JorgeF
ANÓNIMO
No hay idea más absurda que un Sindicato en el Sector Público. La utilidad de un Sindicato es para defender los derechos de los trabajadores, frene a un patrono que no quiera pagalres un salario acorde con su esfuerzo. Pero eso es así porque el patrono sabe que si no paga lo adecuado, puede perder buenos trabajaodreos. Y si se excede, puede quebrar por altos costos.
Nada de eso sucede en el Sector Público. En primer lugar, porque muchos empleos del Sector Público son esenciales, y por ende no deberían estar sujetos a huelga. Y segundo, porque el que negocia con los trabajadores no son los "dueños" de la empresa, sino más bien los representantes políticos de las mismas. Los cuales, contrario a un empresario privado, no tienen responsabilidad del patrimonio de la institución pública. Más bien, están interesados en que no haya mucho problema y los trabajadores públicos no estén en huelga. Primero porque les afecta la imagen. Y segundo, porque muchas veces los mismos sindicatos son fuente de apoyo electoral.
Por lo tanto, siempre en las negociaciones de condiciones laborales los trabajadores sindicalizados tienen las de ganar: porque el "patrono" que tiene en frente, al estar más preocupado por la contingencia y no la sostenibilidad de la institución, cede a cualquier demanda, como hemos visto.
Y así, eventualmente, las instituciones públicas quiebran.
Nada de eso sucede en el Sector Público. En primer lugar, porque muchos empleos del Sector Público son esenciales, y por ende no deberían estar sujetos a huelga. Y segundo, porque el que negocia con los trabajadores no son los "dueños" de la empresa, sino más bien los representantes políticos de las mismas. Los cuales, contrario a un empresario privado, no tienen responsabilidad del patrimonio de la institución pública. Más bien, están interesados en que no haya mucho problema y los trabajadores públicos no estén en huelga. Primero porque les afecta la imagen. Y segundo, porque muchas veces los mismos sindicatos son fuente de apoyo electoral.
Por lo tanto, siempre en las negociaciones de condiciones laborales los trabajadores sindicalizados tienen las de ganar: porque el "patrono" que tiene en frente, al estar más preocupado por la contingencia y no la sostenibilidad de la institución, cede a cualquier demanda, como hemos visto.
Y así, eventualmente, las instituciones públicas quiebran.