescozón se fue para su casa a bañarse.
Entré a casa de mi tío con la cabeza hirviendo y lo encuentro en short y pantaloneta sentado viendo TV, le pido su baño y me dice que no cierre la puerta con el picaporte pues suele trabarse, obedezco, me desnudo y dejo correr el agua por mi cuerpo y me enjabono.
Acto seguido mi tío entra al baño y desea orinar, le digo que no hay problema en absoluto, que la verga de él no es la primera ni sería la única que vería en mi vida. Él se ríe, lo siento al otro lado de la cortina y me comenta que a él le gusta ver vergas también, que ya ha visto, ha mamado, y hasta ha tenido adentro, que ésa es la causa de su divorcio: las vergas!.
Me continúa contando: su esposa lo sorprendió en media mamada con un tipo y él con la boca llena, ella se fue de la casa y lo dejo sólo, desde entonces no ha buscado a nadie, y ni quiere estar con nadie.
Sigo con mi enjabonamiento, duro como un mástil y me empiezo a tocar imaginándolo en la mamada con el otro tipo, y me dejo llevar, veo tras la cortina que él se quita una prenda inferior y la avienta sobre la ducha y me cae en la cabeza, su ropa interior, con un delicioso olor a precum, la huelo y saboreo, la guardo, abro la cortina y lo veo igual de empalmado que yo, lo atraigo hacia mí lo beso, lo abrazo, lo huelo y siento su olor a macho de campo, él me acaricia, inunda mi boca con su lengua, nuestras vergas se rozan, sus bellos me dan cosquillas, me pierdo en su pecho mientras el agua corre, él toca mi cuerpo busca mis nalgas y las sostiene firme mientras me gira y me aplica un beso negro, el mejor de mi vida y que casi me hace venirme en el momento.
Cierro la llave, somos víctimas del aire acondicionado, me lleva a su recamara, me recuesta sobre su amplia cama y recorre mi cuerpo aun mojado con su lengua, busca desesperadamente mi erección y se la traga, me quiero morir en esa mamada, lo giro y queda sobre mí, empezamos un 69 exquisito, un 70 porque introduzco mi dedo en su culo, él arquea la espalda, le encanta!.
A mi me encanta su pene, es mediano, 16 centímetros, pero delicioso, abundante de pelos, sin circuncidar tal como yo, gozamos más, somos más sensibles, él dice que muere por tener mi pinga adentro, yo lubrico ese agujero que me hará tan feliz con mi lengua, toma un condón y loción lubricante, me coloca el condón con dulzura y dice que mi verga es una belleza, inunda su culo de lub, se sienta en mi verga que quiere estallar, me cabalga salvajemente como un animal indomable.
Se viene en mi pecho y con la mano recojo un poco de su semen y lo saboreo, es dulce, huele a macho, le convido y el lo saborea y me besa con mi verga aun adentro, acelera sus movimientos, me gira para quedar debajo de mí, me pide que le dé duro, lo bombeo, y empiezo a contenerme, ya que ese culito es estrecho y caliente, no quiero terminar, estoy disfrutando de él, y de que sea mío, se viene de nuevo.
Acto seguido me pide sacar la verga y tumbarme de espaldas, se abalanza sobre mí y se mete mi verga a la boca y me pone un dedo en el culo, a esas alturas el cum es incontenible y exploto dentro de su boca, él se toma hasta la última gota de mi semen y me da a probar lo último en su lengua.
Amanecemos abrazados y mi abuela nos llama a desayunar en familia, le digo que quiero pasar todo el día con el en la cama, nos alistamos y salimos no antes sin que él me diera otra mamada.
Ya sentados todo transcurre normal, mi abuela me pregunta que porqué dormí fuera a lo que respondo que mi tío y yo veíamos una película y terminó muy tarde y me quedé dormido en el sillón.
Terminando el desayuno y lavando los trastos mi primo Miguel quien había regresado a disculparse me dice que nos vio desde la ventana por fuera de la casa del Tío y que se la jaló un par de veces de ver como yo me cogía a semejante morenazo y que la próxima vez lo invitemos porque el quiere venirse así de sabroso.
Una promesa que cumplir!
