A la luz de una tercera crisis económica en Estados Unidos, y demostrada su incapacidad, para subsanar durante la burbuja que lograron crear en base a dólares impresos sin mayor valor, veo con optimismo la situación.
Analicemos. Al momento de la primer crisis inmobiliaria de los verdes, Costa Rica, no estaba ni tan siquiera enterada de lo que afrontaríamos las clases trabajadoras, situación, que no alcanzo a los sectores pudientes de nuestra economía, quienes, como si tuvieran bolita mágica, lograron antes de que reventara la noticia, mover sus inversiones, vender dólares, y realizar todo tipo de estrategias económicas, en tiempos record.
La primer crisis a la que hago mención en el párrafo anterior, fue devastadora para muchas empresas, que cerraron, o bien tuvieron que alterar su modelo de negocio, reduciendo los pagos a sus trabajadores, y pidiéndoles, incluso de boca del presidente de aquel momento, Don Oscar Arias, que fueran “solidarios”.
Luego nos encontramos con el famoso “plan escudo”, que una vez más, protegía a las empresas que no tuvieron acceso a la información con anticipación, brindándoles posibilidades de reducción de horarios y jornadas laborales, amparadas en una situación, que fue increíblemente obviada por el Ministerio de Trabajo.
Ahora, luego de esta tormenta, Costa Rica, o por lo menos la gente común y silvestre que compramos en súper mercados, hemos visto que no existe tal recuperación, que los salarios no alcanzan, y que la canasta básica que planteo Abel Pacheco a punta de tortillas, no da.
¿Una nueva crisis?
Probablemente, veamos un fenómeno similar, especialmente en las zonas francas, donde se emplea a muchas personas bilingües, que brindan en su mayoría servicios a empresas extranjeras, que basan gran parte de su actividad en Estados Unidos.
Sin embargo estas empresas no van a sufrir. Los que sufren son los empleados, con la disminución del poder adquisitivo, y con que cada vez, los grados profesionales, de educación superior, sean comparativos con salarios técnicos, o inclusive de prestadores de servicios profesionales sin mayor preparación, en franca excusa de la no disponibilidad de plazas laborales.
¿Solución?
Esta fuera de nuestras manos.
¿Será peor?
No creo. Ahora por lo menos, no nos van a agarrar con los pantalones abajo.
Ahora…
Si, y subirán más de lo necesario, para proteger a los bancos.
En cualquier caso, si sube o baja, siempre se afectan intereses. Probablemente baje en temporada de importaciones, y suba en temporada de ventas.
No endeudarse.